|
UN C.I. CAMBIADO, UNA VIDA CAMBIADA - La Historia de Patrick
Patrick Schermerhorn - Cresset Christian Academy. North Carolina, Estados Unidos. Terapista, Judy McGehee. Artículo escrito por la madre de Patrick. Provisto por Candy Velázquez, NILD, Academia Cristiana Internacional de Caracas. "Mi hijo Patrick era el bebe perfecto, durmiendo entre el ruido de la familia, raramente lloraba, y usualmente sonreía. Sin embargo, al pasar los años, yo noté que él no entendía órdenes simples y que no podía tomar decisiones simples. Cuando se le daba instrucciones, él mostraba una expresión vacía y no había ningún destello en sus ojos. Era como si nadie estuviese en casa. Cuando Patrick llegó a la edad de 5 años, yo busqué una prueba de desarrollo para él y me dijeron que él tenía dificultades de aprendizaje pero sus dificultades no se encontraban en ningún grupo de clasificación. De inmediato se le recomendó tutoría para prepararlo para la escuela. Los reportes no ofrecieron mucha esperanza para su éxito académico. Después de encontrarse con varios niveles de éxito y fracaso, encontramos la Academia Cristiana Cresset, la cual estaba introduciendo un nuevo programa para estudiantes con dificultades de aprendizaje. Había preocupación por que el programa no pudiera ayudar a Patrick, y los resultados de sus pruebas eran muy bajos. Su psicólogo le hizo las pruebas otra vez pero los resultados se mantuvieron iguales. Sin Embargo, comenzó su terapia educacional en el programa WINGS en Cresset, donde lentamente empezó a tener progresos -una respuesta a mis oraciones-. Los niños sabían que él tenía problemas de aprendizaje pero lo aceptaron tal como él era. Los maestros de Patrick estaban genuinamente interesados, procurando que tuviese éxito a medida que trabajaban en conjunto con la terapista. Esto era un reto porque su mente era como un colador. Era difícil para él retener y recordar lo que había aprendido. Pero a la medida que su cerebro recibía estimulación consistente en la terapia educacional, el bombillo comenzaba a prenderse por breves intervalos. Por años yo he estado trabajando todas las noches en las tareas de Patrick. Sin embargo, en noveno grado, su tercer año de terapia educacional, me di cuenta que su bombillo de funcionamiento independiente se ponía mas brillante. El cambio había sido gradual. En cierto punto me había percatado que mi ayuda ya no era requerida, pero sin embargo el trabajo era hecho con algo de tiempo. El había aprendido como ir paso a paso y organizar sus hábitos de estudio. En la primavera del noveno grado, lo increíble sucedió. ¡Mi hijo recibió una invitación el Club Nacional Beta!. El estaba muy emocionado, y yo tuve que leer la carta yo misma para poder creerlo. Este año escolar ha sido duro, pero Patrick se ha administrado bien para mantener su promedio. Inclusive él mismo hasta se ha ofrecido para dar tutoría a otros que necesitan ayuda escolar. ¡Que cambio! Yo realmente creo que el Programa de Terapia Educacional WINGS ha hecho la diferencia. Recuerdo haber visto a Patrick luchando para escribir una letra antes de poder hacer una línea en la materia de Escritura Rítmica. El no quería practicar en casa, pero ya se ha percatado del valor de todas las piezas del programa trabajando en conjunto para hacer un todo. Ahora Patrick hace sus tareas de WINGS sin supervisión. El valor del Libro Azul no puede ser sobrestimado. Patrick había perdido muchos conceptos de educación en sus primeros años y esta herramienta lo ha ayudado en todas sus materias. El ha tenido que revisar y repetir información y conceptos una y otra vez para retenerlos, pero las técnicas de NILD (National Institute of Learning Disabilities, en inglés) han entrenado su cerebro para poder retener mas fácilmente. La vida siempre será más dura para Patrick que para muchos otros, y el corazón de madre que yo tengo sentirá dolor vez tras vez al verlo luchando. Pero tengo que recordarme a mí misma tomar un día a la vez. Todavía hago preguntas para los exámenes, pruebo la lectura de sus papeles y lo ayudo en cualquier forma que pueda. Pero también trato de apegarme a la creencia que Dios escucha nuestras oraciones aún cuando estamos muy frustrados. Mi hijo es un hijo de Dios muy especial, y yo he sido verdaderamente bendecida al ser la madre terrenal de este niño, y estoy muy orgullosa de él. El me ha enseñado mucho, ¡y que la gloria sea para Dios!".
|
|