La reciente aparición en los EE.UU del llamado "INFORME MATRIX" vuelve a poner de actualidad el "asunto OVNI", un tema siempre controvertido a la vez que apasionante. Esta vez saltan a la luz supuestas relaciones de los extraterrestres con los representantes de los gobiernos de las dos superpotencias. Nace el "Majestic 12" Según leemos un informe que fue secreto por muchos años, "hay historias increíbles sobre el traslado de platillos estrellados. Para guardarlos hubo que llevarlos a veces a grandes distancias, viajando sólo durante la noche, comprando viejas haciendas, avanzando a través de bosques bloqueando carreteras principales, llevando a veces dos y tres plataformas transportadoras unidas con una carga extraterrestre de 30 m de diámetro. Uno de los platillos era tan enorme y los problemas logísticos tan grandes, que tuvo que ser enterrado en el mismo sitio en el que se estrelló y aún permanece allí". El interés del gobierno de USA se incrementó a partir de 1947 cuando el piloto T. Mantell pereció mientras perseguía en su caza a uno de estos objetos. Y ese interés se convirtió en una historieta cuando en 1952 una escuadrilla de OVNIs sobrevolódescaradamente la ciudad de Washington dejando en ridículo a los más avanzados cazas de la Fuerza Aérea norteamericana. Según un informe "hizo falta toda la inventiva e imaginación de los mejores expertos en la manipulación de la opinión pública para distraer la atención de la gente de aquel desgraciado incidente". Fue a raíz del primer caso cuando varias agencias gubernamentales (CIA, NSA, DIA, EBI, NASA) tomaron cartas en el asunto y el general Marshall formó en julio de ese mismo año el grupo "MAJESTIC12" (MJ-12). Uno de los que formaban parte del grupo inicial fue el secretario del estado James Forrestal que se suicidó. La razón oficial del suicidio es que fue una depresión nerviosa pero otras fuentes aseguran que se debió a la preocupación que le producía lo que había detrás del fenómeno OVNI. Su familia, por otra parte, siempre había afirmado que fue asesinado por la CIA porque era de la opinión de que había que decirle toda la verdad al pueblo. De las muchas personas que trabajaban en las diferentes organizaciones relacionadas con la investigación de los OVNIs, sólo un muy limitado número fuera del MJ-12 estaba al corriente de la verdad. De vez en cuando se divulgaban falsas noticias muchas veces parecidas a las verdaderas, con el fin de despistar a los investigadores y periodistas. El famoso "Informe Condon" de la Universidad de Colorado fue uno de estos esfuerzos oficiales para desacreditar el fenómeno. A todos los que trabajaban en los diferentes programas relacionados con los OVNIs se les exigía un solemne juramento firmado cuyo incumplimiento podría acarrearles muy graves consecuencias. Y además del personal juramentado, el MJ-12 trataría de la misma manera, llegando incluso al asesinato camuflado, a toda aquella persona que estuviese "muy cerca de la verdad". Cualquier medio era lícito para proteger el "secreto final". ¿Cuál era ese "secreto final" tan celosamente guardado por el MJ-12 asistido por tres o cuatro agencias gubernamentales? Es el trato hecho por el gobierno de los Estados Unidos con ciertas entidades extraterrestres a las que un miembro del MJ-12 bautizó con el nombre de EBEs (Entidades Biológicas Extraterrestres). Las películas Encuentros cercanos del tercer tipo y ET ,así como la serie "V" y muchas otras fueron hechas para que nos fuéramos acostumbrando a la existencia de semejantes seres y hasta de su nada agradable apariencia. La primera comunicación física que se conoce del gobierno norteamericano con los EBEs fue el 30 de abril de 1964 en la base de la Fuerza Aérea de Holloman (N. México). En un área previamente concertada aterrizaron tres platillos de los que descendieron varios EBEs. Los esperaban oficiales de inteligencia del gobierno y allí mismo se celebró una reunión. La entrevista fue filmada. El primer acuerdo con los extraterrestres Hubo más reuniones como la de Holloman en las que se fue avanzando en el entendimiento hasta que por fin, durante el período comprendido entre 1969 y 1971, el MJ-12, en representación del gobierno, hizo un trato con ellos. Consistía éste en que a cambio de tecnología que los EBEs les proporcionarían (mayormente relacionada con armamento y antigravitación) el gobierno de USA ignoraría ciertas cosas que estaban ocurriendo y les proporcionaría lugares seguros en donde ellos pudiesen desarrollar sus actividades y en los que a su vez enseñarían a los militares las nuevas tecnologías prometidas. De hecho, la base de Groom Lake, una de las más secretas, fue ampliada a partir de 1972 y se construyó en ella bajo la dirección de los EBEs una enorme instalación subterránea en la que se colocó el instrumental pactado que era manejado exclusivamente por ellos. Las "cosas" que estaban