Baño de Cenote |
por Carlos Augusto Evia Cervantes |
Publicado en el Suplemento Cultural Unicornio del Diario Por Esto
Mérida Yucatán México. Publicado el 2 de junio de 2002. p.p. 3-9
INTRODUCCIÓN
En Yucatán existe la costumbre de bañarse en los cenotes. Durante las épocas de
calor y aun cuando la temperatura ambiente no sea muy cálida, se sabe que muchas
personas de distintas edades y clases sociales acostumbran ir a recrearse en las
aguas contenidas por estas cavernas activas.
A través del tiempo y en muchos lugares del Estado se ha estado fomentando poco
a poco y cada vez más el uso de los cenotes como balnearios. A partir de esta
actividad se ha dado una manera de generar recursos económicos en beneficio de
los propietarios o usufructuarios de los sitios donde se encuentran los cenotes.
Este uso moderno sustituye poco a poco el papel de los cenotes que los mayas le
habían dado como proveedores de agua y sitios de ritual.
Algunos autores sugieren que en muchos casos su presencia fue un factor
determinante para establecer centros de población en la época prehispánica
(ALLEN MORDY; 1996: 9). Estudiosos de la historia y lengua maya han encontrado
que muchos centros de población deben su nombre a estas cavidades (GUTIÉRREZ;
1997: 13):
Cacalchén: Pozo de dos bocas.
Opichén: Pozo donde están las anonas.
Chikindzonot: El cenote del Poniente.
Dzoncauich: Puede ser el apócope de Dzonot Cauich, pozo de Cauich.
Kopomá: Agua de la hondonada.
Mocochá: Agua del agujero.
En el período colonial, los cenotes constituyeron elementos estratégicos para el
control social de los indígenas. El control de las fuentes de agua significaba
el control sobre los individuos que las necesitaban. Por ello, la mayoría de las
norias de los conventos franciscanos se construyeron sobre los cenotes ya
existentes (SANTIAGO; 1993: 34-36).
Más adelante, la utilización de los cenotes como centros de atracción turística
y recreativa se fue incrementando tanto en número de personas que acudían a
ellos como en la diversidad en cuanto al lugar de procedencia de los visitantes.
La gente empezó a venir de otros estados de la República y también de otros
países. Ante esta situación y sobre la marcha, se fueron definiendo las
instancias que se harían cargo del cuidado de cada cenote y que aprovecharían
sus beneficios. En este trabajo se pretende distinguir cuatro de esas instancias
o niveles administrativos. En primer término se comentará la situación de los
cenotes que están bajo la administración federal:
EL CENOTE SAGRADO DE CHICHEN ITZA.
Chichén Itzá según el Chilam Balam de Chumayel significa "Boca de pozo de los
itzáes". Los antiguos pobladores de Chichén Itzá disponían de dos cenotes: el
Xtolok, que les proporcionaba agua para sus necesidades cotidianas, y el cenote
con uso predominantemente religioso y que denominaban también Chen Ku, es decir,
"pozo sagrado" (GUZMÁN; 1991: 53-55). La trascendencia de este último continuó
aún después de la conquista y todavía a mediados del siglo XVI había
peregrinaciones de grupos de indígenas que lo visitaban con por motivos
religiosos.
Fray Diego de Landa fue quizás el primero que consignó las seculares ceremonias
que celebraban en este cenote para honrar al dios Chak. Según Landa, los mayas,
en tiempo de secas, sacrificaban seres humanos echándolos vivos al cenote de los
que se pensaba que no morían aunque no volvieran a salir. Junto con ellos se
arrojaban objetos de valor. Otras versiones consignan que las víctimas, eran
generalmente jóvenes doncellas, a las que se les daba un fuerte golpe en la
cabeza o se les sacaba el corazón. En otros casos, los elegidos eran decapitados
y solamente el cráneo era el ofrendado al dios Chak (THOMPSON; 1998: 226-227).
En 1904, Thompson hizo su primer rescate de arqueología subacuática, en el que
encontró vasijas con copal, puntas de flecha, puntas de jade y obsidiana,
cascabeles de cobre, discos de oro, vasijas de cerámica, cuchillos de pedernal
con mangos de oro, cántaros y objetos de madera. Hoy en día, todos los objetos
mencionados se encuentran en el Museo Peabody de la Universidad de Harvard y en
el de Field de Chicago. En 1968 el arqueólogo Román Piña Chan coordinó un
proyecto de arqueología subacuática y los resultados fueron publicados por el
Instituto Nacional de Antropología e Historia con el título de "Informe
preliminar de la reciente exploración del Cenote Sagrado de Chichén Itzá"
(BENAVIDES; 1997). Las investigaciones realizadas nos permiten afirmar que la
configuración del fondo, estimado en 14 metros en su región central, presenta
gran cantidad de sedimento y que sus diámetros principales tienen las siguientes
medidas: 59 metros de norte a sur y 60.50 metros de este a oeste. Del borde
superior al espejo de agua tiene 22 metros de profundidad. El mencionar este
cenote ahora, se debe a la relevancia que tuvo en el pasado y su enorme
afluencia de visitantes que actualmente tiene como parte de uno de los sitios
arqueológicos más importantes de México.
