Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

Editorial y Opinión. . . ?


| Por fin se pondrá en práctica Plan de Seguridad Ciudadana | Gas: El gran negocio que ocultan las empresas y las autoridades | Brasil: La victoria de Lula  | Amar a Dios, amar al prójimo | Ideas para nuevos impuestos | Apuntes de Zacarias


Por fin se pondrá en práctica Plan 

de Seguridad Ciudadana

ñ

Hasta que por fin, las autoridades locales decidieron ponerse de acuerdo en el establecimiento de medidas conjuntas para desarrollar de manera práctica un verdadero plan de seguridad ciudadana que evite mayores daños a la sociedad, pero especialmente a las familias de escasos recursos económicos.

Una ola de abierta delincuencia puso en vilo a las autoridades policiales, pero además conmovió a los ejecutivos de las diversas dependencias de la administración pública, pues las connotaciones de variados hechos mostraban ciertas debilidades en tareas de control, al punto que aparentemente la autoridad específicamente policial fue rebasada saliendo de su control la difícil tarea de garantizar la seguridad ciudadana.

Ahora bien, cuando se menciona seguridad ciudadana, parecería que se trata nada más que de un conjunto de medidas dictadas para su cumplimiento en ciertas circunstancias por los efectivos policiales. Y no es cierta tal apreciación, porque se entiende que la seguridad ciudadana no es sólo cuidar a la población de las actividades delincuenciales, sino también de asegurar su tranquilidad diaria, garantizando el desarrollo pleno de sus derechos y obligaciones, es decir de establecer las mejores condiciones para una pacífica convivencia.

Y como se comprenderá, en esa tarea no sólo deben estar los policías, también tienen que aportar con disposiciones concretas las autoridades municipales, de manera que puedan ser establecidas condiciones favorables que garanticen por ejemplo el libre tránsito de personas en todas las calles de la ciudad. Esto requiere además un ordenamiento del comercio informal y de los sistemas de transporte público.

La seguridad ciudadana es además responsabilidad de los propios ciudadanos, cuya disciplina en el tiempo actual está tan relajada que es parte de los problemas de inseguridad en las calles. Por tanto la aplicación de un buen plan de seguridad ciudadana, significa la urgente coordinación de todas las autoridades civiles, policiales y militares, además de las instituciones localistas que comprometan su participación en la búsqueda del bien común.

Sobre esa estructura básica que comenzará con "educación ciudadana", ya se puede vislumbrar la organización de brigadas vecinales para combatir la delincuencia y proteger la propiedad privada. Hay mucho por coordinar entre las autoridades locales, desde el apoyo financiero al plan mismo y las variadas opciones que deben configurar una reglamentación general de disposiciones, como las municipales, policiales y de otros sectores que garanticen objetivamente el desempeño de todos los involucrados en proporcionar de manera permanente la seguridad ciudadana, ahora casi ausente en nuestra ciudad.

Nos alegramos porque a través de ésta columna, algunos de nuestros reclamos y sugerencias tengan respuestas objetivas por parte de nuestras autoridades.

 

Gas: El gran negocio que ocultan las empresas y las autoridades

Por: Carlos Arze Castedo (www.penti.com.bo)

ñ

El gas "es el gran negocio del tercer milenio". No importa lo que cueste, la explotación del gas tiene que ser asegurada especialmente por las transnacionales. Y si en ello están en juego leyes y constituciones que amparen los recursos naturales como bienes de los pueblos, hay que anularlas bajo el mágico manto de la economía de libre mercado. La capitalización y privatización lo pueden todo y con argucias que terminan pagando impuestos del 18 por ciento, como es el caso de nuestro país.

A las reservas bolivianas de gas, de 54 trillones de metros cúbicos probados y el doble de probables, le han puesto el ojo grandes transnacionales, aquellas que están infiltradas en los gobiernos y organismos financieros internacionales que "hacen aparecer decisiones". Y es por eso que las negociaciones se manejaron bajo siete llaves, hasta que en abril de pasado, al calor de una aparentemente inocente "declaración de prensa" que los presidentes Ricardo Lagos y Jorge Quiroga firmaron en Costa Rica, comenzó a filtrarse todo.

