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La sangre y el fuego

Cielo de las águilas, único lugar
Sólo ellas arriba saben toda la verdad
Como todos los caminos forman una red
La historia de los hombres allí presa pueden ver

Una vida en cada linea habrán visto dejar
Una historia en cada cruce, a cada hombre al pasar
Cuentan que hay un monte como un pecho de mujer
Que dos caminos cortan. La leyenda dice que
No llueve sobre él

Él era sincero, el primero en pensar bien,
La nube en la cabeza, las alas en los pies
Pero no era más que un hombre y si una vez se equivocó
Nadie fue culpable: nadie es dueño del error

Un jinete oscuro sabe que él va a trabajar
Y tarda varios días, si hay tormenta, en regresar
Con el primer trueno, ella oyó también su voz
Llamar a su puerta y ofrecerle su calor

Donde el fuego lleva hasta la sangre su calor
Nunca el alma pude ser mayor que la pasión
Se levanta la locura cuando duerme la razón
Y de puntillas anda alrededor

Ella muere con la ausencia, al día un poco más
Pero la impaciencia no traiciona la verdad
El desprecio del jinete es como un animal
Si abandona un sitio siempre deja una señal

Una noche oscura cerca del amanecer
La nube quiso descansar, así él pudo volver
Y las huellas que la lluvia no pudo borrar
Cerca de su puerta le esperaban ver llegar

El cielo era de plata y una grieta en el se abrió
Del color del oro: la primera luz del sol
La sangre y el fuego hablaron a la vez
"Dios, quíteme las fuerzas o he de verla enloquecer"

Dijo, entrando, "mira, aunque no encuentro la razón,
Hoy me sabe a poco tu corazón"
Cerró el puño en alto y en el cuarto a media luz
Le abrió sólo una herida con la forma de una cruz

Donde el fuego lleva hasta la sangre su calor
Nunca el alma pudo ser mayor que la pasión
Se levanta la locura cuando duerme la razón
Y de puntillas anda alrededor
 

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