El cierre de operaciones en la importante empresa minera Inti Raymi, era un hecho debidamente planificado y que de manera muy clara se estableció en las reglas juego de explotación del portentoso Kori Kollo, el cerro de oro que fue desapareciendo en la medida que se rescatan miles de gramos del metal precioso de miles de toneladas de la tierra mineralizada. Como es de suponer, en el plan de cierre ya se establecieron condiciones para reponer ciertos factores de seguridad ambiental para la continuidad de la vida de los pobladores de esa región.

Actualmente los ejecutivos de Inti Raymi, incluido su gerente norteamericano de la Newmont Gold Company, saben que deben cumplir con ineludibles obligaciones de remediación de los terrenos utilizados para la gigante operación minera, que se constituyó en la más importante del último tiempo, por la tecnología utilizada, por la fuerte inversión y naturalmente por la millonaria recuperación de utilidades. Esos factores indudablemente han reportado buenos promedios de rentabilidad, al punto que no hace mucho se anunció de manera oficial -no podía ser de otra manera- la transferencia de las modernas instalaciones del campamento, incluidas por supuesto viviendas y oficinas, como también el aeropuerto que utilizó la empresa y que en adelante se convertiría en una moderna terminal aérea internacional.

Hasta ahí, todo parece cumplirse como se había previsto, y por supuesto que sin ser absolutamente una justa retribución, es una interesante compensación. Pero, como lo señalan los pobladores de la región, lo más importante será la garantía que Inti Raymi ofrezca para el reinicio de la actividad tradicional de centenares de familias que se ocupan de la agricultura y la ganadería. Para ese objetivo el punto clave es la seguridad ambiental que debe darse en condiciones óptimas y de manera perdurable, para restablecer el hábitat de un pedazo de la geografía orureña que alteró su cotidiana costumbre y que dio paso temporal a la explotación de la riqueza mineral dormida en las entrañas de su montaña.

Las garantías exigibles, están relacionadas con los manifiestos ambientales y se ha mencionado que el "plan de cierre expuesto en 1999" al Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente en ese tiempo, debería ser ahora un requisito que devuelva seguridades a muchas familias que desde la década de los años 80 han dejado sus faenas tradicionales sin provecho alguno y ahora deben retomarlas, pero con las seguridades que conlleva tal situación.

Sin rechazar la opción de convertir Inti Raymi en un parque industrial con una infraestructura de lujo, además de las posibilidades de tener un aeropuerto internacional operable todo el año, hay necesidad de conocer también la otra parte del plan de remediación ambiental, que es fundamental para reiniciar la actividad agroganadera de las familias campesinas de la región.

"Cuando llueve, moja a todos..."

Con destacable criterio el Jefe del Estado, consiguió recientemente de los banqueros bolivianos, que suspendan por 60 días los procesos de remate de bienes e inmuebles de sus clientes, que por efectos de la recesión y la crisis, no pueden cumplir con sus obligaciones bancarias, por mucha buena voluntad que tengan.

Esta denominada pausa financiera, sin ninguna duda, permitirá un "respiro" a los deudores de bancos, mutuales, cooperativas y otras entidades de préstamo de dinero, para que reordenando su economía en este lapso de 60 días, se dispongan a cumplir con sus obligaciones, sin los sobresaltos judiciales de los remates.

Una deuda grande o pequeña, quita el sueño diariamente -por así decirlo- tanto a prestamistas, cuanto a prestatarios. Pero más a estos últimos, que vulnerados por la situación y la falta de fuentes de ocupación, están expuestos a perder su patrimonio, con grave riesgo de su estabilidad familiar y emocional.

Esta preocupación incide y afecta sus hábitos de vida, su comportamiento personal y hasta su propia salud, determinando en algunos casos decisiones extremas, de las que estamos informados diariamente.

Con la pausa financiera, los comerciantes e industriales deudores, podrán desahogarse, oxigenándose para reprogramar el pago de sus acreencias. Algo similar sucederá con los deudores de rango menor, que son los microempresarios, artesanos, pequeños comerciantes y hasta los simples deudores, que en su indefensión material, apelan a manifestaciones callejeras y protestas públicas, que en el fondo no resuelven la raíz del problema.

Esta pausa posibilitará a todos, reprogramar de común acuerdo lo que vendrá a futuro, flexibilizando la situación y determinando escenarios más compatibles a sus posibilidades, en el demostrado deseo de cumplir, conforme constan en contratos, convenios y otros celebrados entre partes, a tiempo de pactar los préstamos.

