Xena: Warrior Princess y todos sus personajes son propiedad de MCA/Universal Pictures y de Renaissance Pictures. Esta historia es propiedad mía, así que por favor, si quieres copiarla, ponerla en tu web site o mandarme algún comentario sobre ella, me encuentras en xenapolis@hotmail.com

A Kevin Smith, este Fan Fiction es un pequeño tributo a su magnifica interpretación de Ares, el Dios de la Guerra. 

Disclaimer: Si buscas escenas explícitas de sexo desenfrenado y frenético entre Xena y Gabrielle, lamento decirte que ésta historia no las tiene.

Recomendación: Para entender mejor lo que pasa en esta historia, ojalá ya hayas visto "Old Ares Had a Farm" de la sexta temporada.  Si no lo has visto, te resumo: Ares perdió su deidad por salvar a Eve y a Gabrielle en la quinta temporada, entonces Xena y Gabrielle lo esconden en una granja que era de la abuela de Xena para evitar que guerreros lo ataquen ahora que ya no es un Dios, mi historia sigue en que Xena y Gabrielle se quedaron con Ares un tiempo y no se fueron como en el episodio real.


"MATRIMONIO Y MORTAJA DEL CIELO BAJA"

Por Psico.

CAPITULO I - Acostumbrarse a ser humano.

Habían pasado algunas semanas desde que Ares había perdido su deidad, él junto con Xena y Gabrielle habían decidido establecerse en el campo y ocultar al ex Dios de la guerra mientras pasaba el peligro que alguien viniera a buscarlo para matarlo. 

Ares ya se estaba acostumbrando a la vida mortal, a veces renegaba en contra del mundo e intentaba arrojar un rayo en contra de lo que le estuviera molestando, pero ya había aprendido a vivir con el dolor, el hambre, el sueño y otras cosas que no había experimentado en su forma mortal.

Xena seguía en su papel de Princesa Guerrera, rondaba las villas cercanas para ayudar a los aldeanos en problemas, ayudaba a Ares a lidiar con la vida cotidiana y de vez en cuando recibía la visita de su hija Eve. Se había acostumbrado a la vida de la granja y a ratos se sentía muy a gusto en medio de la paz y tranquilidad del campo. 

Gabrielle como siempre, estaba al lado de Xena. Entre ella y Ares las cosas nunca habían sido fáciles, pero en este tiempo habían aprendido a soportarse. Gabrielle le había enseñado a Ares a comportarse como un ser humano con sentimientos y cordura. A ratos trataba de leerle alguno de sus pergaminos pero Ares se quedaba dormido en la mitad del relato. El primer tiempo de convivencia ella y Ares peleaban mucho, pero ahora las cosas eran diferentes. Ares y ella estaban en igualdad de condiciones y por ende los problemas se habían aminorado.

- ¡Ares! dijo Gabrielle enfurecida. ¡¡Otra vez salpicaste el piso con tus... con tus necesidades líquidas!!. ¿Cuando vas a aprender a atinarle al balde? ¡¡Estoy cansada de limpiar tus porquerías!!

- ¡Cálmate Rubia! ¡relajate! dijo Ares mientras se comía una manzana sentado en la entrada de la casa. -Agradece que eran necesidades líquidas y no sólidas jajajajajajajajaaaaa...

Gabrielle entrando en estado de histeria, toma el balde que contiene las "necesidades líquidas" de Ares y lo amenaza con echárselas encima.

- ¡¡Oye!! ¡Eso apesta! me tomará días quitarme ese olor, los buitres vendrán a alimentarse!!

- ¡Ya basta! dice Xena quién acababa de llegar de la villa más cercana con algunas provisiones.

- ¡Pero Xena! ¡Ares es un cochino! !son mas limpios los cerdos que tenemos atrás en la porqueriza!

- Ya Gabrielle, déjate de fasti... snif.. snif.. snif... ¿Qué es ese olor? 

- A lo mejor compraste alguna fruta en mal estado... dijo Gabrielle.

- No, todas estaban frescas, huele horrible, hay algo hediondo... snif snif...

- ¡Ares! dijeron juntas las chicas.

- ¿Qué? ¿Qué es lo que les molesta?

- ¿No te has dado un baño en días no es cierto? dijo Xena.

- Uhhhggg.. ahora si que estás apestoso! dijo Gabrielle.

- Lo siento... aún no me acostumbro a esto de los baños y la higiene, cuando era Dios no había necesidad de andar dándose baños o aseándose, siempre se estaba limpio.

- Ve a asearte mientras nosotras preparamos la comida.. dijo Xena.

- ¿Sabes Xena? dijo Ares mirándola intensamente, Quedaría mas limpio si tu me ayudaras a refregar la espalda.. podrías enjabonarme con tus manos...

- ¡A asearte de inmediato! dijo Xena levantando una ceja y con un tono de voz que Ares no pudo desobedecer.

Ares se metió al baño, Xena y Gabrielle empezaron a desempacar las compras de Xena y a preparar lo que iban a comer.

