La alopecia o calvicie es frecuente y muy común, especialmente en hombres. Minoxidil se utiliza como tratamiento para frenar la caída del cabello, funcionando como vasodilatador y permitiendo una mayor irrigación sanguínea, y por tanto más oxígeno, al cuero cabelludo, favoreciendo así el crecimiento de folículos capilares.
Se estima que la DHT es la causante de la caída del cabello. Formada por testosterona, la DHT se introduce en los folículos capilares a través de las glándulas sebáceas, encogiéndolos y endureciéndolos, además de reducir el flujo sanguíneo en la zona.
La eficacia del Minoxidil radica en que es una droga estable e inactiva, pero al penetrar en la piel del cuero cabelludo se convierte en activa e inestable. El cuerpo produce entonces un catalizador denominado sulfonil-transferasa que convierte el minoxidil de estable e inactivo a minoxidil-sulfito, activo e inestable. Entonces, dicho compuesto activa los canales de potasio en las células, provocando así el crecimiento del cabello.
La caída del cabello es un problema que afecta a 1 de cada 3 hombres en el mundo. Conocido como Alopecia Androgénica, este mal de origen genético se incrementa debido al estrés del día a día, los nervios y la ansiedad. En el caso de las mujeres, las principales causas de pérdida de cabello son la herencia en un 90%, y el envejecimiento. Suele ser un cabello fino y es probable que pueda comprobar la misma caída del cabello en sus padres o abuelos.
El minoxidil es el único tratamiento para frenar la caída del cabello, que puede utilizarse sin receta médica, y con eficacia demostrada en varios estudios en los Estados Unidos.
Los resultados del minoxidil comienzan a verse entre el cuarto y el sexto mes desde que comienza la aplicación. Antes puede que salga algo de vello como pelusa, pero el cabello no crece hasta el cuarto mes. Al octavo mes ya alcanza su máxima eficacia, y se mantiene así mientras se siga aplicando el producto.