CENOTE XLAKAJ
Ubicado en el sitio arqueológico de Dzibilchaltún, a 15 kilómetros al norte de
la ciudad de Mérida, el cenote Xlakaj es uno de los más conocidos y disfrutados
por propios y extraños de esta tierra. En 1941 el personal de la investigación a
cargo de Edward Wyllys Andrews, hizo una inmersión de carácter arqueológico para
explorar el fondo de este cenote. Allí encontraron piedras talladas, objetos de
hueso y una gran cantidad de fragmentos de cerámica; todo esto evidenció el
intenso uso que los antiguos mayas le dieron a este cenote (GUZMÁN; 1991:
80-83). Anterior a este evento los buzos locales Jorge Urcelay Gutiérrez y Pedro
Castillo (1956) habían hecho otros hallazgos que unidos a los de los arqueólogos
permitieron conocer los secretos escondidos durante cientos de años en Xlakaj:
vasijas de barro, navajas de obsidiana, incluso cráneos con la típica
deformación que practicaban los mayas. En 1999 un grupo de científicos
encabezados por Thomas Ilife, investigador del Departamento de Biología Marina
de la Universidad de Galveston, Texas, y Jessé Armantrout realizaron el
descubrimiento más importante con respecto a la morfología de esta caverna
inundada. Provistos de equipo especializado logró recorrer el túnel que se
encuentra a una profundidad promedio de 52 metros. Este túnel se inicia con un
ancho de 20 a 30 metros con 20 de altura y se extiende hacia el norte hasta
alcanzar los 1300 metros. De acuerdo con la descripción que aportaron estos
espeleobuzos el conducto se interrumpe por las rocas caídas de un derrumbe en
una bóveda (MARTÍNEZ; 2001: 5). Ambos cenotes, tanto el de Chichén Itzá como el
de Dzibilchaltún, son aprovechados por los científicos para ampliar los
conocimientos acerca del pasado de los mayas en condiciones muy favorables. Como
podrá observarse este tipo de administración combina el atractivo de los sitios
arqueológicos y la conservación de las características naturales de los cenotes.
En estas circunstancias la captación de recursos económicos se logra sin mayores
daños al entorno ecológico.
Lamentablemente son pocos los cenotes que gozan de la protección federal. Otros
han quedado bajo la administración municipal, circunstancias que son tratadas en
las siguientes líneas.
EL CENOTE ZACI
En plena zona urbana de Valladolid se encuentra el majestuoso cenote Zací, sitio
donde el ingenio humano ha permitido el acceso del visitante hasta el nivel de
sus aguas y así poder mirarlo desde cualquier ángulo que se desee. Desde afuera
se advierte la impresionante magnitud de la bóveda que contiene a las verdes y
misteriosas aguas de este legendario cenote. Desde adentro se disfruta el
espléndido paisaje que ofrecen las paredes de la cavidad adornadas con raíces y
arbustos iluminados por la luz del sol. De acuerdo con los relatos que cuentan
los pequeños guías del Zací se estima que la profundidad de las aguas es de 80 a
100 metros aproximadamente. También es común escuchar que abajo del árbol que
está en el borde del sur, hay un túnel que colinda con los otros cenotes, con el
que se encuentra en los patios del Convento de San Bernardino de Siena y luego
con el cenote de Xkeken, a cuatro kilómetros del Zací; es decir, hay conducto
subterráneo que comunica a los tres cenotes. Además se cuenta que no se puede
llegar al fondo del cenote debido a la fuerza de la corriente del agua. Por
cierto el guía y amigo nuestro, Omar Dzib, nos informó acerca de la creencia que
existe en torno al cenote Zací. Este era una bóveda cerrada pero un día le cayó
un rayo y se partió a la mitad. Además de la belleza en sí misma del cenote, las
distintas autoridades municipales le han acondicionado otros servicios o
atractivos que parecen contribuir a la afluencia que se puede estimar entre 100
y 150 personas diariamente. En domingos y días festivos este número puede
multiplicarse. Se ha instalado en el área un restaurante y un auditorio para la
realización de diversos eventos sociales, que por cierto son muy frecuentes. Hay
un modesto zoológico que alberga a ejemplares faunísticos de la región. Además
se ha creado un museo con tres recintos exponiendo fotografías y objetos
antiguos que hablan del pasado de Valladolid y artesanías regionales.