- Sabes Xena, dijo Gabrielle. No sé como he hecho para soportarlo. Supongo que todavía estoy agradecida con él por haberme salvado la vida, pero a veces creo que estoy llegando a mi límite y me dan ganas de pegarle una buena paliza para que aprenda.

- Vamos Gabrielle, si aguantaste a Joxer tantas veces, ahora debes aprender a convivir con Ares...

- ¡El agua está muy fría! ¿Me podrían traer agua caliente? gritó Ares.

- Agua fría es todo lo que tenemos, así que acostumbrate.

- No te digo Xena... Ares es insoportable, le molesta esto, le molesta aquello...

- Sopórtalo por algunos días mientras veo que se me ocurre para salir de ésta situación. Por ahora alcánzame el pollo y las papas.

Cuando Xena y Gabrielle tuvieron lista la comida, Ares salió del baño envuelto en un trapo de la cintura para abajo, estaba limpio y luciendo muy bien. Su aspecto había cambiado.

Xena se quedó mirándolo embobada, pues su aspecto había cambiado, su torso aún estaba húmedo y su musculatura brillaba a medida que las gotas de agua rodaban por su piel.

- Xena... Xena... ¡Xena! la llamaba Gabs. ¿Vas a comer papas?... O parece que quieres un trozo de carne...

- Ah si.. si... ¡vamos a comer!. Dijo Xena saliendo de sus pensamientos.

Los tres se sentaron a la mesa y compartieron el momento.  Hablaron de todo un poco.

Llegada la hora de dormir, se acostaron los tres en la cama que había dejado la abuela de Xena en la granja. Todavía no habían logrado acomodarse y a veces resultaba incómodo dormir los tres ahí. Al fin parece que se habían quedado dormidos.

- ¿Qué es ese ruido? preguntó Gabrielle.

- No escucho ningún ruido, dijo Xena

- ¡Escucha!... ¡ahí está de nuevo!

Ambas mujeres se quedaron en silencio.

- ¡UUUUGGGGHHHHHH  es ARES! 

- ¿Que pasa, qué sucede? ¿Porqué no me dejan dormir?

- ¿Tienes el estómago muy delicado eh? dijo Gabrielle.

- Parece que te cayó mal el pollo. Dijo Xena.

- Ustedes los mortales tienen formas muy extrañas de deshacerse de lo que no sirve dentro de su organismo.

- ¡Ares!, dijo Xena poniéndose de mal genio, Si no calmas tu organismo, te irás a dormir con los cerdos.

Y así pasó la noche, entre ruidos, organismos enfermos y de vez en cuando algún ronquido.

Al día siguiente se levantaron temprano, Gabrielle se encontraba limpiando la casa, Ares estaba jugando con su perro "Caballo" corriendo por todo el campo y Xena se había ido a ayudar a unos aldeanos que se encontraban en dificultades. Pasado un rato, Xena llegó de cumplir su misión. Cuando llegó a la entrada de la granja se detuvo a mirar a Ares. Le parecía que se veía muy tierno jugando con el perro y que se veía mejor sin esa arrogancia que lo caracterizaba cuando era un Dios del Olimpo.  Se quedó algunos minutos observándolo, había un extraño brillo en sus ojos y de su rostro salió una sonrisa. Finalmente decidió seguir, se bajó de Argo, la amarró y entró a la casa.  Xena se sentó en el comedor y puso sus pies encima de la mesa.

- Xena, ¿acaso no ves que acabo de limpiar?

- Te felicito Gabrielle, hiciste un gran trabajo, dijo con ironía Xena.

- ¡Entre ustedes dos me van a volver loca! 

- No te enojes Gabby, mira que te traje plátanos, de esos que tanto te gustan.

- ¡Odio los plátanos!

- ¡Xena! ya regresaste... dijo Ares, -Y trajiste un racimo de plátanos, ¡mis favoritos!

Ares tomó un plátano y se lo empezó a comer

- Ooooops dijo Xena abriendo sus ojos azules. 

- Xena, quiero hablar contigo, dijo Gabs.

Ambas mujeres salieron fuera de la casa.

-¿Qué sucede Gabrielle?

-Estoy cansada de estar todo el día limpie que limpie la casa, si hubiera querido llevar una vida así, me hubiera casado con Pérdicas desde el principio.

- Lo siento Gabrielle, sé que te aburre la vida de la granja, pero será por un tiempo mientras Ares aprende a comportarse como un mortal.

- Será mientras aprende a comportarse decentemente como un mortal... Xena, extraño cabalgar de aquí para allá, tener un poco de acción en mi vida... hacer lo que hacíamos antes!!

- Yo también... hey! escuché que Virgil anda en la próxima villa,  por qué no vas a verlo, hace rato que no sales a divertirte.

- ¿De verdad Xena?  hace rato que no lo veo, me gustaría hablar con él!

Las dos mujeres regresaron a la casa. Ares no estaba por ninguna parte.

-  ¿Ares? lo llamó Xena.

- ¿Ares?... ¿Ares?... ¿ARES?

