Transmisión:
Miércoles
de 6 a 10 de la mañana a través del 90.5 de Frecuencia Modulada.
La función del Rock Latinoamericano ha sido y seguirá siendo completamente plurivalente. Es decir, a pesar del inmenso desarrollo que éste ha logrado a través del tiempo y de su inminente comercialización, el rock sigue tratando de cumplir la función por la cual fue creado originalmente: la expresión.
A pesar de que con la modernización de los medios de comunicación en nuestra Latinoamérica, éste género cambió radicalmente su rumbo al adquirir valores económicos y comerciales y al convertirse en un producto más capaz de ser vendido a las masas y explotado en busca de una remuneración económica, las nuevas generaciones de músicos intentan mantener ciertos principios que parecen ser inviolables.
Ese esfuerzo debe de ser reconocido ya que no es una tarea fácil.
En esta época en que bandas como Maná, Juanes, Jaguares ó La Ley suelen gozar de una popularidad global casi inconmensurable que los lleva a tener la oportunidad de ser contratados por cadenas televisivas o por compañías transnacionales para promover sus productos, aquellos inicios “puros” (por llamarlos de alguna forma) se han visto un tanto violados.
Muchos piensan que éstas bandas han perdido esa honestidad al tener ahora que cumplir ciertos contratos con los cuales están maniatados a la opinión de los “jefes”. Por lo tanto se dejan llevar por los que les pagan y olvidan sus raíces.
Por ende, su música se ve clara y seriamente afectada al ser aconsejados por las compañías disqueras durante el proceso creativo. Por ejemplo, es claro que bandas como Maná han recibido órdenes de escribir música que se apegue a un formato comercial, el cual les garantice, tanto a ellos como a su disquera, un éxito inaudito mediante la venta de discos e imagen.
Para ellos y para muchas otras bandas a través de nuestra América Latina el rock se ha convertido en un negocio del cual muchas vidas penden.
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Actualización:
20-IX-03