Permitirá también sostener los índices de ocupación en la industria y el comercio, una vez que los propietarios deudores, podrán a su turno reformular mejores políticas de ejecución empresarial.

Lo que se está dejando esperar un tanto, es el instrumento legal correspondiente, que de todos modos debe expedir el gobierno, vía ministerios o mecanismos de competencia, de manera que tenga universal ejecutoria, conforme lo anunció el Viceministerio del ramo y la Vocería de la Presidencia de la República, a tono con la gestión iniciada por el Jefe del Estado y conscientemente secundada por los ejecutivos de la banca nacional, que en todo caso pusieron su buena cuota de voluntad, calibrando la aguda crisis imperante, no sólo en el país, sino en todo el continente.

Entendiendo que CUANDO LLUEVE, MOJA A TODOS, este saludable resquicio generado por el Primer Mandatario, debe constituirse en compromiso de estricto cumplimiento al término del plazo; para reiniciar revitalizados una nueva etapa de trabajo y cuando las cosas estén en su verdadero sitio, desde luego beneficioso para empresarios, trabajadores, dependientes y todos cuantos están inmersos en los complejos procesos de producción y de la economía general nacional.

Bien por la iniciativa gubernamental y por la notable disposición de ánimo de quienes administran el sistema financiero del país. Es un deber ayudar y ayudarse a sí mismos, cuando de alcanzar resultados se trata, situándonos en el justo medio de la crisis.

Y hay que confiar en que ya llegarán las medidas correctivas definitivas de la economía nacional ofertadas por el actual gobierno, una vez que recién está orillando los dos meses de haberse instalado legal y constitucionalmente.

Esperar es de sabios y perseverar de inteligentes.

En esta ocasión, 1 de octubre de 2002 "Día del Arbol", quiero felicitar con todo respeto y cariño a los ciudadanos que mantienen en sus casas variedad de árboles frutales, lo que constituye un orgullo para Oruro, como un Valle en pleno Altiplano.

Es imperativo la protección de árboles que existen en la ciudad, el ciudadano está en el deber de esmerarse en este aspecto, ya que constituye belleza y adorno con su follaje. Hablando de árboles, debemos mencionar con mayor énfasis a los frutales que se encuentran en los cuatro puntos cardinales de toda la ciudad, con una variedad admirable y tal vez, algo increíble en nuestro altiplano.

De acuerdo al empadronamiento que empecé en 1985, gracias a la sugerencia que recibí de don Abdías López, poseedor de tres árboles de manzanas "deliciosas". Lástima que hoy don Abdías, ausente de Oruro y sus tres manzanos le siguen llorando y brindando frutos.

La variedad existente de frutales son las siguientes: en 409 casas 628 ciruelos con 9 variedades; 369 manzanos con 6 variedades; peramota canela 64, peramota mantequilla 3, guindas 581, duraznos 63, damasco recillo 56, membrillo 5, parrales de uva 4 (blanca y negra).

Toda esta cantidad de frutales están en los patios de las viviendas, algunas naturalmente en las verjas, de las cuales los adolescentes, durante las noches utilizando palos y alambres, quebrajean las ramas para sustraer los frutos aún todavía sumamente verdes, constituyéndose en verdaderos dañinos al igual de las acémilas. Por lo que las escuelas y colegios deben instruirles cotidianamente para que aprendan a respetar estas plantas por la importancia que reviste en el medio ambiente de la ciudad. Si todos los adolescentes brindarían el mayor respeto y protección a estos seres indefensos (árboles frutales), estamos seguros que todas las áreas verdes de la ciudad estarían colmadas con estas plantas, tan útiles en su follaje y frutos sabrosos, al igual que nuestros valles. Los dueños, para proteger los frutales en las verjas, nos vemos obligados a adoptar algunas medidas de seguridad, como las que detallo a continuación:

En la acera de mi esquina, calles Boquerón y P. Montes (Norte), tengo dos ciruelos de 8 años de edad, para evitar el daño contínuo, de los setenases nocturnos, tuve que envolver con alambre tejido y púas, y colocar un letrero para que lo lean: "El árbol habla:

soy indefenso, protéjanme con su educación

yo adorno el medio ambiente"

Gracias

Con lo cual pude evitar en algo y, felizmente hoy los ciruelos van madurando en plena calle. Para lo posterior ojalá que los establecimientos educacionales concienticen con mayor precisión a sus educandos, a fin de que se conviertan en verdaderos protectores de los frutales de nuestra ciudad.