- Algo pasa Gabrielle, ¡¡vamos a buscarlo!!

Xena y Gabrielle tomaron sus armas y salieron corriendo de la casa .

- Tu ve por donde están los animales, yo iré por los arbustos!, dijo La Princesa Guerrera.

Gabrielle recorrió cada corral, cada chiquero, cada rincón para ver si Ares estaba por ahí a lo mejor ordeñando una vaca. Xena se fue a los alrededores de la granja. Se imaginó que alguien lo había descubierto y se lo había llevado para golpearlo. Estaba muy asustada, ¿Cómo había podido haberlo dejado solo por 5 minutos? era todo el tiempo que se necesitaba para que alguien lo encontrara y se lo llevara.  De repente Xena vió un movimiento extraño entre unos matorrales, tomó su chakram y lo lanzó cortando algunas ramas y quedó paralizada con lo que vió... Al parecer Ares se había comido todo el racimo de plátanos y le había sentado muy mal, su estómago estaba reaccioando ante la indigestión y había decidido irse lejos para tener intimidad corporal.

-¡Xena! ¿sería posible que me dejaras solo en éste momento?

- Jajajajajajaja... Vaya Ares, veo que estás experimentando todas las sensaciones de un mortal, y eso que no has probado la sopa de rábanos que hacía Joxer...

- Largo de aquí Xena!... ¡aaaaayyyyyy me estoy muriendo!, se me va a reventar el estómago...!!

En ese momento llegó Gabrielle al ver a Ares en ese estado también se puso a reir.

- Jajajajajaja... Quién lo pensaría, el Dios de la guerra no puede contra un retorcijón de estómago...

- ¿Será que pueden respetar mi intimidad? aaaaayyyyyy ¡por Zeus! me duele mucho aaayyyy.. ¡Disculpen!

Ares se fue a otro arbusto a seguir con lo suyo.  Xena y Gabrielle se quedaron ahí riéndose, lo dejaron en paz y se fueron a la casa. Minutos después llegó Ares, estaba pálido, con ojeras y sudando.

- Ayyyyy, Esto de ser mortal no es para mí...  son demasiadas complicaciones diarias... me siento muy mal!

- Es que no te debes comer mas de dos plátanos al día, hasta el organismo de Hades hubiera explotado!.. le dijo Gabrielle.

Xena se acercó a Ares, con un paño le limpió el sudor de la frente y luego lo besó ahí mismo. Luego lo agarró por el mentón y le dijo...

- ¡Tienes tanto por aprender!... ve a acostarte, necesitas descanso. Yo te voy a preparar algo para que te sientas mejor.


CAPITULO II - El Mal Ejemplo.

Gabrielle y Xena comieron, luego Gabrielle se fue a encontrar con Virgil y Xena se quedó junto a Ares cuidándolo.

- Xena, ¿Porqué no te recuestas aquí a mi lado? me siento mal...

- Olvidalo Ares, tu lo que necesitas es reposo...

- Me siento caliente, estoy sudando frío, tengo escalofríos, creo que nunca más en mi vida mortal me voy a comer otro plátano. Dijo Ares.

 Xena se acerco a Ares, notó que estaba afiebrado, asi que fue a traer un poco de agua fría para ponerle en la frente.

- Necesitas destaparte para que pase la fiebre, salte de la frazada y quítate la camiseta.

Ares se salió de entre las frazadas, y se quejó de frío, Xena le explicó que necesitaba refrescarse para que la fiebre le bajara.

Xena se puso algo nerviosa, pues a pesar que era la Princesa Guerrera, su voluntad ante el pecho musculoso de Ares empezaba a flaquear. Tratando de disimular, le empezó a pasar el paño con agua fría por el pecho y la cara.

- Así como te lo dije cuando estabas en el cuerpo de Callisto y yo había sido golpeado por Virgilius, no has perdido tu toque!

- Tengo muchas habilidades.

- De eso ya me he dado cuenta...

Xena trataba de mantener su mente en otras cosas, pero ante semejante vista le era imposible pensar en algo distinto.

- Me gusta como te ves en el papel de curandera Xena. dijo Ares. Parece que tus hermosos ojos azules brillan más... y tus manos, dijo mientras le tomaba una de ellas, -Tus manos tan suaves, tan delicadas, no pareciera que llevas una espada en ellas.

- Ares... yo... Dioses...

- Xena, tu y yo dejamos pendiente un asunto cuando Atenea quería matar a tu hija y se apareció tu madre... desde entonces no he dejado de pensar en ese momento...

Xena no se pudo resistir, se abalanzó sobre Ares y empezó a besarlo, de repente se detuvo.

- ¡No!, no debemos... no está bien...

- Pero Xena!... ¿Qué te preocupa? ¿La Rubia?.... ella se va a demorar toda la tarde con Virgil, ambos son buenos para conversar y  seguro Gabrielle regresará en la noche... ¡Vamos Xena! siempre te he deseado... Y sé que tu a mí... disfruta el momento... ¡déjate llevar!

