democracia
todavía no cumplió su desafío". Esas algunas de las
reflexiones hechas correlativamente por el presidente de la
República, Gonzalo Sánchez de Lozada, el diputado opositor por el
MIP Germán Choquehuanca y el vicepresidente de la República Carlos
Diego Mesa en diferentes actos de homenaje a los 20 años de la
recuperación de la democracia.
El 10 de
octubre de 1982, el líder de la Unidad Democrática y Popular (UDP),
Hernán Siles Zuazo, juró como presidente constitucional de Bolivia
después de un periodo de inestabilidad y golpes de estado iniciado en
diciembre de 1978, cuando el Gral Hugo Banzer fue obligado a
interrumpir siete años de dictadura.
Abrumado
por una inflación galopante, el abandono de su vicepresidente Jaime
Paz Zamora y la desestabilización parlamentaria del MNR y de la ADN,
Siles Zuazo renunció a su mandato un año antes de cumplir su
gestión en 1985. Pese a ese "tropezón" de la democracia,
se sucedieron cinco gobiernos elegidos bajo las reglas establecidas en
la Constitución Política del Estado.
Gobierno y
Poder Legislativo celebraron actos de conmemoración que sirvieron
para reflexionar la democracia.
En la
tarde, el Parlamento ofició una sesión extraordinaria para recordar
la fecha.
Mientras
los parlamentarios oficialistas intercambiaron sendos discursos de
reconocimiento, los opositores desvirtuaron la vigencia del sistema
como un instrumento de opresión y pobreza.
La senadora
mirista Erika Brockmann calificó al líder de su partido y ex
presidente de la República Jaime Paz como "constructor de la
democracia".
El
vicepresidente Mesa hizo un recuento histórico de los 20 años de
democracia y también destacó el papel de Paz y su partido MIR como
"articulador de la democracia".
Mesa, que
no hizo alusión al ex presidente Hugo Banzer ni al actual presidente
Sánchez de Lozada en su discurso, oficializó la asignación de una
dieta vitalicia a Domitila Chungara y otras mujeres mineras que
iniciaron la huelga de hambre que depuso al régimen dictatorial
banzerista.
Moira Paz,
parlamentaria representante del MNR e hija del cuatro veces presidente
Víctor Paz Extensor, destacó el papel de la mujer boliviana, de su
madre y la esposa de Hernán Siles, Teresa de Siles, como
"aquellas que construyeron la democracia en silencio".
La
oposición expresó puntos de vista diferentes. El diputado por el
Partido Socialista, Jerjes Justiniano, pidió un homenaje "para
los más de 20 mil trabajadores mineros que fueron despedidos y
quedaron desempleados por esta democracia".
También
mencionó a los "cientos de ciudadanos que fueron perseguidos y
torturados que poblaron las cárceles".
Para la
opinión de Choquehuanca, "esta democracia solo sirvió para la
clase privilegiada, a la casta dominante".
"Esta
es la democracia de la corrupción, donde se roban nuestros impuestos,
donde nos mienten", dijo el opositor.
El
sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado por paramilitares bajo las
ordenes de Luis García Meza y Luis Arce Gómez, Marcelo Quiroga Santa
Cruz desaparecido desde el golpe garciamezista del 17 de julio de 1980
y los ocho dirigentes del MIR que fueron asesinados en la
"masacre de la calle Harrington" también fueron
homenajeados por el vicepresidente Mesa.
El
presidente Sánchez de Lozada insistió en decir que "la
corrupción mata la democracia" e hizo un llamado a la unidad.
"No se quejen de la democracia", dijo.
Juan Carlos
Quispe Mamani, un estudiante de 4¼ medio que fue invitado a leer su
ensayo ante el Presidente Sánchez de Lozada en Palacio de Gobierno
dijo: "Con esta democracia que vivimos hoy, los ricos se vuelven
más ricos y los pobres se vuelven más pobres".