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  Orígenes y desarrollo

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La Geografía Radical: sus orígenes y desarrollo

 

 

Kirk Mattson*

Los suburbios americanos, área de estudio por excelencia.

Los tres puntos de referencia más importantes en el desarrollo de la geografía radical son: a) La llamada "Expedición Geográfica" de Detroit y el movimiento expedicionario, b) la aparición de "Antipode" una revista radical para la geografía, y c) la fundación de la Unión de Geógrafos Socialistas. A partir de estos hechos podemos introducir la geografía radical haciendo un poco de historia que podemos ampliar después con una discusión sobre algunos temas y figuras de interés particular. 

Las expediciones geográficas 

La "Expedición Geográfica" de Detroit (D.G.E.) o, como originalmente fue llamada, "la sociedad para la exploración humana", fue fundada y encabezada por W. Bunge. Partiendo de su experiencia como residente en el barrio, predominante negro, de Fitzgerald en Detroit, un barrio en proceso de "ghettoización", con una fuerte especulación del suelo y alta represión social, Bunge intentó aplicar sus conocimientos geográficos poniéndolos al servicio de la comunidad. Con este fin se puso primero a disposición de las organizaciones comunitarias ya existentes, tratando de ganarse su confianza, averiguando cuáles eran sus prioridades y problemas sobresalientes e intentando luego encontrar formas de resolverlos o de luchar contra ellos utilizando las herramientas de su profesión. Pronto se dio cuenta de que sus vecinos sabían mucho más que él sobre el barrio y se puso a recolectar información, a reconstruir la historia del barrio y él mismo bajo la dirección de la comunidad, utilizando y desarrollando este conocimiento colectivo. Empezó a enseñar a estos geógrafos populares y espontáneos, de manera informal, ciertos métodos geográficos, y cómo utilizarlos en la lucha para la conservación y protección de su barrio, que se hallaba a merced de los urbanizadores y propietarios. 

Uno de los alumnos de Bunge fue una muchacha negra de dieciocho años llamada Gwendolyn Warren, una de las organizadoras del barrio, y fue ella quién enseñó al geógrafo "un poco de sentido" mientras que aprendía de éste "un sentido de escala" (Horvarth, 1972). En el verano de 1969 la expedición empezó a concretarse sentando sus principios básicos, (ver Bunge, 1969). "Bunge quería investigar en beneficio de la comunidad negra, pero creía también que ésta tenía que aprender a investigar por su cuenta" (Horvarth). Muchos jóvenes querían educarse y al mismo tiempo servir a su comunidad; este doble enfoque -educación versus investigación- era considerado esencial en la expedición. 

A partir de aquí, con la cooperación de la Universidad de Michigan, se creó el "Detroit Geographical Expedition and Institute" (D.G. E.I.) que ofrecía un curso sobre aspectos geográficos en la planificación urbana. Se facilitaron aulas y materiales, y algunos profesores se presentaron como voluntarios para dar clases gratuitamente. El curso estaba pensado sobre todo para aquellos estudiantes de los barrios negros más deprimidos de Detroit, desprovistos del diploma de bachiller, y el programa era controlado directamente por la comunidad.

El resultado de este experimento fue un plan de descentralización escolar para la ciudad de Detroit traducido en un "Informe a los Padres sobre la Descentralización Escolar". El proyecto fue realizado en grupo, utilizando las técnicas aprendidas en el curso. El plan costó la increíble suma de doscientos dólares, mientras el consejo de educación de la ciudad, conjuntamente con la Fundación Ford, realizaban su propio informe que costó 350.000 dólares. Las diferencias entre los dos informes pueden apreciarse en el cuadro siguiente:

 

Plan del Consejo de Educación

Plan de la Comunidad

Niños negros bajo control negro

80.0%

39.4%

Niños negros bajo control blanco

20.0%

50.6%

Niños blancos bajo control negro

20.5%

4.2%

Niños blancos bajo control blanco

79.5%

95.8%

Cuadro: Porcentaje de niños bajo control blanco y negro

Fuente: A Report to Detroit Parents on School Decentralization. Field Notes of the D.G.E. "Discussion Paper" n. 2, 1970, p. 29.