ocurriendo y que el gobierno prometían ignorar eran las misteriosas matanzas de ganado que se detectaban en toda la nación y los secuestros y desapariciones de seres humanos que de vez en cuando saltaban las páginas delos periódicos. Ya desde un principio este trato provocó una fuerte discusión en el seno del MJ-12, o la confrontación de sus miembros se agravó cuando, o al tiempo, descubrieron que habían sido engañados y que habían traicionado a sus conciudadanos haciéndose cómplices de miles de crímenes. En la actualidad el grupo MJ-12 (al que pertenecen personajes como el general Vernon Walters, el Dr. Kissinger y el ex presidente de USA George Bush, ex director de la CIA y muy posiblemente el Almirante Pointdexter envuelto en el sórdidoasunto Irán – Contras) no sabe que hacer y está ganando tiempo para ver como puede salir de la encrucijada. El engaño de que fueron víctimas tan ilustres señores es en verdad aterrador. Descubrieron en primer lugar que el número de seres humanos secuestrados y de los que en la mayoría de los casos no se volvía a saber, era muy superior a los que los EBEs les habían dicho. Sin embargo lo que más les impresionó fue conocer con detalle lo que les sucedía a las personas que eran consciente o inconscientemente temporalmente abducidas y a aquellas que nunca volvían a aparecer. Se llenaron de horror cuando descubrieron lo que los EBEs suelen hacer con ellos: acostumbran a insertar en el cerebro, a través de las fosas nasales, un pequeño aparato esférico de unos 3 mm. Con el que pueden "monitorear" biológicamente al secuestrado y saber dónde está. Controlan durante un período de 2 a 5 años, mediante sugestión hipnótica, a los abducidos de modo que éstos efectúen una actividad especifica en el momento oportuno. Sacrifican a algunos de ellos para que les proporcionen "material biológico". No tienen inconvenientes en asesinar a algunos individuos que son una amenaza para sus actividades en nuestro planeta. Efectúan con ellos experimentos de actividad genética. Fecundan a mujeres y les extraen prematuramente los fetos, cultivándolos fuera del útero para seguir de cerca su desarrollo. Estas son a grandes rasgos las actividades en que están ocupados los EBEs, con los que el MJ-12 hizo el pacto mencionado. "El Gobierno USA no tuvo inicialmente conocimiento de las consecuencias del "trato" con los EBEs porque estos le hicieron creer que los secuestros eran esencialmente benignos y como se imaginaron que de todas maneras los EBEs los iban a seguir realizando simplemente insistieron en que les suministrasen una lista de secuestrados". También han pactado con los soviéticos Pero la realidad fue muy diferente. Los EBEs no solo mintieron en cuanto al propósito de los secuestros sino en el número de los secuestrados. Cuando el MJ-12 descubrió la realidad, ya era demasiado tarde. Aparte de la enorme humillación que supuso descubrir que los EBEs habían hecho un trato muy parecido con los rusos. Hace pocos meses el MJ-12 tuvo en su recóndito refugio del "Country Club" una reunión tormentosa en la que se debatieron casi desesperadamente dos posiciones: la que los defendían que había que decirle al pueblo la verdad desnuda, pidiendo al mismo tiempo perdón y solicitando colaboración, y la de los que decían que de ninguna manera se podía hacer eso porque el pueblo no estaba preparado para asimilar la "horrible verdad" de que somos "conejos de indias" de una raza Superior extrahumana. Los defensores de esta segunda posición eran más abundantes y propusieron además desarrollar una arma contra los EBEs de los que se conocen ciertas debilidades (El arma ya fue probada por primera vez aunque sin éxito). Esta desavenencia del MJ-12 se hace ver por un lado en la infiltración desde un tiempo a esta parte de noticias concretas, cintas magnetofónicas con información muy valiosa y hasta un vídeo cassette en el que se puede ver a un alienígena que laFuerza Aérea tiene prisioneros en la base YY y, por otro lado, en la dificultad con que semejante información llega a manos de los investigadores. Es típico el caso Linda Howe quien había hecho un documental fílmico sobre los animales que aparecen mutilados y desangrados. Pues bien, Linda recibió en 1982 una llamada telefónica invitándola a hacer una película sobre el tema de losovnis y en concreto sobre varios platillos que se habían estrellado y cuyos restos estaban en poder del gobierno. La pusieron en contacto con un oficial de la Fuerza Aérea llamado Cody el cual le dio información de primera mano y le prometió 2.200m. de film sobre el aterrizaje de Holloman. Durante varios meses su vida fue auténticamente "de película" ya que sus comunicantes la hacían ir de una ciudad a otra para recoger datos y para entrevistarse con escurridizos personajes. Le daba la impresión de que sus informantes tenían miedo de que se supiese lo que estaban haciendo y muchas