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LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LOS SENTIDOS

EN UN PRINCIPIO...

En un principio fue el habla, el lenguaje hablado. Le siguieron los símbolos y los sistemas de signos. El lenguaje se convertiría más tarde en un producto material gracias a la escritura, y su masificación se consagraría con la llegada de la imprenta. El libro es el primer gran producto cultural de la humanidad, pues en él se puede registrar todo, absolutamente todo, pues no existe cosa que no sea posible expresar mediante la palabra, escrita o hablada. Así se lograba un gran paso: describir la realidad, registrarla y distribuirla...

Pero otro anhelo era simultáneo: reproducir la realidad. En un espacio cercano a un siglo lograría satisfacerlo casi completamente. La fotografía le permitió captar la imagen, luego el fonógrafo registraría el sonido, más tarde, el cine reproduce el movimiento para luego sumar el sonido a la imagen; actualmente el holograma reproduce la tridimensionalidad de nuestro mundo; la máxima expresión la trae consigo la realidad virtual; y hay mucho por esperar. Ahora, el hombre se adueña de la realidad, la reproduce y la distribuye...

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LOS SENTIDOS

Mucho se ha dicho sobre nuestra generación, dominada por entero por la comunicación visual. Cierto es que la vista ocupa un lugar preponderante en la percepción del mundo, pero todos nuestros sentidos se interrelacionan, y se complementan entre sí. Cuando me refiero a los sentidos, no hablo únicamente de los tradicionales cinco (vista, oído, tacto, olfato y gusto), sino a los once mencionados por la psicología (gusto, olfato, cinestésico, vestibular, tacto, presión, calor, frío, dolor, oído y visión). El aprendizaje, la memoria, pensamiento y lenguaje, aunados a el habla, constituyen al ser humano en su interacción con el mundo. La interrelación con el mundo y las diversas fuentes de información conforman un vasto banco de datos que los seres humanos almacenamos en nuestro cerebro (memoria), esta información es captada del mundo real por medio de los sentidos, y concebimos una gran variedad de imágenes y conceptos.

La vista es ciertamente la que juega un papel primordial en la alimentación de dichos datos en nuestra mente, por su conducto distinguimos características como: tamaño, forma, color; y otras características que no son exclusivas de dicho sentido: textura y temperatura son compartidas con el tacto, por ejemplo; la vista y el oído se conjugan para detectar distancias, movimientos. Quizá de los cinco sentidos clásicos, sean el olfato y el gusto los que menos interactúan con el mundo, o tal vez sólo sean tomados como secundarios, pues a nadie asustaría tanto perder el olfato o el gusto, si comparamos a el miedo que nos causaría perder cualquiera de los otros tres, para muchos de nosotros es terrible el sólo temor a quedar ciegos, sordos, o perder el tacto... pero se suma a esta lista de temores el pensar en perder cualquiera de los otros sentidos. Al perder el habla, se modifica drásticamente nuestro contacto con el mundo, perder el sentido de la orientación y el equilibrio, la memoria, son posibilidades que a todos los seres humanos nos aterra.

Pero es muy cierta una regla: al perder un sentido, los otros se agudizan. El más claro ejemplo nos lo dan los ciegos, que al perder la vista se les agudiza ampliamente el oído, el tacto, el olfato, y por ende los otros sentidos. Su memoria, y su sentido del equilibrio y la orientación se modifican, y lo llegan a dominar con una habilidad que a muchos no ciegos nos sorprende.

Lo anterior lo expongo porque siempre me ha parecido que hay una gran similitud entre los sentidos, y los medios masivos de comunicación. Sólo que hay un detalle, todos los medios tienen atrofiado uno o varios sentidos; no hay un sólo medio de comunicación que tenga todos los sentidos que posee el hombre, por lo tanto, ninguno de ellos puede reproducir la realidad tal cual para comunicársela a los demás.

Siendo pues, los medios, una especie de hombres con algunos sentidos atrofiados, se han visto en la necesidad de agudizar los pocos sentidos que tienen completos para así dar la sensación de reproducir la realidad lo más semejante posible, pero no en un sentido realista-naturalista, sino más bien figurado y hasta metafórico, en ocasiones simbólico. Por tal motivo, cada medio ha desembocado en la creación de un lenguaje propio, que les ha servido para compensar sus carencias.

Se busca pues, que todos los sentidos del receptor se pongan en juego, a través de una serie de evocaciones parciales que el mismo receptor se encargará de completar. Es así como el medio (con varios sentidos atrofiados) logra trasmitir su mensaje al receptor (que tiene sus sentidos completos).