Ares tomó a Xena por la cara y la empezó a besar, Xena definitivamente no se pudo aguantar y se dejó llevar tal cual como Ares se lo había sugerido. Ambos estaban encima de la cama, besándose muy intesamente, Ares empezó a desabrochaer el vestido de cuero de Xena, cuando por fin lo logró, entonces Xena comenzó a besar su pecho, la pasión se estaba adueñando del momento, las caricias eran más intensas, mas apasionadas... Ares empezó a besar el cuello de Xena, Xena cerraba sus ojos y sonreía...

Pasó un buen rato, Xena y Ares se la pasaron ocupados en sus cosas, cuando acabaron se quedaron acostados en la cama, no e habían dado cuenta que ya había oscurecido y que había pasado mucho tiempo desde que empezaron a hacerse cariñitos.

De repente empezaron a escuchar los cascos del caballo de Gabrielle, Xena se paró rápidamente de la cama y se puso su ropa. Ares la haló hacia él.

- Xena, cálmate!, ¿por que el afán?

- Suéltame Ares, déjame vestirme, no debemos darle este ejemplo a Gabrielle...

- ¿QUE? Por los Dioses Xena, Gabrielle hace rato que dejó de ser una niñita... si no estoy mal tuvo marido 10 horas... ella sabe de estas cosas!

- No importa, es mejor no darle mal ejemplo...

- Además Xena, ella estaba con Virgil, supe que cuando mandaste a Lucifer al infierno ella y él tenían química, a lo mejor no estaban solo conversando, a lo mejor la estaban pasando tan bien como nosotros en alguna posada...

- ¡ARES! dijo Xena abriendo sus ojos azules... ¡No más! ¡Es suficiente!

Xena se vistió rápidamente, Ares, se quedó en la cama.

-Xenaaaaaa... ya regresé.... ¿Xena? ¿Dónde estás?

Xena salió de la habitación, estaba despeinada y sin sus botas puestas...

- Llegaste rápido Gabrielle, ¿Cómo te fue? ¿Cómo está Virgil?

Gabrielle se quedó mirando a Xena con la mirada fija. Xena estaba sonrojada y agitada.

- ¿Qué te pasa Xena? ¿Qué estabas haciendo?

- Gabrielle, Regresaste, dijo Ares asomándose a la puerta envuelto solamente con una de las frazadas.

Xena ya no tuvo que responder, pues al ver a Ares así ya se lo había imaginado todo.

¡Uy! ¡Ejem...! Creo que voy a salir a visitar a Virgil más seguido... o voy a ir a visitar a Varia... ¿En dónde Andará Eva?

- ¡Por favor Gabrielle!

- ¡Eres una picarona Xena!

Desde ese día, la relación entre Ares y Xena se fue volviendo más fuerte. Parecía que ambos se estaban enamorando.   Gabrielle siempre mantenía un ojo muy bien puesto en Ares, pues sabía que el ex Dios de la Guerra era traicionero y en cualquier momento podía jugarle sucio a Xena.


CAPÍTULO III - La manzana de la tentación.

Un día, estaba Gabrielle lanzándo sus sais contra un árbol, éstaba practicando para mantener la puntería y vió a Ares caminando solo alejándose de la granja. Actuaba de manera sospechosa.  Discretamente Gabrielle lo siguó y vió hacia donde se dirigía.  De repente Ares se detuvo en un claro y una luz iluminó el lugar. Era Odín.

- Veo que decidiste venir Ares. dijo Odín.

- Fuiste insistente, no me quedó más remedio que venir.

- Que bien, tengo algo interesante que ofrecerte.

Gabrielle trató de acercarse lo más que pudo para escuchar que estaban hablando

- Ares, sé que la vida de un mortal es horrible, llena de complicaciones, y más después de haber sido un Dios, lleno de poder... respeto y gloria, por eso vengo a ofrecerte esto.

Odín le mostró a Ares una manzana dorada.

- Una manzana dorada, dijo Ares, le dá la deidad a quien la coma.

- Puede ser tuya Ares, puedo devolverte tu deidad de inmediato, dijo Odín.

- No eres conocido por ser un Dios caritativo Odín, ¿Qué hay detrás de tanta generosidad?

- Un pequeño favor... algo realmente fácil para tí... ¡Quiero a Xena!. Dijo Odín

- Sabía que había algo detrás de tu ofrecimiento.  ¿Y.... Porqué quieres a Xena si puedo preguntar?

- Xena me traicionó cuando fue una de mis Valkirias... debe pagar por lo que hizo.

- Pero eso fue a ti, no a mi... yo saldría perdiendo de todos modos, es la mujer que amo.

- Vaya Ares, no puedo creer lo que estoy oyendo... entonces era cierto, el Dios de la Guerra se ha vuelto un simple mortal, con sentimientos de simple mortal...  Piensalo Ares, con solo una mordida de ésta manzana volverías a sentir poder, se acabarían tus problemas... ¡y tus enfermedades estomacales!

- ¿Qué tampoco existe en el Valhalla un poco de privacidad?