Además de lo anterior, personas de las comunidades cercanas o del mismo
Valladolid, llevan a vender sus artesanías típicas de su lugar de origen con la
anuencia de las autoridades municipales. Con todo esto puede percibirse que en
pequeña escala, la existencia del cenote promueve algunas fuentes de trabajo.
Con el propósito de guiar a los visitantes y obtener de ellos una propina hay
aproximadamente 50 niños de 12 años de edad en promedio y forman con los
clavadistas el grupo de personas que reciben los beneficios económicos de manera
directa. Los clavadistas en número de 50 también han formado un gremio amparado
por la Virgen de Guadalupe, razón por la cual se hizo un altar en plena bóveda,
la cual mide desde su punto mas alto hasta el espejo del agua 26 metros.
CENOTE SAMBULÁ
Este cenote, ubicado en plena ciudad de Motul, fue acondicionado inicialmente
por Felipe Carrillo Puerto y desde la época de los hacendados el lugar ya era
muy visitado (LAVIADA; 1978: 71). De acuerdo con nuestros informantes, uno de
los dueños anteriores del lugar, tenía una hija pequeña de la que se cuenta que
en una ocasión, andando por los alrededores de la casa, se perdió. Los padres
buscaron a la pequeña durante años, pero no apareció. Sin embargo en la búsqueda
encontraron el cenote y al ver la magnitud de la bóveda y la de las aguas
subterráneas supusieron que la niña se perdió en el sitio. Desde eso se dice que
ella es la dueña del cenote y ésa es la razón de porqué todas las personas
ahogadas son varones. En este lugar la infraestructura construida parece haber
sido demasiada. En el caso del piso de concreto sus bordes cubrieron parte del
espejo del agua y ahora el líquido reclama su espacio destruyendo los bordes de
la explanada. Incluso en una parte de la orilla el agua ha penetrado dos metros
bajo el piso. Otro aspecto llamativo en este cenote son los pasamanos de la
escalera que bien podría estar en una elegante mansión pero que en este lugar
contrasta mucho con la naturaleza de irregular de las superficies pétreas.
CENOTE SAJUNKAT
El cenote es atendido eventualmente por las autoridades municipales de Homún y
se ubica frente al cementerio de esta población. Esto significa que en distintos
momentos de su historia se le han hecho obras de infraestructura para adecuarlo
más a su condición de "cenote turístico". El nombre del cenote que en español
significa "sonido de barro" porque cuando la gente se tira al cenote el agua
choca en las rocas y se suena como el barro.
Cuenta este cenote con una escalera lateral de concreto para facilitar el acceso
a los visitantes que vienen de todas partes del Estado y también de otros
países. Lamentablemente algunos visitantes tiran basura y otras, más
inconscientes, se bañan con jabón contaminando de este modo el cenote. El
alcalde manda a una persona para que haga la limpieza del sitio cada dos días
pero al parecer esto no es suficiente. La persona que nos dio la información nos
dijo que la afluencia normal es de 50 personas al día, pero que en sábado y
domingo pueden llegar hasta 300. Un dato que nos parece importante destacar es
el de los beneficios directos que produce el cenote a la gente del municipio y
acontece cuando las escuelas primarias o secundarias de Homún necesitan recabar
fondos para alguna actividad especial, el alcalde concesiona por una semana o
por días el cenote, de tal manera que el dinero de las entradas se destina al
grupo escolar autorizado. Esto funciona igual cuando el grupo solicitante es un
equipo deportivo o un gremio local. El cenote no tiene un vigilante fijo pero
cuando hay mucha gente, el alcalde en turno manda a una persona para que cobre
la entrada. A manera de promoción, hace poco el alcalde mandó imprimir unos
calendarios con la foto del Sajunkat y también instaló unas lámparas eléctricas
en la bóveda con su correspondiente y visible cablería, pero como no hay un
vigilante permanente, se las robaron.
La tercera modalidad administrativa es la que se ha realizado por parte de las
sociedades ejidales y grupos de campesinos solidarios. A continuación se
describen algunos casos.
