Boletin
(Domingo Pasado)



La Presentación de la Salvación

"Porque aún siendo nosotros débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos." (Ro. 5.6-21).

He oído lo que hacen algunos ministros para hacer crecer la iglesia y temblé; sacrifican por el "éxito" todo, aun el evangelio. Convierten la iglesia en algo que ya no es iglesia, no en cuerpo al cual uno se añade esperando ser salvo sino en algo para vivir, para estar, para sentirse bien. La organizan para producir discípulos, como una maquinaria proselitista, semejante a lo que hacen algunas sectas herejes, que se disputan el mayor número de adherentes en el mundo, y por el bueno y virtuoso liderazgo de hombres ganan muchas gentes. Una iglesia grande puede ser una gran mentira, un gran engaño; y una gran tentación para los pastores de congregaciones pequeñas cuyos que sufren por el lento engrandecimiento de sus rebaños, que ven en esos nuevos "métodos" que desmiembran completamente la organización dada por el Espíritu Santo, una mejor alternativa, menos dependiente de la bendición de Dios y más del esfuerzo humano, para realizar sus sueños de tener una iglesia grande, un buen edificio y muchos ministerios remunerados económicamente; y por supuesto, la gloria de los hombres. El inicio de la salvación, según el NT, no se logra por entretenimiento del pecador ni agasajo de su yo, no tiene que ver con la complacencia humana ni el elevado sentido de autoestima. El inicio, continuación y santificación de un pecador es doctrinal, y tiene que aprenderlo y practicar así su salvación hasta el día de su muerte porque son las verdades de lo que ha ocurrido, en su interior y fuera de él. Salvación quiere decir ser librado de la ira de Dios (9). Nota que se dice salvo, no de las consecuencias del pecado, o de la esclavitud y señorío, de su amargura, sino de la ira de Dios. No podemos ser renuentes a definir a Dios airado contra el pecado. Debemos enseñar a la gente "el temor de Dios", que lo conocemos y lo practicamos (2 Co 5.11; 7.1). Lo que es el pecado y la terrible condenación o destrucción que hay sobre él, hasta que por la virtud del Espíritu Santo la gente pregunte: ¿Qué debo hacer para ser salvo? La salvación se define como una reconciliación del pecador a Dios; ¿piensas en tu salvación como una reconciliación entre tú y Dios, que ser salvos es convertirse en amigo de Dios. Ese término, amigo de Dios, es casi equivalente en el NT a reconciliación. Pero no te pienses con lástima, como una pobre criatura necesitada, sino como un ser que es enemigo de Dios, si practicas el pecado eres enemigo de Dios, si tienes una mente carnal eres enemigo de Dios y si te haces amigo del mundo eres un decidido enemigo de Dios. No puedes hacer nada para ser reconciliado con Dios sino aceptar el sacrificio de Cristo (10). La salvación se define en término de justificación (16) que equivale a absolución, como opuesta a condenación, a culpabilidad, no más acusación, no por inocencia sino según perdón. Fíjate que en todo el texto está implícita la cruz, es el centro mismo de la salvación, el lugar donde se ha operado toda la maravilla del perdón. No son las ventajas de la vida cristiana los medios para la salvación sino el conocimiento del pecado. Dios haga que sientas esa abundancia, tristeza. Ese es el evangelio y la iglesia el cuerpo de Cristo al cual te unes no para pasarla bien, no para realizarte como líder, sino para participar de una misma esperanza, para recibir el don de la justicia de Cristo, los beneficios de su cruz, con una visión escatológica de la salvación y de la propia vida cristiana. HP.


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