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Prestigiosos científicos aseguran que no es sólo ciencia ficción.

Según la Teoría de la Relatividad de Einstein, el viaje en el tiempo es teóricamente posible. Por eso, ahora discuten cómo lograrlo en la realidad. Las ideas que tienen más fuerza.

El arduo trabajo científico del físico Albert Einstein continúa dando pie a las más alocadas teorías sobre hipotéticos viajes a través del tiempo. Y no es ciencia ficción sino la más pura especulación científica. Gracias a su Teoría Especial de la Relatividad de 1905, no pocos especialistas repiten que tal cosa es teóricamente posible.

El tiempo, según Einstein, no es una propiedad fija del Universo (como indicaba Newton), sino una propiedad relativa de las cosas en movimiento. Un reloj que se mueve mide el tiempo más despacio que uno fijo. Ergo, un reloj en movimiento viaja hacia el futuro en relación con el reloj fijo. En 1975, Carol Allie, de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, sincronizó dos relojes atómicos, uno de los cuales fue puesto sobre un avión y se lo mantuvo en viaje varias horas. Al regresar, el reloj aerotransportado había medido una fracción de segundo menos que el reloj que nunca se movió de la Tierra.

Según declaró a la revista Popular Science el astrofísico J. Richard Gott III, de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, "Sergei Avdeyev es el viajero del tiempo más importante que tenemos hasta ahora". Gott se refiere al cosmonauta ruso que estuvo dos años a bordo de la estación Mir, viajando a 28.000 kilómetros por segundo. Estuvo una quincuagésima parte de un segundo en el futuro.

La hipótesis indica que si alguien algún día puede viajar a la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo), y se va a quinientos años luz, al regresar a la Tierra habría envejecido mil años pero para el viajero sólo habrían pasado diez años.

Para viajar al pasado, qué remedio, la cosa se complica aún más. No se trata de ir en sentido contrario: si para allá vamos al futuro, hacia el lado opuesto iremos al pasado. No es tan simple. Y encima surgen dudas: qué pasa si alguien va para atrás en el tiempo y altera el futuro.

Michael Fox, en Volver al futuro, veía cómo desaparecían él y sus hermanos en una foto porque su mamá, aún adolescente, se enamoraba de él mismo en lugar de su padre. Un despiole bárbaro, al que los científicos definieron catedraticamente como paradoja. Algunos consideran que el propio Universo impediría la creación de las paradojas. Otros sostienen que todo problema puede resolverse de forma matemática, sin generar paradojas temporales. Para el físico Diego Mazzitelli, de la Universidad de Buenos Aires, si bien los viajes temporales son posibles en la teoría "existen especulaciones que no tienen mucho asidero, porque se violan leyes físicas como la causa y efecto".

Se sabe que toda forma de energía puede modificar y curvar el espacio-tiempo. Si el espacio-tiempo es un colchón, por ejemplo, al que se le coloca algo muy pesado en el centro, éste se hundiría y los bordes se levantarían. Y si al colchón se le aplicaran fuerzas monstruosas que lo plegaran sobre sí, logrando que los extremos se toquen, se conseguiría el tan ansiado pasaje de un tiempo a otro. Por eso algunos científicos comenzaron a mirar a los agujeros negros —verdaderos "pozos ciegos" que absorben todo lo que los rodea—, y vieron cómo afectan al espacio-tiempo llevándolo al punto de ruptura, creando una hendidura en el agujero negro.

Einstein habló de canales y hoy se los conoce como agujeros de gusano. Son fabulosos atajos, pero presentan dos complicaciones: son tan grandes como un átomo y sólo permanecen abiertos una fracción de segundo. Kip Thorne, del Instituto de Tecnología de California, creó una fórmula que, matemáticamente, explica cómo funcionaría una máquina del tiempo. Con antigravedad es posible manipular los agujeros de gusano casi al antojo del viajero. Además, hace falta desincronizar los dos extremos del agujero de gusano para que efectivamente se produzca el viaje temporal, y no sólo espacial. Para ello, Thorne se basó en lo expuesto más arriba (que el tiempo se hace más lento para los objetos que se mueven rápido): encapsuló uno de los agujeros negros en antigravedad y lo mandó a pasear a la velocidad de la luz. Si alguien se aventurara por el extremo fijo del agujero de gusano saldría por el extremo móvil muchos años antes. Y el viaje al pasado sería un hecho.