EL CENOTE KAMBUL
El cenote Kambul, nombre maya del ave Hocofaisán, se encuentra en la comisaría
de Noc Ac, dentro del municipio de Mérida. Al llegar a esta localidad el señor
Silvio Rodríguez nos dijo que en un principio los ejidatarios de Noc Ac se
hacían cargo de la limpieza y vigilancia del cenote. Sin embargo, no todos
cumplían satisfactoriamente el encargo por lo que el Ayuntamiento de Mérida
envió a su personal para las labores mencionadas. De todas formas hoy día, los
alrededores del cenote tienen alguna maleza y por desgracia se hace
indispensable la vigilancia permanente por que al sitio acuden jóvenes y adultos
que consumen alcohol y drogas creando inquietud para los vecinos. La belleza del
cenote se aprecia mejor cuando, el visitante se encuentra ya en el agua cuyo
espejo tiene en sus diámetros principales 13.60 metros por 22.50 metros. Al
perímetro del cenote se le ha construido una barda de mampostería con una altura
promedio de un metro. A pesar de ser un cenote muy conocido y por lo tanto
visitado no se tiene un registro de su afluencia y tampoco se sabe desde cuando
se ha estado utilizando como sitio recreativo pues según nuestro informante
desde que él nació, hace 73 años, ya se conocía el lugar. La gente que visita
este sitio viene de los pueblos cercanos, de las colonias de Mérida, de
diferentes partes del Estado e incluso de otros países en dos y hasta tres
camiones de turismo. En cuanto a la fauna vimos unos peces pequeños de 10
centímetros de largo, sin poder identificar la especie; también hay algunos
murciélagos en la parte más alejada de la entrada principal donde hay un
agujero, al parecer artificial. Para llegar al agua es necesario bajar por una
escalera de troncos delgados cuyos peldaños están próximos a desbaratarse. La
profundidad del agua donde toca fondo la escalera, se estima en 3 metros. Es
notable el efecto de la contaminación en este sitio pues se encontró basura,
como bolsas y botellas de plástico. Como no hay reja que impida el paso, el
ganado de Caucel entra y defeca en el área. Estos animales se comieron unos
arbolitos de injerto que se habían sembrado para tener un poco de sombra. Con la
intención de mantener limpio el lugar se colocaron dos tambores para basura en
la entrada, pero al poco tiempo una persona se los llevó para venderlos como
chatarra.
CENOTE XKEKEN
El cenote Xkeken, de la comisaría de Dzitnup, municipio de Valladolid, Yucatán,
es conocido internacionalmente por sus aguas color turquesa y su imagen ha sido
impresa en muchos miles de postales y revistas. Hay una anécdota que da origen a
su nombre y es la siguiente: "Un señor salió a cazar venado en el monte, pero no
vio ningún venado, sólo un jabalí, le disparó, pero no le dio bien, dándole nada
más en la espalda. Cuando el jabalí entró en ese huequito, chorreando de sangre,
el señor iba detrás de donde chorreaba; quiso entrar pero no pudo, por los
bejucos, como tenía machete, lo chapeó y lo puso a un lado y fue a avisar a la
gente de Dzitnup, pero no le creyeron tan rápido, ya que era tiempo de secas y
no había agua. Insistió y mandaron a tres personas con lámparas y velas viendo
que era cierto, que era un cenote; subieron por donde estaban unas grutas y
vieron que habían dos marranitos y una lechona que tenía crías por lo que le
pusieron el nombre de Xkeken".
Xkeken cuenta con un área de servicios que está muy bien atendida y supervisada
por los mismos ejidatarios de Dzitnup; en el interior del cenote hay una
constante limpieza y vigilancia. Todos los recursos que se generan benefician
directamente a la comunidad sirviendo para realizar mejoras de infraestructura y
servicios tales como pagar consultas médicas, medicamentos a los enfermos y pago
del agua potable de toda la gente (BOJÓRQUEZ; 1997). Los ingresos son
administrados por las autoridades ejidales de Dzitnup y la afluencia se calcula
entre 100 y 150 personas al día. Los sábados y domingos no se puede contar,
porque el número de visitantes es extraordinario. El espejo del agua es de forma
más o menos elíptica con 39 metros en su diámetro mayor y 26 en el menor. La
profundidad de Xkeken, a decir de nuestro informante varía desde uno a 15
metros.
GRUTAS TZAB NAH
Conocidas también como las Grutas de Tecoh, Tzab Nah significa "La casa de la
serpiente cascabel" o "El palacio del Rey". Quizá el rasgo distintivo de estas
grutas sea el que, en su interior existen catorce cenotes o lagos subterráneos.