"Gracias por leer estas sugerencias"

Río de Janeiro.- No hay que confundir el ula-ula, aquel famoso ejercicio de cintura con un aro plástico procedente de Hawai, con el Lula-lá de los brasileños, un ritmo diferente, para tiempos electorales, que irrumpió con loco frenesí en 1989.

En aquel año, al fin, después de un cuarto de siglo de sombría dictadura militar, persecuciones políticas, ilegalización, tortura y asesinato de comunistas, izquierdistas y librepensadores, un tornero mecánico llamado Luis Inacio Lula da Silva salió en hombros de pueblo a disputar la presidencia de Brasil.

Toda la riqueza musical del gigante sudamericano se fundió en una tonada que se popularizaba de norte a sur y de este a oeste, hombres y mujeres en abrazo multitudinario, jóvenes o viejos, saltando, coreando: ahora es Lula, ahora es Lula, es Lula-lá.

Y ese lá final, alargado, en algarabía triunfal, quería decir, en buen portugués brasileño, allí, en aquel lugar, en la presidencia, en Brasilia, en el Palacio del Planalto, joya de la arquitectura futurista diseñada por el genial Oscar Niemayer, para ilustrar un sueño de democrática integración nacional.

Las voces prohibidas y exiliadas, por fin liberadas y de regreso, de Chico Buarque, Gilberto Gil y Caetano Veloso, la sublime bahiana Gal Costa y la nordestina Elba Ramalho, entre otros, sumaban los timbres de todo el colorido nacional, cantando el pegajoso e inolvidable Lula-lá.

El desenlace es una historia de innumerables anécdotas de decepción, tras una victoria robada por el poder financiero del "marketing", la televisión y el susto de una élite, todavía presa de sentimientos oligárquicos, que elevó uno de sus "playboy" a presidente.

Desde entonces el aprendizaje del tornero mecánico y ex dirigente sindical ha sido largo, doloroso y hasta frustrante, después de dos nuevos fracasos ante el sociólogo socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, que gobernó los últimos ocho años apoyado por una coalición de centro-derecha.

Con un riguroso ajuste fiscal doblegó la inflación, restableció el flujo del crédito, pero en nombre de la apertura y la modernización también privatizó riquezas nacionales y multiplicó por cuatro la deuda externa del país, que sobrepasa los 210 mil millones de dólares.

Brasil, gusta de recordar el presidente Cardoso, tiene hoy muchos más niños y jóvenes en las escuelas, menos mortalidad infantil, más teléfonos celulares y computadoras, y hasta una producción de autos sorprendente.

También tiene en este momento, según el estatal Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA), 56,9 millones de pobres, de ellos 24,7 millones de indigentes, definidos técnicamente como "aquellos que no tienen dinero, ni siquiera para comer".

Es una característica de quienes clasifican al formidable país sudamericano como una Belindia, mezcla de Bélgica y la India.

Una simbiosis de una minúscula nación de rasgos europeos, riquísima, con poder adquisitivo ilimitado, formada por el 10 por ciento de los 169 millones de habitantes, que disfruta del 80 por ciento de la riqueza nacional, en medio de la miseria del resto.

Y según el propio IPEA, el porcentaje de indigentes pasó de 14,58 por ciento en 1995 para 14,60 en 2001, lo que equivale a un salto de 21,59 millones para 24,73 millones de personas.

Quizás esa sea una de las pinceladas que mejor ilustran el descontento social, la inconformidad con el gobierno saliente, una explicación del 74 por ciento del electorado que considera su gestión de regular a pésima, contra apenas un 23 por ciento de aprobación.

También por eso, aunque parezca increíble, este año en las elecciones de Brasil, hasta el aspirante gobiernista, senador y ex ministro de Salud, José Serra, se proclama candidato del cambio.

"La mudanza se llama empleo, la mudanza se llama Serra", repite en tono optimista, de ruptura con el pasado reciente, una cancioncilla de ritmo escolar, que entonan en un vídeoclip varias decenas de actrices y actores, vestidos de obreros, contratados por el aparato publicitario del aspirante presidencial oficialista.

Nadie quiere ser de derecha. Los antiguos integrantes de la coalición gobernante de centro-derecha andan escondidos detrás de las múltiples banderas de la justicia social. Los liberales tradicionales y los neoliberales, avergonzados, procuran ampararse en fórmulas de difuso populismo.

Integrante gobierno de coalición centro-derechista de Cardoso, Serra se impuso en el nido de la socialdemocracia, el PSDB también llamado partido tucano, y consiguió el apoyo de una aparente mayoría gobiernista del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

El oligárquico e influyente Partido Frente Liberal (PFL), la derecha tradicional, se dividió, con una parte encabezada por el vice presidente Marco Maciel, detrás de Serra, sin alianza oficial.

