Cansado del típico vivir de la ciudad: oficina, casa, paredes, ventanas, asientos, computadora, líneas de producción, industria, etcétera: "un mundo de materia transformada", me propuse a crear una actividad la cual consiste en andar en bicicleta por aquellos rincones naturales o de arquitectura suave en la ciudad.
Ardillas, tlacuaches, coatis, peces, garzas, gavilanes, aguilar, patos silvestres, patos domesticos, serpientes, osos, ocelotes, coyotes; ríos, ojos de agua, cascadas pequeñas, tuneles, vegetación, arboles enormes o muy anchos y construcciones amigables para el ambiente; forman parte del ecosistema de la ciudad ocultos ante tus ojos los cuales contaminados de tecnología, moda, compras, necesidad, poco tiempo, etcétera no se dan el tiempo de voltear a ver esos lugares donde bien podrías pasar un rato agradable con tu familia.
Lugares como el Río la silla desde su nacimiento hasta su desenbocadura, Cerro de la Silla, Cerro de las Mitras, Sierra Madre Oriental, etcétera son infinitamente ricos en biodiversidad y son un tesoro inexprado aun para el turismo de la región.
Lo primero que te pasará por la mente es una rica carne asada en esos lugares.
Acostumbraba llevar a mi perro labrador para que nadase en las aguas del Río La Silla e incontables ocasiones persigui patos, ardillas y tlacuaches más nunca deje que matese alguno, salvo un pez de buen tamaño que saco del agua y se comio de 3 mordidas.