Los vestigios materiales encontrados en esta gruta indican que en el pasado fue
utilizada por diversos grupos humanos ya sea como refugio o simplemente como
abastecedora de agua. Ramírez Aznar cita, en una publicación de la prensa local,
el trabajo del arqueólogo Gustavo Stromsvik señalando la recolección de piezas
arqueológicas en material de piedra, cerámica y madera. Menciona también una
leyenda que hace referencia a un guerrero maya, descendiente de los Cocom, que
por motivos de guerra se refugió en esta caverna por varios años sin ser
descubierto (RAMÍREZ; 1991). Otra anécdota muy contada es la del señor que se
ahogó y días después, su sombrero apareció en un cenote de Maní. Quienes cuentan
el relato concluyen que ambas cavidades tienen comunicación por un conducto
subterráneo.
La gruta tiene una fauna muy variada que consiste en amblipígidos, arañas,
escarabajos, grillos, hormigas e iguanas. En las cristalinas aguas de los
cenotes se han encontrado diversas especies acuáticas como camarones y anguilas
ciegas. Cabe mencionar que después de 80 años de descuido hoy día el cenote es
custodiado por los integrantes de la "Sociedad de Solidaridad Social TZAB NAH",
quienes además fungen como guías. Durante esos años las cavernas fueron
reportadas muchas veces con el propósito de destacar sus atributos. Sin embargo
es en 1991 cuando recibe uno de los beneficios más importantes por parte de los
miembros del Espeleogrupo Yucatán A.C. quienes elaboraron un plano completo de
la caverna iniciando con esto un proyecto de conservación y aprovechamiento que
tiene hasta el día de hoy.
BOLONCHOJOL, CHACSINIKCHE Y CHELEMTUM
Un grupo de ejidatarios de la hacienda Chunkanan, en el municipio de Cuzamá, se
ha organizado para ofrecer la oportunidad de conocer los atractivos de este
rincón del estado de Yucatán, especialmente a quienes les interesa el turismo
ecológico y el espeleobuceo. Se trata de una ruta de tres cenotes que se recorre
sobre una plataforma llamada "truck" que se desliza sobre las vías similares a
las del tren, pero más pequeñas. La fuerza motriz de los trucks son los caballos
porque en ellas transitan carretas tiradas por uno o dos caballos. Para comenzar
este recorrido tenemos que trasladarnos a la hacienda Chunkanan, que en maya
significa "hamaca o sábana grande", que pertenece al municipio de Cuzamá. Para
nuestra expedición contratamos a Don Víctor Dzul, dueño de un truck en el cual
nos fuimos a los cenotes de la ruta inmersa en pleno monte. Nuestro guía decidió
llevarnos primero al punto más lejano y de allí retornar haciendo escala en cada
sitio de interés. El primer cenote, Bolonchojol, nombre que significa "nueve
agujeros de ratón", sólo deben describirlo los poetas, porque su belleza deja
sin palabras a cualquier humano común. Desde el centro de su bóveda parcialmente
colapsada con una altura de 11.60 metros caen los rayos del sol sobre un espejo
de agua que en su diámetro mayor tiene 27 metros y en el menor 20.60 metros.
Después de bajar la escalera de acceso al cenote los sentidos del visitante se
impactan con la apariencia azul del agua iluminada en su parte central. Al
bañarse en sus cristalinas aguas el cuerpo retoma las fuerzas para continuar el
viaje.
La segunda estación se hace en Chaksinikché, que se traduce como "la hormiga que
habita en el árbol de la madera roja". Es también impresionante por el azul
transparente de sus aguas contenidas en un diámetro de 19.5 metros.
Por último, llegamos a Chelemtum, el mayor de los tres pozos con el acceso
facilitado por una escalera de mampostería de 9.60 metros de altura. Chelemtum
significa, de acuerdo con nuestro informante, "arco iris de piedra". Desde el
punto de entrada se puede contemplar una gran bóveda que alberga un espejo de
agua cuya longitud es de 47.5 metros con 12 metros de ancho en promedio. En la
entrada del cenote donde la luz es suficiente pudimos ver a los naturales
habitantes de las aguas subterráneas: los bagres negros. Arriba en los nichos de
la bóveda están las golondrinas y los murciélagos compartiendo la penumbra
fascinante de Chelemtum.
En unos casos más que en otros, los grupos ejidales y solidarios han hecho un
gran esfuerzo por aprovechar el recurso cenote y mantener sus condiciones
ecológicas estables. Pero la falta de parámetros que indiquen el manejo adecuado
de este recurso puede traer consecuencias indeseadas a largo plazo. Es urgente
un estudio formal de esta actividad y un reglamento regule la forma e intensidad
del aprovechamiento de los cenotes.
Parte 2
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