- Piensalo Ares, piensalo bien y verás que te conviene, ningún Dios debe dejar que lo dominen los sentimientos, y menos los sentimientos por una mujer... te lo digo por experiencia.  Si te decides... ya sabes en donde buscarme.

Odin desapareció. Ares se quedó ahí solo pensando. De repente sintió un movimiento. Gabrielle había arrojado uno de sus sais justo sobre el hombro de Ares.

- ¡Ten cuidado con esas cosas Gabrielle!

- ¿Y cual va a ser tu respuesta, vas a aceptar?

- ¿Eh?

- El ofrecimiento de Odín. ¿Vas a decir que si?

- Sé que Odín me está ofreciendo algo muy valioso, una oferta que cualquier persona no rechazaría y aceptaría inmediatamente...

- ¡Ares, por ningún motivo voy a permitir que le hagas daño a Xena me oiste! ¡Tendrás que pasar por encima de mi cadáver!

- Gabrielle, aunque te cueste creerlo, yo amo a Xena...

- ¿Y tu deidad? ¿No amas más tu deidad?

- Cómo te dije, sé que es una oferta muy tentadora, pero el corazón de Xena también lo es...

- Xena te ama Ares, espero que no juegues con ella o la traiciones... ¡voy a estar vigilándote!

Gabrielle sacó su sai del árbol y se lo puso en el mentón a Ares.

-  ¡Voy a estar vigilándote!


CAPITULO IV - De traje marrón a traje blanco.

Xena,  Ares y Gabrielle se encontraban durmiendo, ya había amanecido.

- Xena... Xena...

- Hmmmmmm...

- Hay que ordeñar las vacas...

- ¿Porqué no vas tu Gabrielle?

- Xena, hoy es tu turno! además que las vacas me odian! siempre que les agarro abajo para ordeñarlas me pegan con la cola!

- Es que le resultas irritante hasta a las vacas jajajajaja...

- Muy gracioso Ares, tu cállate que me estuviste pateando toda la noche, creo que ya es hora que conseguir otra cama..

- Dile a las gallinas que te abran un espacio Gabrielle, te sentirás en familia, cacareas igual que ellas...

- Y tu te puedes ir a dormir con los chivos!!...

- Acaba de amanecer y ya van a comenzar a discutir... ¿dónde está mi chakram?

- ¿Vas a ordeñar las vacas con tu chakram?

- ¡GABRIELLE!

Todos se levantaron, Xena se fue a ordeñar las vacas, Gabrielle se fue a conseguir los huevos y Ares se sentó fuera de la casa a tomar el sol.

- ¡Atrápenloooooo! se escuchó un grito.

 Xena salió corriendo del establo... Ares agarró una espada....

- Se escapa, ¡atrápenloooooooooooooo!

Cuando Xena y Ares se disponían a atacar, vieron a Caballo el perro,  que arrastraba algo entre su hocico.  De entre los arbustos salió Eve, quién continuaba gritando que atraparan al perro. Ares miró que era lo que tenía Caballo entre su boca y se dió cuenta que era la manta que se enrollaba Eva sobre su indumentaria. 

- ¡Ares! sin duda alguna éste animal es tuyo, tiene tus mismas malas costumbres.

- ¡Livia! tanto tiempo...

- Mi nombre es Eva...

- Eve.. Livia... da igual...

- ¡Eve!... ¡Hija! gritó emocionada Xena...

- ¡Madre!

- ¿Cómo estás hija? no sabía que andabas por este rumbo...

- Si, el hijo del Rey Gregor me llamó para que difundiera la palabra de Eli en su reino...

- Llegaste justo a tiempo para desayunar con nosotros!

- Ahora estás hecha toda una granjera, creo que ahora eres Xena, La Princesa Granjera jajajaja..

-¡Eva!

- ¡Tía Gabrielle!

Gabrielle y Eva se abrazaron.

- ¡Ay pero que momento mas tierno!... ¡toda la familia reunida!! Helas aquí.. Gabrielle y Eve, las que podrían estar de visita en los Campos Elíseos.

-Ares, ¿le podrías decir a tu perro que me devuelva mi manta por favor?

- No lo sé, parece que le agrada mucho...

-¡ARES! dijo Xena.

Ares le quitó la manta a Caballo y se la dió a Eve.

-Estás bien entrenado, igual que tu perro!, dijo Eve.

Xena, Gabrielle y Eve se rieron.

Después de desayunar, Todos siguieron conversando en la mesa. 

- Es increible que, la misma persona que trató de convertirme en la campeona de Roma, ahora sea un granjero, dijo Eve.

- Ya ves Liv... Eve,  a todo se acostumbra uno, comentó Ares.

- Y también es increible que esté sentada hablando con la persona que asesinó a Eli...

- Esto ya se está poniendo pesado, mejor me voy a jugar con mi perro, si me necesitan...

- No Ares, espera, dijo Eva, Igual a mi no se me ha olvidado que tu salvaste mi vida y la de Gabrielle.

-  Ustedes son muy importantes para Xena, así que hice lo que tenía que hacer...

- A cambio de perder tu maravillosa deidad... agregó Eve.