veces se echaban atrás en sus promesas y citas. Finalmente, cuando ya tenían los contratos firmados para empezar a rodar, sus comunicantes dejaron de comunicarse. Algo parecido le sucedió a un rico político del sur de California. Lo llamaron para hacer una película sobre el fenómeno ovni y hasta lo llevaron al Pentágono en donde le enseñaron un vídeo de entrevistas con extraterrestres. Pero a última hora lo dejaronesperando con el material prometido. Los "papeles de Dulce" Uno de los documentos recibidos por Linda Howe fueron los famosos "Papeles de Dulce". Dulce es una base de la Fuerza Aérea en Nuevo México que se hizo famosa por lo que más tarde contaremos. Lo que allí sucede lo sabemos por dos fuentes. La primera proviene del secuestro de una mujer y su hijo que más tarde fueron devueltos al mismo lugar, cerca del pueblo de Cimarrón. "Conducían su coche por una carretera rural, cuando observaron dos naves en el proceso de llevarse a un ternero. Su coche se detuvo y ellos fueran también secuestrados y llevados a la instalación subterránea donde la mujer presencióla mutilación del animal. Observó también allí, dentro de grandes tinas, parte del ganado flotando en un líquido, mientras que otro recipiente contenía el cuerpo de un hombre. Esta mujer fue posteriormente sujeta a examen y se encontraron en su cuerpo pequeños objetos que habían sido artificialmente implantados al igual que en el de su hijo". Otra de las fuentes por la que se conoce la existencia y las actividades de esa base subterránea es por el testimonio de un ex agente de la CIA que logró huir de ese lugar tras haber estado trabajando allí. Antes de escaparse tomó algunas notas, fotos y vídeo tapes y posteriormente se escondió. ¿Cómo son los EBEs? Resumiendo todo el maremagno de datos que sobre este particular tenemos, podemos decir que entre las 60 o 70 clases de EBEs que nos visitan hay 5 o 6 que son los que están más relacionados con nosotros. TIPO I: Entidades invisibles muy difíciles de ser comprendidas por nuestra mente porque son prácticamente pura energía mental. Su actividad principal es influir la mente de los humanos y tienen mucho que ver con las religiones y todas las grandescorrientes filosóficos y sociológicas. Parece que están en la Tierra desde antes que nosotros. TIPO II: Grises (por el color de la piel) llamados "reticulianos" (porque dicen que vienen de Zeta Reticuli). Bajitos de 1,20 a 1,40 con una gran cabeza pelada y ojos muy rasgados. Muy psíquicos, con un gran dominio de la telepatía. Mente grupal conuna conciencia individual muy poco desarrollada, lo que constituye uno de sus puntos más débiles. Su meta es el conocimiento científico y mediante el dominio del mundo. Tienen también gran dominio de la materia y pueden cambiar su apariencia física ycrear robots biológicos. Están interesados en los experimentos genéticos debido a que quieren mezclarse con nosotros para conseguir una raza híbrida superior a ambas. Les preocupa mucho "monitorear" las mentes da ciertos humanos mediante aparatos que les implantan en La niñez y que revisan cada cierta cantidad de años, muchas veces sin que se de cuenta el ser humano. Con tales experiencias adquieren conocimientos sobre nosotros Y van implantando en nuestra sociedad, mediante unadoctrinamiento inconsistente, consciente que ellos llaman "inoculación", ciertas ideas que les interesan. Rechazaron el trato que les fue propuesto por el gobierno de algún país de la Tierra que exigía de ellos, a cambio, tecnología para ser utilizada militarmente. TIPO III: Grises llamados "rigelianos" aliados en cierta manera de los del tipo II y físicamente muy parecidos aunque con los ojos no tan rasgados. Estos son los que están ahora en relación con el Gobierno de USA aunque éste esté arrepentido del trato. De hecho están viendo como pueden liberarse de la presencia de estos seres. Son una raza genéticamente dañada “parece que por una guerra atómica de hace miles de años “ cuando están saludables tienen una piel amarillo verdosa” Pero cuando no tienen suficientes "glándulas de animales molida” que absorben a través de la piel. tienen un color gris. Una característica muy importante de estos rigelianos es que son capaces de salir de nuestro tiempo. Además son poco individualizados como los reticulianos y están aparentemente militarizados como ellos. Su sistema digestivo y generativo está dañado y por eso tienen que nutrirse a través de la piel. Su alimento consiste en una especie de sopa celular procedente detejido bovino que untan en la piel. Estos del tipo III son los que realizan la mayor parte de matanzas de reses con el fin de alimentarse pero no tienen inconvenientes en caso de necesidad de hacer lo mismo con seres humanos. Están verificando desesperadamente experiencias genéticas con los humanos, pero no por amor a la ciencia o por conseguir un cruce más perfecto sino