 El número de estudiantes matriculados en el programa pasó de 40 en el verano de 1969 a 470 en la primavera de 1910. Hasta que se rompieron las relaciones entre el Instituto y la Universidad de Michigan.

 La Universidad de Michigan suprimió su apoyo financiero y prohibió a sus profesores que enseñasen en el Instituto. Este fue prácticamente el final para la Expedición Bunge se vió forzado a dejar los Estados Unidos para evitar la represión política y refugiarse en Canadá; todavía hoy sigue siendo persona no grata en su propio país. La Expedición de Detroit había llegado a su fin pero el interés que había despertado generó nuevas expediciones en centros tales como Montreal, Londres, Toronto, Vancouver Quebec y Nueva Orleans.

 La experiencia de la D.G.E. tuvo también sus efectos en el seno de la disciplina misma. Un nuevo término vino a enriquecer el vocabulario geográfico, el de "advocacy" en la geografía, que implica un compromiso real con los problemas de la ciudad en interés de sus habitantes; problemas cotidianos tales como la distribución de parques, los accidentes de tráfico que dañan a los niños, etc... Esta actitud de compromiso con problemas tanto humanos como políticos contrastaba con la actitud de tos demás geógrafos que estudiaban a veces la ciudad al servicio de urbanizadores y especuladores actitud de desprendimiento y frialdad profesional que ponía de relieve la debilidad ética de la geografía establecida.

 El fin de la D.G.F. no fue realmente un fracaso. Bunge reorganizó en Toronto y más ambiciosa de todas, la "Canadian-American Expedition" (C.A.G.E.) aplicando mismo principio del control ejercido por la comunidad, donde viven y trabajan los geógrafos.

Los aspectos positivos de las expediciones deben ser valorados con prudencia. Las expediciones sólo pueden funcionar si cuentan con la total confianza y cooperación de lac omunidad y responden a sus intereses; la experiencia muestra que no caben el paternalismo profesional como tampoco el "turismo emocional" ni el vanguardismo político.

"Antipode": una revista para la geografía radical 

La fundación de la revista "Antipode" está relacionada con la organización de las primeras expediciones en 1969. La revista fue concebida como el portavoz de una geografía alternativa, preocupada por problemas regionales y locales. Los primeros ejemplares de "Antipode" demuestran ésto, pues incluyen intormaci6n sobre la expedición de Detroit, sobre el deterioro del medio ambiente producido por las compañías mineras en los Apalaches y sus efectos sociales, sobre la pobreza rural y urbana, etc... A medida que la revista evolucionaba y se desarrollaba, atrayendo cada vez un mayor número de lectores y colaboradores, se estableció el diálogo sobre la necesidad de nuevos métodos de cuestionar y criticar, formulando preguntas sobre el papel de la ideología en geografía. En 1974, en plena evolución y búsqueda teórica la revista se planteó la necesidad de explorar en el campo del marxismo y estimular las investigaciones y contribuciones de los países del tercer mundo. Durante este proceso se fueron clarificando los objetivos y ampliando las perspectivas, ganando lectores fuera de Norteamérica, pero perdiéndose también en el camino, muchos de los primeros lectores liberales, todavía asustados por la palabra "Marxismo".

 "Antipode" ofrece un medio de información y comunicación para los geógrafos al margen de la geografía institucionalizada, controlada por las revistas de la poderosa Asociación Norteamericana de Geógrafos (Associacion of American Geographers). Estas revistas, sólidamente establecidas y altamente conservadoras no están capacitadas para tratar con el activismo creciente de la nueva geografía radical.

Recientemente se han introducido en "Antipode" nuevos temas como, por ejemplo: los problemas del desarrollo y la geografía, la economía política urbana, los problemas ecológicos, la vivienda, la planificación, los problemas pedagógicos, por mencionar algunos. Sus colaboradores son estudiantes y profesionales no sólo de Norteamérica sino también de Latinoamérica, Europa y el Pacífico.

La revista tiene cuatro funciones esenciales: ser un medio de comunicaciones de ideas, un órgano didáctico, una salida a la crítica y un medio de exposición de los trabajos de investigación teóricos y prácticos de vanguardia.