El documento, suscrito dos meses antes, levantó vuelo porque el gobierno boliviano de entonces no daba signos de avanzar en el compromiso para concretar la salida del gas por Chile, donde, además, se desató un abierto enfrentamiento entre el puerto elegido por los inversionistas, Mejillones, y lo que aconsejaba la racionalidad, Iquique.

A partir de entonces las revelaciones han sido extraordinarias, pero, por los intereses en juego -entre los que está la manipulación de la información- se las deja de lado: el costo del "lobby" que, según fuentes de Santiago de Chile, es millonario; los argumentos geopolíticos en torno a "el negocio del siglo", los compromisos políticos. Y todo esto es aún una cortina de humo en torno a la verdad del gas:

Estados Unidos, a pesar de las reservas de gas que tiene, precisa este combustible: Es cuestión de vida (la industrialización para el mercado ampliado) o de muerte (la producción de los países emergentes -estamos nosotros- puede hacer cambiar el equilibrio económico mundial).

Las reservas de gas natural de Estados Unidos alcanzan a 167 billones de pies cúbicos; las de Canadá a 92 billones y México 30 billones de pies cúbicos. Y Bolivia tiene nada menos y nada más que (hasta donde han llegado las perforaciones) ¡54 trillones de metros cúbicos!

La precisión tiene el propósito de recordar el porqué del interés de América del Norte y no sólo de Estados Unidos. Porque es en todo ese Continente que se están construyendo gasoductos que, incluso se extenderán a América Central.

¿Hasta que grado, entonces, es cierto que el mercado de América del Norte puede perder su interés por el gas boliviano?

Los costos. Este es otro de los misterios del negocio: se nos ha hablado de 5.000 a 7.000 millones de dólares. ¡Agárrese!

En Centroamérica, y las mismas empresas que le han apuntado a Bolivia, han proyectado dos gasoductos:

-Uno, desde México hacia todos los países de América Central, con una longitud de 1.117 kilómetros con un costo de 593 millones de dólares.

-Otro desde Colombia, también hacia todos los países de América Central, con una longitud de 1.464 kilómetros con un costo de 830 millones de dólares.

Y esas mismas empresas, y los mismos organismos financieros internacionales dicen que "los gasoductos mientras más extensos sean, mejor, porque está demostrado que son la opción indicada en costos y para los planes de desarrollo que precisa la región para su futuro".

Los gasoductos deberían conformar, incluso, una red latinoamericana, según la recomendación técnica: Por ejemplo, "la eventual interconexión desde Venezuela hasta Estados Unidos: Gasoducto entre Yucatán y Guatemala, con extensión al resto de Centroamérica; Gasoducto submarino de Colombia a Panamá, con extensión a otros países del norte; Gasoducto entre Venezuela y Colombia (para proveer a Panamá)"

El interés del gas apunta a la generación de energía eléctrica con costos bajos y con la seguridad que no da la opción nuclear, que ya ha causado varios dolores de cabeza. Y si esa energía es necesaria para las industrias globales que quiere el libre mercado, junto a la mano de obra barata que siempre estará al alcance en nuestra América, ¡mucho mejor!

Y aquí no hay ley ni leyes ni antecedentes malos de las transnacionales que valgan, como acaban de advertir los campesinos mexicanos a propósito de las grandes empresas interesadas en los gasoductos:

"La corporación Bechtel es la misma que en Bolivia pretende quedarse con el agua que compró al gobierno y robó al pueblo boliviano y que ahora lo demanda por millones de dólares".

El problema para los pueblos de la región está en que los gobernantes de turno parecen cortados con la misma tijera del Fondo Monetario Internacional y todos dicen sí a las transnacionales, por encima de las leyes y sus propias Constituciones Políticas.

El presidente mexicano, Vicente Fox, habla de "dar seguridad a las inversiones" y, en nuestro país, se abandera la "seguridad jurídica a la empresa privada".

Como se están desarrollando los negocios del gas, parece que nada contendrá estos intereses y los mexicanos, -a los que probablemente tendremos que imitar- han tenido que invocar algo más que las leyes en defensa de sus recursos:

El 8 de agosto del 2001 escribieron al presidente Vicente Fox: "Sabedores de su ambicioso Plan Puebla-Panamá y conscientes de los beneficios que obtendrán las compañías transnacionales, apelamos a la conciencia de usted y por justicia divina le pedimos que no permita este despojo. Nosotros estamos decididos a ofrendar nuestra sangre, pues es nuestro único patrimonio que heredaremos a nuestros hijos para su sobrevivencia".