para conservar su propia especie y para lograr reproducirse de un modo más natural ya que debido al defecto que portan en sus funciones generativas todos son clones. Esta es la razón por la que todos parecen iguales. Han tratado de llevarse ganado a otros sistemas solares pero hasta que nosotros sabemos no lo han conseguido todavía. Al parecer estos rigelianos han penetrado masiva y radicalmente nuestra civilización. Mantienen bases en todo el mundo especialmente en los Estados Unidos, y controlan cada aspecto de nuestra sociedad. En la actualidad la raza humana está siendo prácticamente "conquistada" o sometida por estos seres a un "bombardeo mental" sin que se dé cuenta. Para mantener su control sobre nosotros se valen también de lideres e "iluminados" de muchos tipos. He aquí como el informe "THE MATRIX" resume sus actividades: Se clonan a sí mismos en úteros parecidos a vejigas. Fecundan a hembras humanas para extraerles posteriormente el feto. Fabrican androides de apariencia humana que tienen un tiempo muy limitado de vida. Adquieren material biológico de ganado y seres humanos para alimentación y experimentos genéticos. TIPO IV: Rubios, altos llamados también "procionanos" no tienen el poder de cambiar su apariencia y parecerse a los grises. En cambio estos sí pueden presentarse como rubios. Su altura anda alrededor de 1,90 m. Ejercen también bastantes actividades en nuestro planeta pero menos que los grises. No están de acuerdo con lo que los rigelianos del tipo III estánhaciendo. Parece que tratan de disuadirlos pero básicamente no intervienen. TIPO V: Rubios bajos. De piel blanca, más discretos en la intervención en nuestro mundo. Según un informe "estarían dispuestos a expulsar de este planeta a los rigelianos si las autoridades mundiales se lo pidiesen oficialmente". Pero ello conllevaría una guerra en la que perecerían muchos humanos. Aunque algunas de estas afirmaciones concretas pudieran no ser ciertas, el fondo de todo ello es real la presencia y actividad de seres inteligentes no humanos en nuestro planeta. Es algo que la Humanidad no puede darse el lujo de ignorar por más tiempo. Desgraciadamente resulta muy difícil separar lo autentico de lo falso, ya que son muchas y muy diferentes las causas que intervienen en todo ello. Y aparte del factor humano hay que contar con el extrahumano, muy interesado en que no caigamos en la cuenta de lo que está pasando. Por eso es muy natural que la mayor parte de la humanidad, ante tantos hechos extraños y ante la imposibilidad de llegar a tener una idea clara de todo ello, dude perpetuamente o rechacé los hechos y en ocasiones su mente se desbloquee enloquecida. Esto es parte de la estrategia de estos seres. Conclusiones No hay dudas de que naves tripuladas por seres de otro mundo se han estrellado en la Tierra. Estas naves proceden no sólo de nuestra propia dimensión sino también de espacios ultra dimensionales. Los esfuerzos del Gobierno de USA para obtener tecnología alienígena han resultado satisfactorios en algunas ocasiones. El Gobierno de USA ha practicado autopsias de estos seres y ha tenido rehenes alienígenas durante algún tiempo. Agencias de seguridad norteamericanas, agencias de seguridad y agencias públicas están involucradas en el encubrimiento de estos hechos. Como resultado de las actividades de ciertos alienígenas, muchas personas han sido y están actualmente abducidas, secuestradas, mutiladas y asesinadas. En la actualidad existe una presencia activa alienígena en el planeta, que controla elementos diferentes de nuestra sociedad. El Gobierno USA ha tenido por algún tiempo relaciones de trabajo con estos seres con el propósito de obtener tecnología de propulsión gravitacional, armamento de rayos y control mental. Millones de reses han aparecido muertas con el propósito de obtener de ellas material biológica. Vivimos en un mundo multidimensional que es compartido y visitado por entidades de otras dimensiones. Algunas son hostiles y otras no. Nuestro desarrollo genético y las religiones tienen que ver con la intervención de estos seres. Tanto terrestre como extraterrestre. La tecnología actual en poder de algunos gobiernos excede con mucho aquello que es conocido por el público. El programa espacial de la NASA encubre otros propósitos. Algunas personas que han llegado a saber lo que está sucediendo han sido asesinadas. La CIA y la NASA están involucradas en esto. Nuestra civilización es una de las muchas que han existido en los últimos dos millones de años. ********************************* Al volante en la oscuridad: Misterios de la carretera Por Scott Corrales Bradford – Estados Unidos lornis1@earthlink.net Un país de dimensiones continentales como los Estados Unidos de Norte América necesariamente tiene que tener una red de comunicaciones de primer orden para abastecer sus necesidades energéticas, alimenticias y