La edición de "Antipode" es un proyecto colectivo cuyo centro se halla en la Universidad de Clark y que dirige Richard Peet. Existen otros centros donde se han publicado ediciones de Antipode como son Vancouver y Londres, y se están preparando nuevas ediciones en Austrltia-Nueva Zelanda y América Latina.

Como mencionamos anteriormente la fundación de "Antipode" está estrechamente vinculada a las expediciones geográficas y a partir de este vínculo se ha desarrollado la Unión de Geógrafos Socialistas.

La fundación de la Unión de Geógrafos Socialistas

La Unión de Geógrafos Socialistas (U.S.G.) quedó constituida como tal en Mayo de 1974. Sus principios y objetivos básicos fueron presentados como sigue:

"El propósito de nuestra unión es trabajar para la reestructuración radical de nuestras sociedades de acuerdo con los principios de justicia social. Como geógrafos y como personas contribuiremos a este proceso en dos maneras complementarias: 1) Organizando y trabajando hacia un cambio radical en nuestras comunidades, y 2) Desarrollando la teoría geográfica para contribuir a la lucha revolucionaria". (Fuente: "U.S.G. Newsletter", Vol. 3, N. 1).

La U.S.G. no es ni una organización política, ni una asociación de profesionales en el sentido tradicional. Tal y como su nombre indica es una unión sindical, una organización libre, de estudiantes, geógrafos y no-geógrafos, dedicados a la transformación progresista de la sociedad. Esta unión representa una gran variedad de opiniones políticas, y apoya a numerosas organizaciones políticas a escala local e internacional. La U.S.G. está comprometida también tanto en su papel didáctico como en el trabajo de revisión y replanteamiento de los métodos y teorías geográficas y la búsqueda de nuevas perspectivas y alternativas dentro y fuera de la geografía.

La U.S.G. publica una revista periódica para sus miembros, en la cual se confrontan distintas opiniones, manteniendo la comunicación posible entre los aproximadamente trescientos miembros. El grupo ofrece sesiones de estudio en sus diversos centros (Boston, Baltimore, Montréal, Toronto, Vancouver), y organiza también regularmente mítines que coinciden por lo general con las reuniones y conferencias anuales de la A.A.G. o la Asociación Canadiense de Geógrafos (C.A.G.), operando como conferencias paralelas, donde se incluyen la lectura de trabajos, se discuten temas y se organizan excursiones tanto para los miembros como los invitados e interesados. Estos encuentros cumplen varias funciones: reforzar a organización interna de la unión, servir de introducción a nuevos miembros y dar lugar a una oportunidad para el intercambio de opiniones entre tos asociados.

Pero quizás una manera más eficaz de presentar la U.S.G. sería hacerlo a través de la obra de algunos de sus miembros claves y a través de algunos de los temas generales de investigación dentro de la unión.

Como indicamos anteriormente dos de las figuras más sobresalientes y claves en el surgimiento, a partir de la geografía cuantitativa, y en el desarrollo de la geografía radical son W. Bunge y D. Harvey.

En el trabajo de Bunge aparece claramente el cambio profundo ocurrido desde su ya clásico Theoretical Geography (1962), pasando por el trabajo en Detroit, hasta su trabajo con la C.A.G.E. Bunge no rechaza hoy los métodos cuantitativos en sí, sino que cree necesario hacer un mejor uso de éstos dentro de una geografía realmente humana, y hace un llamamiento a los geógrafos para que participen en una práctica social en todos sus niveles. Bunge se halla actualmente exilado de los Estados Unidos y como geógrafo crónicamente desempleado, aunque lucha tenazmente para que prosiga la C.A.G.E., cuyo cuartel general se halla ubicado en Toronto, donde Bunge trabaja como taxista (profesión que recomienda a todos los geógrafos, al ser una manera muy eficaz de conocer la geografía de cualquier ciudad).