- Ahora que tengo el amor de Xena, eso ya no importa.

Eve sorprendida volteó a mirar a su madre quién se sonrojó. Pensó que su madre estaba loca al haberse enamorado de una persona que en el pasado le había hecho tanto daño. También recordó que Ares le había demostrado su amor al haberse sacrificado por ella y por Gabrielle. La pobre Eve estaba algo confundida.

- Eva, Se que estás confundida, dijo Xena, hay mucho que explicar, pero por ahora lo único que debes saber, es que Ares y yo de verdad nos amamos.

- ¿Y tu que opinas de todo ésto tía Gabrielle? preguntó Eve.

- ¿Quién, yo?... Pues es la decisión de Xena y si ella es feliz con Ares, allá ella con su estado de locura...

-  ¡Gabrielle!

- Ella es la que quiere estar con un sujeto que no tiene la más mínima idea de lo que es la limpieza y el aseo... que vive todo el día abrazado con un perro pulgoso, que cuando se enferma hace más escándalo que las Amazonas ebrias... jajajajaja!

-  ¿Algun otro piropo? dijo Ares.

- Si! tengo muchos más pero no me alcanzaría la mañana para mencionarlos. Se burló Gabs.

- ¿Y tu madre?, tu no has dicho nada al respecto... preguntó Eve.

- Ya lo han dicho todo, Ares me ama, yo lo amo.. nos amamos...

- Bien, siendo así viendo que se profesan tanto amor, no veo impedimento alguno para que se casen.

Ares, quién se encontraba bebiendo una jarra de vino casi la escupe. Xena se limitó a levantar su ceja.

-Si la casa de Pérdicas después de 25 años aún existe, por ahí debe estar el vestido que usé cuando me casé con él, podemos ponerle unas florecitas, unas cintitas, encajes,bajarle el dobladillo, ah y las botitas cafés, no creo que sean de tu talla pero las podemos volver unas sandalias... dijo Gabrielle en tono burlesco.

- ¿Ca... Casarnos? exclamó Xena.

- Claro madre, el mensaje de Eli también dice que dos personas que se aman deben estar unidas en sagrado matrimonio, y mi deber como su mensajera es la de hacer que se cumpla.

- Eva, Xena y yo como estamos estamos bien, no necesitamos...

- En el nombre de Eli y todos los santos Ares! que es lo que estoy escuchando! que no te quieres casar con mi madre!!

- No te alteres Evita, Dijo Gabrielle.

- ¿Qué no me altere? he escuchado que Ares le ha pedido en numerosas ocasiones  a mi madre que le dé un hijo y quiero que si llego a tener un hermano, por fin viva como es debido, no como yo que duré 25 años sin madre y azotando mujeres semi desnudas... o como Solan, que si hubiera seguido vivo hubiera empezado a comer heno y a caminar en 4 patas!! Además madre, no quiero que se vuelva a aparecer un Lucifer y te incite a participar en esas fiestas pecaminosas. 

Todos se quedaron en silencio. Ante los comentarios de Eve no había mucho que decir.

-Bien, que no se diga más, en un par de días por el poder que Eli me confiere, los voy a casar para que vivan como es debido.

- ¡¡Tendremos una boda... tu boda Xena!! dijo Gabrielle emocionada.

- Ahora seré yo la que te dé mi bendición, la que recibirá el ramo, la que golpearé tantas veces a tu puerta que te vas a enfermar, la que viéndote feliz será feliz... eso si Xena, no le preguntes a Ares que si antes ha estado con una mujer... recuerda a Mavican... y tu...

-¡GABRIELLE! dijo Xena abriendo sus ojos azules.

Gabrielle se carcajeaba.

En los dos días siguiente, Xena, Gabrielle y Eva se dedicaron a preparar la boda. Eva le hablaba a su madre sobre la responsabilidad del matrimonio y los hijos, Xena se dedicaba a afilar su espada mientras a todo lo que Eve le decía respondía "Si si si si".

Gabrielle se dedicó a conseguir el traje de novia,  fue a la villa a un pequeño almacén y consiguió uno que a ella le gustó. Luego llegó a la granja muy emocionada.

- Xenaaaaaa... ¡ay que emoción!, Xena! mira lo que te conseguí!! un traje de novia, te vas a ver preciosa...

- ¿QUE? ¿Vestido de novia? !!no quiero un vestido de novia, me quiero casar con la ropa que traigo puesta!!

- ¿Cómo se te ocurre Xena? Es tu boda!! debes estar linda para la ocasión... y para tu novio, que sea lo que sea es tu novio.

Gabrielle le empezó a poner el vestido de novia a Xena, era muy parecido al que ella había lucido cuando se casó con Pérdicas.

- ¡Parezco una pastora con este vestido! me faltan las ovejitas y cantar aleri aleri aleri  ji ji....

- Te ves muy bien Xena, y eso que aún no te muestto la corona de flores que te mandé a hacer...

Gabrielle saca la corona de flores y se la pone en la cabeza.