Los mexicanos y también los bolivianos sabemos que el apogeo económico de los recursos naturales nunca ha terminado bien, y la sentencia vale para Potosí y su plata, para Camiri y su petróleo e Inti Raymi está en la lista.

"Cuando se acaba la bonanza petrolera, la economía carece de sectores competitivos y se viene abajo poniendo incluso en crisis su soberanía alimentaría acompañada de otros índices elevados de pobreza. Entre ellos se observan los elevados gastos militares; bajo índice de Desarrollo Humano y crecimiento económico; alta mortalidad y malnutrición infantil; bajo gasto en salud, baja escolaridad y alto analfabetismo; vulnerabilidad a impactos económicos; alta corrupción y autoritarismo; baja efectividad gubernamental así como alta probabilidad de violencia armada".

En las negociaciones del gas, como han dicho dos altos personeros del actual gobierno, "alguien nos está mamando".

Brasil: La victoria de Lula

Por Isaac Bigio (*)

ñ

LONDRES, Especial para LA PATRIA

José Ignacio Da Silva "Lula" se está convirtiendo en el presidente más votado que haya tenido Latino América y el hemisferio sur. Es también el primer

mandatario obrero sudamericano.

Quienes le han votado son los sectores tradicionalmente más marginados de la población del gigante amazónico. La raíz de su movimiento fueron las huelgas metalúrgicas del cordón industrial de San Pablo (ABC) que se enfrentaron a la junta militar a fines de los 1970s.

Lula nació en la política expresando a las corrientes clasistas que crearían el Partido de los Trabajadores, la Central Unica de los Trabajadores y el Movimiento de los Sin Tierra. El sería el candidato presidencial del PT en las 4 elecciones que se sucedieron a la dictadura.

Sin embargo, el rojo de hace un cuarto de siglo se fue destiñendo y transformándose en un lila moderado que se congraciaba con sus antiguos enemigos. Cuando este sindicalista fabril congregaba multitudes en los

estadios para impulsar huelgas en su país y solidarizarse con las huelgas generales en Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, él tenía un discurso

revolucionario. Lula no solo saludaba las revoluciones cubana y nicaragŸense, sino que pedía que los trabajadores rompiesen con sus patrones y que tomasen

el poder. En su momento de mayor radicalización exigía nacionalizar empresas, atacar al FMI, tomar tierras y no pagar la deuda externa.

El PT, asentado en los sindicatos, era patrocinado por una amplia coalición de izquierdistas desde vinculados al clero hasta los trotskistas. Con el tiempo fue

dejando la lucha de clases para proponer la conciliación entre éstas.

Ahora Lula ha buscado congraciarse con los inversionistas nativos e internacionales. Su vicepresidente, José de Alencar, es un acaudalado industrial fabril que lidera un partido liberal centro-derechista. Varios de quienes le apoyan son tradicionales caudillos provinciales. El propio ejército, que antes le rechazaba, ahora le ve con simpatías y él les ofrece incrementar y modernizar su armamento.

Para aglutinar la mayor cantidad de votos en la segunda vuelta él ha ido moderando su lenguaje y aparece como quien mejor podría garantizar la unidad

nacional. Su contendor, Sarney, estuvo dispuesto a darle su voto si él no hubiese llegado a la ronda final.

El antiguo huelguista trata de erigirse como un estadista de cuello y corbata que sea capaz de mantener el orden y el desarrollo del mercado. El ha sido muy enfático al plantear que no tolerará tomas de tierras, nacionalizaciones o bravuconadas contra el FMI.

Lula llegará a palacio un tercio de siglo después que lo hiciera Salvador Allende en Chile. Será otro experimento de elección constitucional de un mandatario de origen marxista. Tanto Allende como Lula llegan a la presidencia en su cuarto intento. Mas, las diferencias entre el actual UP y la vieja UP saltan a la vista.