LOS MEDIOS ESCRITOS

Los medios escritos por ejemplo (sin ilustraciones, sólo texto), pese a ser visuales, en el sentido que se mencionan aquí no lo son (pues en el texto no hay una reproducción realista o naturalista del mundo). Se nos presentan una serie de signos, que representan una serie de significados, aislados y/o agrupados. Dichos signos nos hacen evocar imágenes y conceptos previamente almacenados en nuestra memoria, y ponemos en juego una gran herramienta: la imaginación. A través de la evocación de elementos almacenados en forma aislada, podemos reconstruir la imagen sugerida, sea o no posible en el mundo real, en nuestra mente lo es, pues nuestros sentidos en forma aislada o conjunta se han encargado de almacenar la información necesaria para poner en juego la imaginación. Entre menos elementos miméticos nos presenta un medio, mayormente pondrá en juego la imaginación, descrita como la capacidad de reconstruir o crear imágenes --posibles o no en la realidad--, evocando la información contenida en nuestra memoria y que ha sido alimentada por los sentidos.

Otra característica en los medios escritos es la de que entre menos descriptivos sean, dan mayor libertad a la capacidad imaginativa del receptor. En lo personal, me agradan más las descripciones sencillas y hasta metafóricas (como la que hace Juan Carlos Onetti en uno de sus cuentos, donde describe: "un baño en ruinas y desaseado", descripción que permite una gran libertad imaginativa al lector), que las demasiado detalladas ( por ejemplo, la descripción que hace Emilio Zolá del cuarto de Naná, donde describe hasta el último detalle de los decorados). Es así, como un medio, tal vez el menos realista de todos --en apariencia y a primera vista--, demuestra que es un gran evocador de imágenes, de la imaginación.

TEXTO MÁS IMAGEN

Un texto apoyado con una fotografía o un dibujo reduce un poco, nuestra libertad de imaginación, pues nos sirve de pauta la ilustración, y reduce así muchas de nuestras posibilidades imaginativas. Aunque también hay una ventaja: almacenamos una imagen (visual), a nuestro banco de datos, y nos servirá para futuras evocaciones, e incluso para corregir o modificar evocaciones pasadas. Esto sucede por ejemplo, cuando vemos por vez primera la ilustración del rostro de algún personaje que de alguna otra forma ya conocíamos (conceptualmente, acústica, o meramente descrita verbal o en forma escrita), en nuestro banco de datos ya lo teníamos catalogado con alguna imagen creada por nuestra imaginación. Esa imagen va de la mano con el expediente que tenemos de ese personaje (almacenado en la memoria, claro), al entrar en contacto con la imagen "real", ésta sustituye a la imagen anterior, pero sin eliminarla del todo, pues se fusiona con la imagen imaginaria.

También un campo donde conviven texto e imagen, pero de manera más interrelacionada, lo es la historieta; un medio con varios sentidos atrofiados, pero que los logra compensar mediante su lenguaje. Combinación ideal de lo logrado por el dibujo y pintura, y la palabra escrita. Son evidentes aquí las formas, los colores, la perspectiva (sensación de volumen), características de la pintura y el dibujo, y sus implicaciones simbólicas; y por la palabra escrita, que aparte de tener la capacidad evocativa de que es capaz la escritura (pero con un radio de acción más limitado por la presencia constante de la imagen). Reduce la libertad imaginativa, pero la despierta en otro sentido, no los tiene en realidad, pero nos da la sensación de volumen (intensidad de los sonidos), y el movimiento. A partir de la información dada o sugerida, nuestra imaginación reconstruye o construye en las imágenes la información faltante.

MEDIOS AUDIOVISUALES

Siguen aquí los medios audiovisuales, que además de mostrar texto, ya sea en forma escrita, o sustituido por medio de la palabra hablada, incluyen otra gama de imágenes, como son las acústicas. Voz y sus cualidades, ruidos y música, y todas su posibilidades, pero limitando la libertad imaginativa con la presencia de la imagen y las cualidades inherentes a la misma. El diaporama (o algún otro medio que tenga sonido e imágenes estáticas (sin animación, pues una imagen estática puede tener movimiento figurado), es el primero en la lista. El teatro entra en estos, pero es rebasado por el manejo que en lo visual hacen otros medios, con el manejo de los planos, inspirados en la mirada de un ojo atento a los acontecimientos, pero con la ventaja de que se está en presencia de seres de carne y hueso. Siguen el video, que ya incluye el movimiento. El medio audiovisual más encumbrado es el cine, que gracias a los elementos que incluye, a su lenguaje, y a su calidad de imagen, logra la más cercana reproducción mimética de la realidad, sólo no entran en juego el olfato, el gusto y el tacto; este último es atendido por otro medio, no totalmente desarrollado: los espectáculos virtuales. Entre más sentidos entren en juego con los medios de comunicación, y reproduzcan más miméticamente la realidad, reducen mayormente la libertad imaginativa del individuo.

Basado en lo anterior, y siempre relacionándolo con la capacidad y libertad imaginativa del receptor, me ocuparé de el medio en cuestión: la radio.