- ¡Ya siento que las ardillas van a anidar en mi cabeza! dijo Xena medio enojada.

- Por Los Dioses, te ves hermosa! ya estás lista para mañana... ahora viene poner "Decente al novio".

Gabrielle se fue a donde estaba Ares, estaba mirando los chivos y comiendo plátanos.

-¡ARES! dijo Gabrielle preocupada, ¿Quieres estar mañana oliendo inmundo? quitate de ahí!!... y otra vez comiendo plátanos? ¿quieres espantarnos de la boda o que? o ¿pretendes salir corriendo en medio de la ceremonia hacia un arbusto? ven, te traje ropa para mañana.

- ¿Gm gm gm, Gabril, d qu stas hablan?

- ¡No me hables con la boca llena de plátano!, vamos a la casa que necesitas probarte ésta ropa.

- No necesito ropa Gabrielle, esta éstá bien....

- Lucirás como un novio decente! vamos adentro!!

Gabrielle y Ares entran a la casa. Gabrielle le da a Ares la ropa y le dice que se la ponga.

- ¿Estás demente? no me voy a poner ésta ropa, ¿Acaso quieres que me confundan con Jace?

- No seas gracioso Ares, ponte éstos pantalones, esta camisa y éste chaleco...

De mala gana, Ares se puso la ropa que le dió Gabrielle.

- ¡Parezco un past....

- Si si, un pastor con este vestido, te faltan las ovejitas y cantar aleri aleri aleri  ji ji.... dijo Gabrielle mirando hacia arriba.

- Definitivamente ustedes son el uno para el otro, agregó Gabrielle.

Llegado el día de la boda, Eve y Gabrielle se levantaron muy temprano. Eve para organizar un altar digno de la boda de su madre y Gabrielle para ir a traer a Virgil e invitarlo. Xena y Ares aún se encontraban durmiendo.  Gabrielle alcanzó a llegar con Virgil y los novios no daban señas de haberse levantado.

- ¡XENA! ¡ARES! les gritó Gabrielle.

- Levántense, hoy es su día, ¡Su gran día!

- Si si si si claro... dijo Xena

Gabrielle le quitó la frazada que los cubría.

- Primero se darán un buen baño y luego se pondrás sus vestidos y empezaremos la boda.

Xena haciendo mala cara se fue a lavar.

- ¡Hoy también me tengo que lavar?... pero, si me lavé ayer!

- AAAARRRRRGGGGG... si Ares, hoy más que nunca tienes que lavarte, tienes que estar decente el día de tu boda.

Ares se fue a lavar también. Gabrielle fue a donde estaba Eve, quién se encontraba sentada frente al altar con las piernas cruzadas orándole a Eli por que su madre fuera feliz con Ares.

Gabrielle se sentó al lado de Virgil, quien estaba esperando que empezara la boda.

- Gabrielle,  ¿Qué vas a hacer cuando Xena y Ares se casen?, le preguntó Virgil.

- ¿Qué voy a hacer de que?

- ¿Te vas a quedar a vivir con ellos? o ¿te vas a ir?

- La verdad no he pensado en ello, no he hablado de eso con Xena...

- Pues yo creo que deberías irte, pues los recién casados querrán estar solos para... ¡Tu sabes!...

- Si es para eso, les basta con que yo vaya a ordeñar las vacas jajajajaja...

- En serio Gabrielle, creo que deberías buscar tu propio camino, ya Xena se establecerá aquí, no digo que se vaya a dedicar a la vida de la granja, sé que eso no es para ella y menos para Ares,  pero tu deberías seguir propia vida.

- No lo sé, le dijo Gabs a Virgil.

- Piensalo Gabrielle, podrías venir conmigo,  me encantaría mucho, sé que a Xena le gustaría que estuvieras con alguien conocido.

Gabrielle se quedó pensando, no se le había pasado por la cabeza que iba a ser de ella cuando Xena y Ares se casaran. Nunca había pensado en abandonar a su amiga, pero ahora no sabía si hacerlo o no. Quizás Virgil tenía razón, ya era hora de seguir su propio rumbo.

- ¿Estamos todos listos? preguntó Eve.

-Yo lo estoy, dijo Xena.

- Yo no, tengo problemas con ésta ropa... respondió Ares.

- No se preocupen, yo voy a ayudarlo dijo Virgil.

Pasados 5 minutos Eve comenzó con la ceremonia. Xena salió por un lado luciendo el vestido que Gabrielle le había conseguido, en la cabeza una cornoa de flores y Ares salió Luciendo unos pantalones, una camisa y un chaleco.  Se pararon frente al altar donde Eve los estaba esperando.

- Estamos aquí reunidos, al frente del altar de Eli, para unir en santo Matrimonio a Xena, La Princesa Guerrera y a Ares, el Dios de la Guerra. Para Eli, el matrimonio es un vínculo sagrado por que...

- Yadda Yadda Yadda... la interrumpio Ares, ¿no podrías omitir las trivialidades e ir a lo realmente importante?

- Del afán no queda sino el cansancio... dijo Eve.