económicas. Aunque el sistema férreo para pasajeros dejó de ser de importancia después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno del presidente Eisenhower apostó por un proyecto que ha pagado con creces: el sistema de carreteras interestatales (Federal Interstate Highway System) permite que un vehículo realice el trayecto entre Nueva York y Seattle, por ejemplo, en cuatro días. El ciudadano común hace uso limitado de dicho sistema de carreteras, valiéndose de los tramos que pasan por la región en la que vive. Así que los "ciudadanos de las carreteras", por así llamarlos, son los transportistas que conducen los miles de camiones articulados de un lado del país al otro, a menudo bajo condiciones climáticas inclementes. Como si no bastara tener que cumplir con un programa de entregas muy apretado, el transportista enfrenta toda suerte de adversidades: aumentos irrazonables en el costo del carburante, accidentes en la carretera y el resentimiento que los dueños de coches particulares sienten hacia los enormes articulados. Sobre todo esto, tienen el problema adicional que representa el fenómeno ovni. Dieciocho ruedas en tierra – Una en el cielo Tal vez el más sensacional de estos casos ocurrió en 1973 durante la gran oleada ovni de esa década: el 5 de octubre del año en cuestión, la agencia noticiosa UPI circuló la noticia de que el transportista Eddie Doyle Webb había sido cegado por un ovni mientras circulaba por la autopista en el sureste del estado de Missouri, al volante de su camión tractor Peterbilt de fabricación reciente con un semitractor frigorífico Dorsey. Webb, de 45 años de edad, se apercibió que un objeto de aspecto parecido al aluminio se acercaba a su camión desde atrás y a gran velocidad. "Algo sin faros venía por la carretera detrás de mi camión", dijo Webb en una grabación. "Se nos acercaba con velocidad inusitada. Las luces eran preciosas y brillantes, del color del arco iris, pero más brillantes". El chofer decidió despertar a su esposa Velma, quien compartía la conducción del articulado con él, para que fuera testigo del insólito fenómeno. Un tanto molesta, Velma miró por el retrovisor del lado derecho del articulado y dijo que no podía ver nada. "Para esas alturas", prosigue el testimonio grabado de Webb, "el objeto ya me había alcanzado. Era una luz brillante, como el faro de aterrizaje de un avión o una luz incandescente que relucía contra la rueda trasera izquierda de mi remolque. No podía ver lo que era, así que me asomé por la ventana". Webb no supo identificar el objeto más allá de decir que se parecía a "un nabo o trompo" de color plateado y de unos 30 pies en diámetro y tal vez seis a ocho pies de alto, con un arco iris de luces a lo largo de su centro. El transportista tuvo la impresión de que la parte inferior de extraño objeto parecía estar girando. "En aquel instante, una bola de fuego de color amarillento-rojizo impactó contra mi rostro. Se me cayeron las gafas y no podía ver. Aún así, pude detener el camión. El motor del vehículo murió al instante, aunque no sé si fue el objeto el responsable de ello o si lo hice yo al pisar el freno". Según la señora Webb, su marido había gritado: "¡Dios mío! ¡Me han quemado! y no puedo ver". La bola de fuego o plasma había derretido la montura de las gafas del transportista, haciendo que una de las lentes cayese al suelo de la cabina. La señora Webb tomó el volante y condujo a su marido al hospital Barnes en la ciudad de St. Louis. La policía estatal levantó un informe sobre lo sucedido y las gafas derretidas fueron enviadas al doctor Harley Rutledge de la Universidad de Missouri, quien dictaminó que la montura de las gafas había sido "calentada internamente" (¿microondas?) resultando en el desprendimiento de la lente en cuestión. La nota de prensa acababa ahí, pero hubo detalles adicionales que jamás se hicieron de conocimiento público justo en medio de la crisis platillera que afectaba al país en dicho momento. El detalle más significativo es que la empresa de transporte para la que trabajaba el desventurado Webb se negó a pagarle la indemnización por accidente de trabajo debido a que el chofer no podía comprobar la existencia legal del OVNI que causó sus heridas. Ni corto ni perezoso, Webb puso sus asuntos en mano del abogado Edward O’Herlin de la población de Malden, Missouri. Cuando el investigador Leonard Stringfield de la MUFON quiso indagar los pormenores del caso, el abogado O’Herlin le dijo que la ley no le permitía divulgar la información del acuerdo a que habían llegado Webb y su empresa, pero que el testimonio jurado del transportista había sido tan convincente que la empresa no tuvo más remedio que pagarle. Un oftalmólogo en el hospital de San Louis determinó que la visión de Eddie Webb se había reducido al veinte por ciento y que el chofer tenía dificultades en visualizar colores. Tras ese momento se