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Polisacáridos

 

 

Los polisacáridos como la celulosa y el almidón, contienen muchas moléculas de azúcar simples unidas entre sí.

 

Los polisacáridos están constituidos por monosacáridos unidos en cadenas largas. Algunos de ellos son formas de almacenamiento del azúcar. El almidón, por ejemplo, es la principal reserva alimenticia de la mayoría de las plantas. El almidón tiene dos formas: la amilosa y la amilopectina, ambas formadas por unidades de glucosa acopladas.

El glucógeno es la principal forma de almacenamiento del azúcar en la mayoría de los animales. En los vertebrados, el glucógeno se almacena principalmente en el hígado y el tejido muscular. Si hay un exceso de glucosa en el torrente sanguíneo, el hígado forma glucógeno. Cuando la concentración de glucosa en la sangre cae, la hormona glucagón, producida por el páncreas, se descarga en el torrente sanguíneo; el glucagón estimula al hígado para hidrolizar el glucógeno a glucosa, la cual entra en la sangre.

 

Polisacáridos estructurales.

 

Una función principal en las moléculas de los sistemas vivos es formar los componentes estructurales de las células y los tejidos. La principal molécula estructural de las plantas es la celulosa. De hecho, la mitad de todo el carbono orgánico de la biosfera esta contenido en la celulosa. La madera es aproximadamente 50% de celulosa y el algodón es celulosa casi pura. Las moléculas de celulosa forman la parte fibrosa de la pared de las células vegetales. La celulosa es un polímero compuesto de monómeros de glucosa, así como los son el almidón y el glucógeno.

 

Para comprender las diferencias entre los polisacáridos estructurales y los de almacenamiento de energía debemos considerar nuevamente la molécula de la glucosa. Sabemos que ésta molécula esta formada por una cadena de 6 átomos de carbono y que cuando esta en solución adopta forma de anillo (forma alfa o forma beta). El almidón y el glucógeno están constituidos completamente por unidades alfa. La celulosa, sin embargo, consiste íntegramente en unidades beta. Esta ligera diferencia produce un profundo efecto sobre la estructura tridimensional de las moléculas, que se alinean en paralelo, formando microfibrillas cristalinas de celulosa. Como resultado, la celulosa es impermeable a las enzimas que degradan tan exitosamente a los polisacáridos de almacenamiento.

 

La quitina, que es un componente principal de los exoesqueletos de los artrópodos, como los insectos y crustáceos, y también de las paredes celulares de muchos hongos, es un polisacárido modificado, resistente y duro.