La obra de D. Harvey es en cierto modo paralela a la de Bunge puesto que al igual que éste, ha sido uno de los seguidores e innovadores de la geografía cuantitativa. La obra clave de Harvey es Social Justice and the City 4 . Esta obra, mejor que cualquier otra representa en sí la evolución de Harvey poniendo de relieve la transición consciente desde el liberalismo ético de sus primeros capítulos, donde se plantea una serie de problemas teóricos y morales, para llegar finalmente a la conclusión de que los métodos geográficos existentes son incapaces de resolver las contradicciones internas de la geografía, hasta la postura radical y revolucionaria de sus últimos capítulos; éstos señalan una auténtica ruptura con su trabajo anterior, evidenciando el carácter ideológico de la metodología geográfica y explorando por primera vez las posibilidades que el pensamiento marxista ofrece al geógrafo. Recientemente Harvey ha trabajado con Manuel Castells en París, ha publicado algunos trabajos en la línea de la economía política urbana y se propone publicar una guía de la obra de Marx para los geógrafos.

Debemos mencionar igualmente otros autores que han trabajado en el área del urbanismo y su relación con el subdesarrollo; éstos son: Milton, Santos, T.G. McGee, y David Slater, así como K Buchanan en la geografía de la población y sobre China.

Milton Santos, geógrafo brasileño, es uno de los geógrafos radicales más prolíficos y viajeros; ha enseñado y trabajado en Brasil, Francia, Venezuela, Tanzania, Estados Unidos y Canadá entre otros, lo que le ha dado una gran experiencia práctica sobre los problemas del urbanismo y el subdesarrollo, área en la cual se ha especializado. Es miembro de la U.S.G. y del comité de redacción de "Herodote", y ha editado un número de "Antipode".

Terry McGee, de origen australiano ha trabajado en el Asia del sureste y Oceanía, ha enseñado en la Universidad de Hong Kong así como en la Universidad Nacional de Australia. Los trabajos de McCee sobre las ciudades del Asia del sureste y el proceso de urbanización en el Tercer mundo examinan las consecuencias de las teorías contemporáneas sobre los procesos de urbanización en el Tercer mundo y presentan alternativas a la teoría dominante de la modernización. McGee es uno de los pocos geógrafos que ha examinado en detalle el fenómeno de las migraciones urbanas y la existencia del sector tradicional en el seno de la economía urbana.

Al lado de Santos y McGee, D. Slater ha trabajado también en el área de geografía y desarrollo en el centro de estudios latinoamericanos en Amsterdam.

Keith Buchanan fue el primer geógrafo occidental en estudiar el impacto de la revolución china en el paisaje, en su espléndido libro The Transformation of the Chinese Earth, (La Transformación de la Tierra China). Debemos mencionar igualmente el trabajo de J. Blaut acerca del colonialismo interno en América del Norte, en concreto Puerto Rico, y sus estudios sobre la dependencia, el neo-colonialismo y la teoría del capitalismo.

Podríamos citar muchos otros campos en los cuales tos geógrafos radicales han desempeñado un importante papel como por ejemplo: las cuestiones de planificación y los problemas ecológicos, el transporte (notablemente M. E. Eliot-Hurst), la vivienda, la perspectiva anarquista, etc.

En Canadá se han planteado otras cuestiones de interés, tales como el uso de los recursos naturales, el problema de los indígenas indios y esquimales en su lucha para proteger su patrimonio contra la explotación minera y la construcción de oleoductos, las nuevas ciudades del norte, así como problemas regionales específicos como los de las provincias marítimas del este, la problemática de Quebec y sus relaciones con el poder central. Los principales centros de investigación radical son Vancouver en el oeste, Montréal, Toronto y la Ciudad de Quebec en el este central.

Comentarios y conclusiones 

Antes de adentramos en las conclusiones hay un hecho que es importante señalar y es que existe ya una estrecha relación entre los procesos que han dado lugar a "Antipode" y a otras revistas críticas en Europa (como "Herodote", "Zone" y otras). Creemos que es conveniente estrechar estos lazos entre los geógrafos europeos en general y los anglosajones, lazos que no están aún suficientemente consolidados.

El contraste entre estas dos geografías es fuerte. Empezando con la separación de las tradiciones geográficas, la francesa y la anglosajona o anglogermánica; esta separación se ha evidenciado más en Norteamérica donde la influencia de la escuela francesa ha queda do relegada a Quebec mientras que el resto del continente ha sido prácticamente desconocida.

La característica más notable de la geografía anglosajona es la enorme especialización que ha alcanzado, sobre todo en los Estados Unidos, hasta tal punto que en algunas universidades, ciertos aspectos de la geografía física, se enseña las facultades de ciencias físicas, mientras que la geografía humana se enseña en las facultades de ciencias sociales.