pierde la pista del chofer... otra víctima más del fenómeno ovni. ¿Qué pretendía hacer el ovni con el transportista? ¿Borrarle la memoria del avistamiento? ¿Matarlo? La lista de posibilidades se hace bastante extensa, pero cinco años antes de que Webb tuviese su encuentro cercano con lo desconocido, hubo un caso muy parecido que relataremos a continuación. Un transportista llamado Rob Brown (seudónimo) se desplazaba lentamente en su camión tractor a través de una pesada tormenta de nieve en enero de 1968. Brown regresaba al gélido estado de Michigan después de haber recogido un cargamento en la costa este del país, rumbo a la población de Baraga, sede de la empresa para la que trabajaba. Conduciendo a medianoche a lo largo de la M-28, una carretera de dos vías perfectamente recta en un tramo plano y desamparado de la Península Superior de Míchigan, Brown se vio obligado a detener la marcha para salir del vehículo y quitar la capa de hielo que se acumulaba sobre los limpiaparabrisas. Maldiciendo el frío y frotando el caucho de los limpiaparabrisas con la mano, Brown recibió lo que describiría como "un fogonazo" en la cara, proveniente de una potentísima luz parecida a la de un estrobo. La nevada noche se hizo día a su alrededor, reflejando la blancura de la nieve fresca casi dolorosamente; el transportista creyó por un instante que algún avión, perdido en la tormenta, tenía pensado aterrizar en la gran planicie de la península de Michigan. Pero en menos de un segundo descubrió que no era así. El transportista – según relataría en una carta al investigador Jerry Black de la MUFON – se encontraba dentro de una especie de "cono de luz verde" que rodeaba a su vehículo. Lo más sorprendente era que la nevada proseguía más allá del perímetro del cono, mientas que comenzaba a sentirse un calor notable dentro del mismo. Esa sensación fue la última que experimentaría Brown por algunos instantes, puesto que no sabía si había perdido el conocimiento o no. Brown se daría cuenta posteriormente de que estaba parado en la nieve a unos veinte pies del camión en nieve de cinco a siete pulgadas de profundidad, sin que el manto blanco delatase la presencia de pisadas que lo hubieran llevado a semejante distancia del camión. Su vestimenta estaba totalmente seca y caliente. Desorientado, el transportista regresó a su vehículo sólo para descubrir que el poderoso motor diesel 335 Cummins – generalmente inmune a calarse – estaba muerto. Al arrancar de nuevo, Brown descubrió que la temperatura estaba a cero, cosa que toma varias horas en un motor de la magnitud del Cummins. Mayor sería su sorpresa a descubrir que su cronómetro indicaba que la hora era 05:00 horas. Brown había perdido cinco horas de su vida sin poder explicarlo. Poco después de su regreso a la cabina del camión tractor, el transportista experimentaría jaquecas y nausea que no le abandonarían por algunos días, además de percibir un molesto olor que era incapaz de identificar (posteriormente lo identificaría como el olor de un alternador quemado). Con treinta y cinco años de conocimientos acumulados sobre el fenómeno ovni, podemos atrevernos a decir que la experiencia de Rob Brown fue un episodio "clásico" de "tiempo perdido", situación que aqueja a los que se han visto secuestrados por seres de supuesta procedencia no terrestre, o los que han entrado en contacto con campos magnéticos de gran intensidad. Con lo que sabemos del caso Brown, ¿será demasiado aventurado afirmar que el caso Eddie Webb fue un secuestro interrumpido, tal vez debido a la presencia de su esposa en la cabina del tractor? "¡Están jugando con nosotros!" Seis meses después del caso Webb, dos hermanos transportistas – conocidos como "Chuck y Dave" por los investigadores – protagonizarían uno de los casos más famosos de la ufología de los años ‘70 debido a su fuerte componente psíquico: se trata del caso Ely, ocurrido el 14 de febrero de 1974 entre las poblaciones de Wells y Ely en el estado de Nevada (USA). Los hermanos habían partido del estado de Idaho con un cargamento de mueblería en dirección al sur. Dada la gran distancia y la brevedad requerida por el viaje, los hermanos conducían turnándose – Dave primero y luego Chuck. A mitad de la noche en el desierto de Nevada, precisamente en el tramo de 100 millas que separa a Wells de Ely, Chuck despertó a su hermano para que presenciara algo insólito: varios objetos de color anaranjado y configuración circular habían rodeado al camión en movimiento, uno de ellos a la izquierda y tren a la derecha. Dave dijo lo siguiente en una entrevista realizada por Jacques Vallée y J. A. Hynek para su libro The Edge of Reality (Chicago: Regnery, 1975): "Tomamos una curva en el camino, y repentinamente sentí como que una bocanada de viento impactó contra la parte trasera del camión, y se sintió como si estuviésemos flotando. Yo estaba sentado en