Eve prosiguió con la ceremonia.

- Xena, ¿aceptas a Ares, como tu esposo, y prometes  respetarlo, amarlo y serle fiel hasta que la muerte los separe?

- Si, acepto.

- Ares, aceptas a Xena, como tu esposa y prometes respetarla, amarla y serle fiel hasta que la muerte los separe?

Ares se quedó en silencio pensansdo, pues el nunca se había puesto a pensar en la muerte antes, como era un Dios la muerte para él no era un problema, pero ahora era una realidad que tenía que enfrentar.

-¡Ares! ¿me escuchaste? le preguntó Eve.

- si, si escuché.... ¡Acepto!

- Bien, entonces en el nombre de Eli y todos los santos, yo los declaro marido y mujer.

- Gabrielle, Virgil y Eve aplaudieron.

- ¡Ay Xena!, yo nunca hablé contigo claramente sobre la luna de miel...  le dijo riéndose Gabrielle. ¡Te felicito! ¡Espero que seas muy feliz! y luego le dió un abrazo.

- Yo también así lo espero, nunca me imaginé estar casada, pero bueno...

Luego se volvieron a abrazar y a dar un beso en la mejilla.

- ¡Madre, ¿Te felicito? le dijo Eve a Xena.

- Muy linda la ceremonia hija, gracias.

Madre e hija se abrazaron.

Después los cinco se sentaron a la mesa a comer y a celebrar. Todos reían y festejaban, pero Gabrielle parecía no estar concentrada en la celebración. su mente se encontraba en otra parte, seguía pensando en las palabras de Virgil.

- ¿Gabrielle? ¿Estás bien? le preguntó Xena.

- Si, si lo estoy... es solo que... que estaba pensando que voy a extrañar éste lugar.

- Pero... ¿De qué estás hablando?

- Cuando me vaya Xena.

- ¿Cuando te vayas?

- Claro, Ares y tu necesitan vivir como los recién casados que son, yo ya no tengo nada que hacer aquí, así que me pienso ir... con Virgil., le dijo Gabby a Xena.

- Pero.. no es necesario que te vayas Gabrielle, puedes vivir con nosotros sin nigún problema.

- No, Xena, Ares y tu necesitan su espacio, es mejor que me vaya, está decidido.

- Xena se quedó sorprendida con la noticia, pues ya estaba muy acostumbrada a estar con su amiga Gabrielle y la noticia de no tenerla cerca la había impactado.

Así siguieron la tarde, celebrando la boda de Xena y Ares. Comieron, bebieron y hablaron por largo rato.

Al otro día, Gabrielle se levantó muy temprano y empezó a empacar sus cosas. Xena escuchó el ruido y se levantó a ver que estaba pasando.

- Pensé que habías cambiado de decisión, le dijo Xena a Gabrielle.

- No Xena, voy a seguir viajando, pero de vez en cuando vendré por aquí, me encanta la leche de vaca recién ordeñada y los huevos de gallina frescos, dijo Gabrielle sonriendo.

- Esta siempre será tu casa... dijo Xena.

- Lo sé...

Ambas amigas se abrazaron.

- Si tienes una hija... Ya sé ya sé... quieres que la llame Gabrielle. dijo Xena sonriendo.

- No! si tienes una hija, nunca le tires el chakram por la cabeza!

Ambas mujeres se ríeron.

- ¿Estás lista Gabrielle? le preguntó Virgil.

- En un momento, le respondió Gabrielle.

-Virgil, ¿Para donde van? preguntó Xena.

- Creo que pasaremos por la taberna de mi madre... o sea de tu doble jajaja... quiero saludarla, y de ahí no sé... tal vez Grecia... Atenas... Gabrielle me dijo que quería visitar a Sara y a Lila así que supongo que pasaremos por Potadía... Además Eve también quiere ir con nosotros, más adelante desviará su camino hacia una villa que quiere escuchar su mensaje.

Llegada la hora de la despedida, Gabrielle y Xena se dieron un último abrazo, Eve se despidió de su mamá y todos emprendieron su camino. Ares se encontraba acostado, pues la noche anterior había bebido mucho vino y se había acostado en condiciones algo embriagadoras.

Xena se quedó en la puerta, mirando como se iban su hija y sus amigos, cuando ya no los podía ver se sentó afuera de la casa. Caballo el perro se le acercó y empezó a jugar con ella, Xena acariciaba su cara y le lanzaba palos para que fuera y los recojiera. Cuando Caballo le trajo un palo, Xena le empezó a hacer cariñitos y le dijo:

- Será empezar con mi nueva vida de casada...

¿ESTARA XENA PREPARADA PARA LLEVAR UNA VIDA DE CASADA?
¿SERÁ FELIZ AL LADO DE ARES EL MORTAL?
¿QUÉ SERÁ DE LA VIDA DE GABRIELLE?

NO SE PIERDA LA SEGUNDA PARTE DE: "MATRIMONIO Y MORTAJA DEL CIELO BAJA"

Copyright © Psico - 2002


Indice Fan Fiction

Página Inicial