La
Parálisis
Cerebral Infantil es un trastorno neuromotor identificado por primera vez por el
doctor William Little a mitad del Siglo XIX. El doctor Little fue director del
Hospital de Londres y posteriormente fundó el Hospital Ortopédico Real. Cuando
identificó la P.C.I. la asoció a problemas del parto, ya que entendió que era
una afectación motora producida en el periodo perinatal.
Si bien esta definición es un punto de partida, no podemos dejar de entender
que deja fuera otros factores que inciden sobre la conducta de las personas con
P.C.I., a saber: por una parte en esta definición se deja muy claro que se
trata de un trastorno motor, pero en ningún caso da pie a pensar que la P.C.
lleva asociados otros trastornos de tipo sensorial, perceptivo y psicológico Es
muy importante recordar que la Parálisis Cerebral Infantil, pese a su
aparatosidad, no tiene porque suponer una afectación a nivel cognitivo, por
tanto, no debemos descartar la posibilidad de realizar intervenciones desde
paradigmas o aproximaciones cognitivitas En este sentido podemos añadir que
tradicionalmente se ha entendido que las personas con Parálisis Cerebral
Infantil tenían mermadas sus facultades cognitivas, concepción que era por
aquellos tiempos extendida a cualquier deficiencia tanto motórica como
sensorial, de forma que se les negaba cualquier oportunidad de desarrollo
personal, integración y adaptación lo que supuso abordar el tema desde un
punto de vista meramente biologicista o médico. Sin embargo, a raíz de la
consideración de que no tenían por qué tener afectado. Con el nivel cognitivo
se abrieron las puertas a intervenciones psicológicas que incluso asumiendo en
ocasiones la merma real de las facultades internas.
El concepto de P.C.I. aunque es aceptado hoy día, sigue generando alguna
controversia ya que mientras para unos constituye un síndrome perfectamente
delimitado, para otros no es más que un síndrome genérico susceptible de
acoger en su seno diversos trastornos motóricos. Por ello es fácil suponer que
la definición de la P.C.I. es tan ambigüa o tan concreta como sigue:
“
Trastorno no progresivo de la movilidad o de la postura que se debe a una lesión
o anomalía del desarrollo del cerebro inmaduro”efectúales que dieron pie a
intervenciones.
Entendemos que es un trastorno que no se agrava con el paso del tiempo y que su
origen se encuentra en un problema durante el desarrollo del cerebro.
1. Si bien esta definición es un punto de partida, no podemos dejar de entender que deja fuera otros factores que inciden sobre la conducta de las personas con P.C.I., a saber: por una parte en esta definición se deja muy claro que se trata de un trastorno motor, pero en ningún caso da pie a pensar que la P.C. lleva asociados otros trastornos de tipo sensorial, perceptivo y psicológico