el asiento de pasajeros, mirándolo a Chuck, y él movía el volante de un lado del otro pero no podía conducir... no tenía control alguno sobre el camión". Pero a la misma vez que la sensación de estar volando embargaba tanto a Dave como Chuck, las luces de abordo comenzaban a parpadear furiosamente, indicando una interrupción del sistema eléctrico. El pesado vehículo sencillamente se detuvo en la cuneta. Dave salió del vehículo con una linterna para realizar la inspección, descubriendo extrañado que el árbol de transmisión seguía girando a pesar de que el camión estaba en neutro. Justo cuando volvió a entrar a la cabina, los dos hermanos percibieron una sola luz brillante de grandes dimensiones frente a ellos en la carretera. "¿Qué rayos es eso?" preguntó Chuck. "Están jugando con nosotros", repuso Dave. "Juegan con nosotros y yo sé lo que es esa cosa en el cielo... y también esa cosa en la carretera". Presos del miedo y sin saber qué hacer, uno de los hermanos volvió a salir de la cabina para apuntar su linterna directamente hacia la luz en la carretera, a menos de 150 yardas de distancia. El deslumbrante objeto despareció y los hermanos emprendieron la carrera en el camión hacia otro poblado – McGill – desde dónde llamaron a su madre. El componente psíquico que hizo famoso al caso de Ely se produjo en este momento. La madre estaba al tanto de la llamada telefónica, puesto que justo al momento en que se producía el encuentro con los ovni en la carretera, oyó que uno de sus dos hijos la llamaba con urgencia, algo que la hizo despertar al momento. "Chuck" y "Dave" prosiguieron su camino, cambiando el camión por otro y transfiriendo los muebles que transportaban. Posteriormente se enterarían de que el camión que protagonizó el evento tenía su eje motor casi fundido al eje trasero, que cayó a tierra estrepitosamente cuando los mecánicos colocaron el vehículo sobre una plataforma hidráulica. Casos recientes El 27 de diciembre de 2003, un transportista anónimo conducía su camión tractor con plataforma para árboles talados en la región de Houston, Colombia Británica (Canadá), a eso de las cuatro de la madrugada, siguiendo la ruta conocida como Morice River Road. Sin ninguna otra preocupación excepto la de llegar a tiempo para recibir el cargamento indicado, el chofer se apercibió de una luz blanca de gran intensidad en el cielo que parecía dirigirse hacia su vehículo. Mientras que la luz se le acercaba, se dividió repentinamente en dos partes que salieron disparadas en sentidos opuestos, al oeste y al este respectivamente. Lo que más le sorprendió fue el hecho de que ambas "subdivisiones" del objeto original luego salieron disparadas en vertical hasta desaparecer. Emocionado, el chofer se comunicó con otros transportistas a través de su radio de banda CB, preguntando si otros habían visto el fenómeno. Dos transportistas más le contestaron que efectivamente habían sido testigos de la luz y sus maniobras. El caso fue dado a conocer a Brian Vike de la organización canadiense HBCCUFO. Una experiencia parecida fue dada a conocer a los cibernautas que frecuentan la página web UFOs over America (www.ufosoveramerica.com) por la cibernauta "Christy" el 26 de noviembre de 2001 con relación a una experiencia ovni vivida por su marido durante ese mismo día: "No puedo decir a ciencia cierta qué fue lo que vi el 26 de noviembre a las 01:00 horas, pero sólo puedo decir que no fui la única que lo vio. Mi marido es transportista e iba con él hacia Columbus, Ohio (EUA), cuando repentinamente una luz azul brillante iluminó todo el interior de la cabina. Creímos que se trataba de algún vehículo detrás del remolque, pero los retrovisores comprobaban que el coche más cercano estaba a gran distancia de nosotros. Unos cinco minutos después, otros transportistas se comunicaron por el radio CB afirmando que habían visto lo mismo y preguntaban a sus compañeros qué era. El objeto estuvo ahí por cuestión de segundos antes de salir disparado. Su color azul era tan brillante que era casi cegador". Fantasmas al acecho Dennis K., vecino del estado de Kentucky, quedó azorado al ver que su cámara fotográfica había capturado la imagen de un "camión fantasma". Según su testimonio, había salido a tomar fotos de la bruma matutina junto a su esposa cuando un camión de carbón pasó lentamente por la carretera frente a su propiedad – algo que le resultó sumamente raro, puesto que los camiones de carga se desplazan a velocidades sumamente peligrosas para poder negociar las subidas empinadas de la región. "Este camión", recuerda Dennis, "estaba muy limpio y era de color negro, con ventanas polarizadas que impedían ver a los pasajeros. Carecía además de rotulado, algo imprescindible para un vehículo de esta naturaleza enfrascado en actividades comerciales. Mi esposa logró tomar dos fotos del extraño vehículo, pero al revelar el carrete, ¡no