En Chile se nacionalizaron empresas y se chocó con EEUU. El gobierno trató de coquetear con huelgas, tomas de tierras y fábricas, y formación de piquetes

laborales armados. Ahora ya no estamos en la época de la guerra fría. Washington no ve al PT como un peón de una potencia extranjera. El nuevo PT está convencido que no hay otra opción mas que mantener un cuadro de

aliciente para la empresa privada. El propio partido se ha ido depurando y hoy la mayor parte de sus cuadros son funcionarios estatales antes que sindicalistas belicosos.

Tras su triunfo muchas bases petistas tratarán de hacer justicia por sus propias manos y habrá parlamentarios y sindicalistas que apoyen sus

demandas. Sin embargo, Lula al igual que Mandela querrán mostrar que se debe respetar la institucionalidad imperante. La izquierda de dentro y fuera del PT le viene acusando de haberse rendido a los capitalistas. En vez de utilizar la protesta social que le apuntala para impulsar la revolución le cuestionan que él estará protegiendo a los viejos capitalistas y latifundistas. Lula les retruca que se debe actuar responsablemente evitando las provocaciones y haciendo una izquierda madura que sea capaz de estabilizar la nación y ser luego re-electa.

El avance de Lula ha coincidido con el de Morales en Bolivia y será visto como un impulso para la izquierda continental. Pero, el PT quiere dejar claro que su

proyecto no pasa por una sublevación sino por ir mejorando a las democracias de mercado. El hará todo lo posible por evitar una explosión económica y social

a la argentina. El tratará de revitalizar y tal vez ampliar Mercosur.

Su gobierno no será enemigo de Washington pero tampoco sera un aliado incondicional. Pondrá una serie de obstáculos al ALCA, promoverá un bloque sudamericano y exigirá abolir tarifas arancelarias para las exportaciones hacia Norteamérica. Tratará de apaciguar la guerra colombiana.

Lula ha dejado claro que él no hará el socialismo ni nada que asuste a los inversionistas Mas aún, él quiere ser la mejor garantía que controlará cualquier

desborde social. Su gobierno ha dicho será de paz.

(*) Profesor e investigador de la London School of Economics & Political Sciences

La novela de sus recuerdos

Por: Fidel Castro Ruz

ñ

La Habana (PL, tomado del periódico Juventud Rebelde)

Gabo y yo estábamos en la ciudad de Bogotá el triste día 9 de abril de 1948 en que mataron a Gaitán. Teníamos la misma edad: 21 años; fuimos testigos de los mismos acontecimientos, ambos estudiábamos la misma carrera: Derecho. Eso al menos creíamos los dos. Ninguno tenía noticias del otro. No nos conocía nadie, ni siquiera nosotros mismos.

Casi medio siglo después, Gabo y yo conversábamos, en vísperas de un viaje a Birán, el lugar de Oriente, en Cuba, donde nací la madrugada del 13 de agosto de 1926. El encuentro tenía la impronta de las ocasiones íntimas, familiares, donde suelen imponerse el recuento y las efusivas evocaciones, en un ambiente que compartíamos con un grupo de amigos del Gabo y algunos compañeros dirigentes de la Revolución.

Aquella noche de nuestro diálogo, repasaba las imágenes grabadas en la memoria: !Mataron a Gaitán!, repetían los gritos del 9 de abril en Bogotá, adonde habíamos viajado un grupo de jóvenes cubanos para organizar un congreso latinoamericano de estudiantes. Mientras permanecía perplejo y detenido, el pueblo arrastraba al asesino por las calles, una multitud incendiaba comercios, oficinas, cines y edificios de inquilinato.

Algunos llevaban de uno a otro lado pianos y armarios en andas. Alguien rompía espejos. Otros la emprendían contra los pasquines y las marquesinas.

Los de más allá vociferaban su frustración y su dolor desde las bocacalles, las terrazas floridas o las paredes humeantes. Un hombre se desahogaba dándole golpes a una máquina de escribir, y para ahorrarle el esfuerzo descomunal e

insólito, la lancé hacia arriba y voló en pedazos al caer contra el piso de cemento. Mientras hablaba, Gabo escuchaba y probablemente confirmaba aquella certeza suya de que en América Latina y el Caribe, los escritores han tenido que inventar muy poco, porque la realidad supera cualquier historia imaginada, y tal vez su problema ha sido el de hacer creíble su realidad.