Esta especialización se acusa aún más a medida que el alumno se va adentrando en la carrera. Esta tendencia responde a las necesidades de una sociedad altamente tecnificada, que demande especialistas; es pues con vistas al mercado de trabajo que más que geógrafos salen de las facultades especialistas en sedimentología, hidrografía, en geografía del transporte, de las comunicaciones o de la industria por citar sólo algunos. A nivel de la investigación ocurre algo parecido; como la competencia entre profesores es muy grande y el campo de la ciencia en constante expansión, éstos se ven obligados en crear sus propios territorios en los cuales se refugian como en nichos ecológicos y aparecen así profesores especializados en la geografía de las sociedades prehistóricas, en la geografía cultural comparada, o en la relación entre el arte y el paisaje.

De esta especialización resulta una consecuencia positiva que es, además de la profundización de una parcela del conocimiento, la creciente cooperación entre disciplinas. Pero al mismo tiempo se pierde el valor de "síntesis" que inicialmente poseía la geografía y desde entonces ésta ha sufrido una fuerte "crisis de identidad".

La geografía cuantitativa intentó unificar la geografía a través del método, pero no ha logrado darle al geógrafo una visión globalizante que le permita enfocar los problemas desde varios puntos de vista. Es interesante observar la calma con la cual los geógrafos europeos se han enfrentado al fenómeno cuantitativo, aceptando los métodos cuantitativos como herramientas útiles sin caer en los excesos en que han caído los norteamericanos.

Para el observador europeo las expediciones geográficas pueden aparecer como terriblemente ingenuas, pero hay que tener en cuenta que si bien la geografía anglosajona ha mantenido un contacto muy intimo con el mundo de los negocios y con el de la planificación, los estudiantes han sido marginados de los problemas sociales en general y de sus comunidades en concreto. Las universidades mismas se hallan físicamente aisladas, fuera de los cascos urbanos, a veces en pequeñas ciudades universitarias o en campus cerrados. Las expediciones geográficas a pesar de haber alcanzado importantes logros en a investigación de problemas tales como la especulación del suelo, el uso de la tierra urbana, etc., no han podido lograr muchos de los objetivos que se habían propuesto, debido en parte a esta ingenuidad que se refleja en un idealismo bien intencionado.

Las expediciones carecían de una sólida perspectiva política, problema común a la izquierda norteamericana en general. La misma crítica aunque en menos grado puede ser válida para la geografía radical en general. Pero a pesar de todo, la geografía radical es un fenómeno muy positivo, ha ampliado la visión de la geografía no sólo en sus aspectos teóricos y de investigación sino que también ha permitido a la geografía entrar en contacto y colaborar con otras tradiciones geográficas y establecer líneas de contacto con grupos de izquierda dentro y fuera del campo geográfico.

En general, y en resumen, podemos decir que la geografía radical ha encabezado la búsqueda de una mayor solidez teórica y una concepción generalizante dentro de la disciplina, se ha preocupado por problemas concretos o teóricos y por encontrar métodos y una teoría capaz de analizarlos y aportar soluciones prácticas a nivel local o nacional.

Personalmente creo que la geografía podría desarrollar sus enormes potencialidades en la medida en que logre mantener su principio unificador, desarrollar la relación de cooperación con otras disciplinas y ser un puente entre los fenómenos humanos y los puramente físicos o espaciales; por ejemplo las relaciones existentes entre la ciudad y el campo, la ciudad y el desarrollo económico-social, los problemas ecológicos y la planificación etc... podrían encontrar en la geografía un buen medio de análisis.

Para finalizar, cabe decir que, en última instancia, es poco importante el que existan una o varias geografías, que tal o cual campo de investigación sea geográfico o no. Lo que sí es realmente importante es que existen graves problemas en todo el globo, y que hay que investigar hasta llegar a sus raíces. Si es todo un sistema socio-económico el que está en la base de estos problemas, hay que estar dispuesto a enfrentarse con él y denunciarlo.

* En: Geocrítica, UB, Barcelona, 1978.



 

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Prof. Leonardo D. Olivera
Última modificación: 30 de October de 2009