La otra, encabezada por el presidente pefelista, senador Jorge Bornhausen y el caudillo bahiano Antonio Carlos Magalhaes, va detrás, del ex gobernador de Ceará, Ciro Gomes, del Partido Popular Socialista (PPS)y cabeza de una coalición llamada Frente Laborista.

Por último, el ex gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, marcha como candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB) y de un vasto sector de las iglesias evangélicas, donde descuella como brillante predicador.

Por supuesto, como dice el propio Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT), todo el mundo sabe que él es de oposición.

Sin embargo, esta vez el dirigente petista aclaró dentro y fuera de su partido, que el histórico tercio del electorado cautivo del PT sería insuficiente, para ganar la elección.

Más aún si el PSB de Garotinho, el PPS de Ciro y el Partido Democrático Laborista (PDT) de Leonel Brizola, antiguos aliados, decidieron andar sus propios caminos.

A fin de ser gobierno, Lula planteó la necesidad de ampliar hacia el centro la alianza establecida con los comunistas, y reclutar el apoyo de todos los descontentos con el gobierno de Cardoso y el neoliberalismo.

Lula puso la vista para que fuera su candidato a vice presidente en el amigo e industrial textil minero José Alencar, senador del Partido Liberal (PL), con el fin de demostrar que podría ser el precursor de una nueva coalición de fuerzas.

Alencar, respetado en el ámbito empresarial nacional, le abrió las puertas de un sector de industriales, agricultores e incluso banqueros, que admiten la necesidad de un cambio de rumbo en la conducción política y económica.

Hasta el Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Kohler, cometió un lapso recientemente al referirse implícitamente a Lula como el próximo presidente de Brasil, en medio de declaraciones en las cuales intentaba tranquilizar a los inversionistas respecto al futuro económico de la nación.

A 10 días de la primera vuelta de las elecciones, marcadas para el 6 de octubre, el ex dirigente sindical metalúrgico aparecía en todas las encuestas de opinión a sólo dos pasos de garantizar en esa fecha la victoria.

Según afirmó el director del Instituto Brasileño de Opinión, Carlos Augusto Montenegro, sólo un acontecimiento inesperado durante el debate final televisado del 3 de octubre, puede alterar la marcha del PT rumbo al Palacio de Planalto.

Con el 48 por ciento de los votos válidos, Lula es además el preferido por el 52 por ciento de los electores con diploma universitario, el favorito del 44 por ciento los sectores sociales con ingreso de hasta 10 salarios mínimos y del 47 por ciento de los que ganan más aún.

La cuenta regresiva hacia la hora cero parece balancearse al ritmo de Lula-lá, como dijo el cantante Caetano Veloso, "parece que Brasil está diciendo: el momento es de Lula". Sólo resta saber si esa será la palabra final de las urnas.

*El autor es Corresponsal de Prensa Latina en Brasil

LECTURAS PARA LA REFLEXION

¿Qué distancia hay entre la preocupación y la desesperación? Si queremos, toda la distancia del mundo; como para revertir totalmente la situación. Pero si no enfrentamos el problema, la distancia es muy poca o ninguna. ¿Recuerda la desesperación de Job?

"Job abrió sus labios y maldijo el día de su nacimiento, diciendo:

"¡Desaparezca el día en que nací!, la noche en que se dijo: "Ha sido concebido un varón!" ¿Por qué no morí al salir del seno de mi madre? ¿Por qué no perecí al salir de sus entrañas? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me amamantaron?

Y ya sabemos lo que pasó después: La paciencia de Job, ¡cuánto nos enseña!

"Señor, Dios mío, de día y de noche grito hacia ti; llegue hasta ti mi súplica, haz caso a mi clamor".

En tiempos de preocupación y desesperación, junto a la paciencia, Sabiduría; apego total y pleno al amor y la voluntad de Dios, como nos enseñó Jesús, al marchar hacia Jerusalén, a sabiendas de lo que le esperaba:

"Al ver esto, sus discípulos Santiago y Juan le preguntaron:

"Señor, ¿quieres que mandemos a bajar fuego del cielo y acabe con ellos?"

Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió"

Fraternalmente: Paulo Jeis RCC

LECTURAS DEL DIA: Job 3, 1-3.11-17.20-23 Salmo 87, 2-3.4-5.6.7-8 Evangelio según San Lucas 9, 51-56