El caso es que, casi concluido el relato, supe que Gabo también estaba allí y percibí reveladora la coincidencia, quizás habíamos recorrido las mismas calles y vivido los mismos sobresaltos, asombros e ímpetus que me llevaron a ser uno más en aquel río súbitamente desbordado de los cerros. Disparé la

pregunta con la curiosidad empedernida de siempre. "Y tú, ¿qué hacías

durante el Bogotazo?", y él, imperturbable, atrincherado en su imaginación sorprendente, vivaz, díscola y excepcional, respondió rotundo, sonriente, e ingenioso desde la naturalidad de sus metáforas: "Fidel, yo era aquel hombre de la máquina de escribir".

A Gabo lo conozco desde siempre, y la primera vez pudo ser en cualquiera de esos instantes o territorios de la frondosa geografía poética garciamarquiana. Como él mismo confesó, llevó sobre su conciencia el haberme iniciado y mantenerme al día en "la adicción de los best-sellers de consumo rápido, como método de purificación contra los documentos oficiales". A lo que habría que agregar su responsabilidad al convencerme no sólo de que en mi próxima

reencarnación querría ser escritor, sino que además querría serlo como Gabriel García Márquez, con ese obstinado y persistente detallismo en que apoya como en una piedra filosofal toda la credibilidad de sus deslumbrantes exageraciones.

En una oportunidad llegó a aseverar que me había tomado dieciocho bolas de helado, lo cual, como es de suponer, protesté con la mayor energía posible.

Recordé después en el texto preliminar de Del amor y otros demonios que un hombre se paseaba en su caballo de once meses y sugerí al autor: "Mira, Gabo, añádale dos o tres años más a ese caballo, porque uno de once meses es un potrico". Después, al leer la novela impresa, uno recuerda a Abrenuncio Sa Pereira Cao, a quien Gabo reconoce como el médico más notable y controvertido de la ciudad de Cartagena de Indias, en los tiempos de la narración.

En la novela, el hombre llora sentado en una piedra del camino junto a su caballo que en octubre cumple cien años y en una bajada se le reventó el corazón. Gabo, como era de esperarse, convirtió la edad del animal en

una prodigiosa circunstancia, en un suceso increíble de inobjetable veracidad.

Su literatura es la prueba fehaciente de su sensibilidad y adhesión irrenunciable a los orígenes, de su inspiración latinoamericana y lealtad a la verdad, de su pensamiento progresista.

Comparto con él una teoría escandalosa, probablemente sacrílega para academias y doctores en letras, sobre la relatividad de las palabras del idioma, y lo hago con la misma intensidad con que siento fascinación por los diccionarios, sobre todo aquel que me obsequiara cuando cumplí 70 años, y es una verdadera joya porque a la definición de las palabras añade frases célebres de la literatura hispanoamericana, ejemplos de buen uso del vocabulario. También, como hombre público obligado a escribir discursos y narrar hechos,

coincido con el ilustre escritor en el deleite por la búsqueda de la palabra exacta, una especie de obsesión compartida e inagotable hasta que la frase no queda a gusto, fiel al sentimiento o la idea que deseamos expresar y en la fe de que siempre puede mejorarse. Lo admiro sobre todo cuando, al no existir esa palabra exacta, tranquilamente la inventa. !Cómo envidio esa licencia suya!.

Ahora aparece Gabo con la publicación de su autobiografía, es decir la novela de sus recuerdos, una obra que imagino de nostalgia por el trueno de las cuatro de la tarde, que era el instante de relámpago y magia que su madre Luisa Santiaga Márquez Iguarán echaba de menos lejos de Aracataca, la aldea sin empedrar, de torrenciales aguaceros eternos, hábitos de alquimia y telégrafos y amores turbulentos y sensacionales que poblarían Macondo, el pequeño pueblo de las páginas de cien años solitarios con todo el polvo y el hechizo de Aracataca. De Gabo siempre me han llegado cuartillas aún en preparación, por el gesto generoso y de sencillez con que siempre me envía, al igual que a otros a quienes mucho aprecia, los borradores de sus libros, como prueba de nuestra vieja y entrañable amistad.

Esta vez hace una entrega de sí mismo con sinceridad, candor y vehemencia, que le develan como lo que es, un hombre con bondad de niño y talento cósmico, un hombre de mañana, al que agradecemos haber vivido esa vida para contarla.

