* Advierte
el riesgo de llegar a situaciones económicas
similares o
peores que Argentina
LA PAZ, 1
(Jatha) - La Iglesia Católica señaló el martes que el aumento de los
créditos internacionales y el consiguiente incremento desmesurado de la
deuda externa cuando va más allá del 20 por ciento de su capacidad de
exportación, es de mucho riesgo para el país porque puede derivar en
algo igual o peor de lo ocurrido en Argentina.
El asesor de
la Conferencia Episcopal, sacerdote oblato Gregorio Iriarte al respecto
señaló que "el incremento de la externa para Bolivia es muy
negativo. Todo gobierno cree solucionar sus problemas endeudándose cada
vez más".
En criterio
del entrevistado, esta deuda que crece tremendamente nos puede llevar a
lo que está pasando en la Argentina y con el Brasil, porque llega un
momento donde hay una tremenda cesación de pagos y un aislamiento
internacional.
Bolivia tiene
una deuda externa cercana a los 4.3 millones de dólares, pero
recientemente la Corporación Andina de Fomento (CAF) le ofreció 1.8
millones y además de ello se envió una misión económica para
gestionar 5.000 millones de dólares ante el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional.
La Iglesia
opina que "el gobierno tiene una visión muy parcial, ve sus
problemas, pero no ve que a la larga el conseguir demasiados créditos
es un endeudamiento tremendo y el verdadero desarrollo, no está en
eso".
El verdadero
desarrollo no implica contratar más créditos. El famoso economista y
ex funcionario del Banco Mundial, Joseph Stigliz, hace algunos días
aconsejaba a la Argentina que no acepte los créditos que le ofrece el
FMI, porque la primera condición es justamente garantizar el retorno de
todo el préstamo y no precisamente que se desarrolle el pueblo, aclaro
el sacerdote.
Remarcó que
estos créditos están dentro de una mentalidad meramente economicista,
como señala el estadounidense Stigliz quien es un ex funcionario del
Banco Mundial, profesor de la Universidad de Harvard, autor de varias
obras importantes de economía y una de las más polémicas es: "El
malestar en la globalización".
Iriarte
explicó que la deuda externa tiene unos niveles que no debería
pasarlos el gobierno.
El primer
nivel es que el préstamo no tendría que ser más allá de un 20 por
ciento sobre el valor de las exportaciones, pero como las exportaciones
han bajado, y por otro lado las importaciones están subiendo, el país
tiene menos capacidad de endeudarse, menos capacidad de responder y de
honrar estas deudas.
Agregó que
lo malo es que muchas veces el gobierno lo toca como un éxito el haber
conseguido nuevos créditos internacionales sin tomar en cuenta que va
aumentar la deuda externa.
"Recuerdo
que tanto en el gobierno de Banzer como en el gobierno de Quiroga,
veían como un éxito el endeudarse más, cuando en verdad la deuda la
contrae el gobierno, pero lo paga el pueblo".
El asesor de
la Conferencia Episcopal, observó que el gobierno tampoco hace una
clasificación de proyectos para establecer cuáles son aquellos
proyectos que realmente interesa a la gente, los de mayor rentabilidad,
cuáles responden más a las necesidades del pueblo y muchas otras
condiciones para que un crédito sea positivo.
Agregó que
otras condiciones se refiere a la cuestión del tiempo, intereses, otras
penalidades y obligaciones, condiciones de tipo político, inversión,
la licitación, la ejecución, etc..
"Son
muchos problemas y en casi todos los créditos ha habido siempre
estafas, ya sea de parte del gobierno o de parte de las empresas que los
han administrado", fundamento el religioso.
Asimismo, dio
a conocer que en el caso de la educación, por ejemplo, se manejó
bastante dinero proveniente del Banco Mundial, porque casi todo lo que
se ha hecho en la Reforma Educativa es con créditos del organismo
internacional, lo propio sucedió en otros ámbitos.
También
señaló que muchas veces observó en algunos medios de comunicación
que se publica como si fuera un éxito la noticia de que vamos a tener
nuevos créditos, cuando la atracción de recursos no siempre es
beneficioso.