LECTURAS PARA LA REFLEXION

Amar a Dios, amar al prójimo

ñ

El amor en el texto bíblico es sencillo de practicar en la medida en que nuestra visión de la Palabra es aproximada cada vez más a la Luz: amar a Dios, es obedecer sus mandamientos. Y ya sabemos que entre las tres cosas más importantes -la fe, la esperanza y el amor- el amor es el más importante.

Y el amor tiene caminos prácticos: no oprimirás ni maltratarás al extranjero, no explotarás a las viudas ni los huérfanos; si prestas dinero cuídate de los intereses usureros...

"Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador".

Pablo se alegra de los Tesalonicenses que, luego de haber acogido la Palabra, su testimonio lo decía todo. Es que el mandato de Jesús es claro:

- "Amarás al Señor tu Dios como todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser".

- "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas.

Fraternalmente: Paulo Jeis RCC

LECTURAS DEL DIA: ƒxodo 22, 21-27 Salmo 17 Tesalonicenses 1, 5c-10 Evangelio según San Mateo 22, 34-40

 

 

 Ideas para nuevos impuestos

PAULOVICH

ñ

Se conoce la preocupación de algunos gobernantes para mejorar los ingresos del Estado mediante el incremento de tasas impositivas o la creación de nuevos impuestos. Generalmente, las autoridades carecen de imaginación y lo primero que se les ocurre es aumentar gravámenes sobre nobles productos como las bebidas alcohólicas y el tabaco, olvidando que hay actividades que podrían alcanzar mejores rendimientos al Tesoro de la Nación.

Meditando en ello, me parecería interesante la creación de un Impuesto sobre el Baile que podría llamarse el IBA (Impuesto sobre Bailes Autóctonos) en razón a que hay millones de ciudadanos que lo practican durante todo el año, a tal extremo que alguna vez sugerí que nuestro país debería llamarse Bailivia en vez de Bolivia y que por algo tenemos un diputado que apellida Bailaba.

Imagine el lector la cantidad de Entradas Folklóricas que se realizan en nuestro país con la participación de millones de ciudadanos que bailan y chupan en honor a respetables santos y vírgenes sin aportar ningún dinero para las arcas del Estado y beneficiando solamente a las cervecerías que existen y a las fábricas de piscos y singanis. Me parece justo que los bailarines contribuyan al Estado y que bailen todo lo que quieran, o lo que les piden sus cuerpecitos, o lo demandan sus esqueletos.

Otro rubro que me parece interesante es crear un impuesto sobre las manifestaciones callejeras que se realizan en todas nuestras ciudades y pueblos en protesta contra cualquier cosa que propone o ejecuta el gobierno, o en demanda de medidas que favorezcan a sectores diferentes. ¿Por qué cuernos no cobrar un impuesto nacional sobre las manifestaciones si se utilizan las calles que son municipales y los caminos que son obras nacionales? Es cuestión de reglamentar esas actividades justas o injustas para que el Estado pueda construir nuevas calles y abrir nuevos caminos.

Un impuesto sobre Presteríos y Jaranas Religiosas podría mejorar los ingresos del Estado contando con la colaboración de los Párrocos de la Iglesia Católica que actuarían como agentes de retención ya que ellos conocen las festividades religiosas y el calendario para honrar a los santos milagrosos. ¿Cómo los devotos de la Virgen de Urkupiña no pagan impuestos al Estado si el gobierno tiene que ver con algunos milagros realizados como ser nombramientos para ministros, embajadores, funcionarios aduaneros y otros?

Por último, yo no sé ¿cómo nunca se le ocurrió a ningún gobierno crear un elevado impuesto sobre Coimas a funcionarios estatales, en vez de iniciar guerras imposibles contra la corrupción? Cualquier funcionario corrupto pagaría contentísimo un quince por ciento de impuestos al Estado lo que evitaría manchar su noble apellido que sus hijitos deberán recibir impoluto.

Estas ideas no me parecen malas, pero ¿alguien me hará caso?

 

 Apuntes de Zacarías.....

ñ

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No es para que cantes: ¡Bravo!

con tantas "multas" y "facturas"

el pueblo ya, a estas alturas;

se queda: ¡¡sin un centavo!!

ZACARIAS