había ningún camión, sino una estela de luces! Mi esposa le describió el camión a su madre y hermano, y ambos dijeron que jamás habían visto ningún camión parecido en esa región". Cabe señalar que las experiencias con "camiones fantasma" son numerosas en los Estados Unidos. La carretera 98 entre las ciudades de Lakeland y Talahassee, Florida (EUA), es el hogar del "silencioso camión fantasma" que se dedica a seguir a los transportistas que acarrean cargamentos de víveres desde la costa Atlántica hasta Texas. Más de setenta y cinco transportistas y chóferes en vehículos particulares afirman haber tenido un "encuentro cercano" con el insólito camión, que tiene la peculiaridad de no emitir ruido alguno mientras que rueda por el camino. En el 2000, a eso de las cinco de la tarde, un transportista que se dirigía hacia el oeste cerca de la ciudad El Paso, Texas – región totalmente plana y de pocos árboles – tuvo un alucinante encuentro con una "camioneta fantasma". Conduciendo a lo largo de la autopista, el chofer pudo percibir una camioneta blanca de último modelo con todas sus luces encendidas y que se desplazaba a velocidad reducida. El chofer decidió cambiar de carriles para rebasar al vehículo más lento, pero al hacerlo, descubrió en sus retrovisores que no había ninguna camioneta. "Pensé que se había salido de la carretera", explicó el transportista, "así que me detuve en la cuneta para echar un vistazo, pero no había nadie". Más curioso aún es el detalle de que su encuentro con la camioneta fantasma se produjo a 20 kilómetros de una populosa ciudad a una hora pico para la congestión de carreteras, y no había ni un solo vehículo más en la ruta. El 13 de febrero de 2004, un usuario anónimo del foro "The Supernatural World" colgó en dicha página electrónica un relato estremecedor que comprueba que las experiencias paranormales de los transportistas no están limitadas a los Estados Unidos de América. La experiencia en cuestión tomó lugar, según el miembro anónimo, a eso de las 00:45 horas en el otoño de 1981 a lo largo de la carretera A14 en Inglaterra, cerca de la ciudad de Corby. El anónimo iba de acompañante de un transportista que tenía que entregar una casa rodante de ocho plazas a un concesionario en el norte de Gran Bretaña. El acompañante dormitaba en el asiento de pasajeros cuando repentinamente se dio cuenta de que un perro negro de gran tamaño estaba justo en medio de la carretera: "El camión llevaba las luces largas encendidas, así que me era posible ver la distancia". El perro permaneció inmóvil. El acompañante miró al chofer, que parecía no haberse dado cuenta del gran can. Justo cuando iba a comentar que iban a impactar contra el perro si no reducían la marcha del camión o tocaban la bocina, el perro desapareció. El acompañante se dijo a sí mismo que el perro seguramente había sido un residuo de un sueño y decidió bajar la ventanilla para respirar un poco de aire puro. Fue en ese momento que descubrió que el perro negro corría al lado del camión, marcando el paso sin problemas. El testigo afirma que el perro era verdaderamente enorme, casi cuatro pies de alto y de hocico corto. El chofer le pidió sin rodeos que cerrara la ventana por el frío que hacía, pero el testigo siguió mirando por el cristal cerrado. El perro seguía ahí, corriendo al lado del camión, a pesar de que el velocímetro indicaba que iban a 60 millas por hora (110 Km.). "El perro comenzaba a verse más tenuemente... me era posible ver a través de él, como si parpadease. La última vez que lo vi era casi imposible distinguir la imagen. La duración total del evento fue de 10 minutos". Entre los comentarios vertidos sobre la experiencia figura el de una cibernauta llamada "Lady Sabrina", quien afirmaba tener un novio transportista, cuyos compañeros de carretera hablaban en serio de haber visto "el perro negro" cuando estaban cansados, considerándolo una advertencia a los chóferes cansados. A veces los transportistas tienen encuentros aún más cercanos: Kevin J. no recuerda cuando sucedió su incidente, pero recuerda que estaba en Arizona una madrugada y que se sentía exhausto, vencido por la necesidad de dormir. Logró salir de la interestatal, descender la rampa curva, y estacionar su tractocamión en la cuneta. Después de eso se metió en el camastro para obtener algunas horas de muy merecido descanso. A la media hora, Kevin J. sintió que algo sacudía el tractor y despertó sobresaltado. Estaba en medio del desierto y sin armas para defenderse de lo que pensó pudo ser un ladrón interesado en matarle y robar el valioso cargamento en el remolque. Agarrando el objeto más pesado a su disposición – su estuche de aseo – el transportista abrió las cortinas que separaban el camastro de los asientos para asestar un golpe contundente contra el presunto invasor. Sorprendido, vio que había un hombre sentado en el asiento del chofer. "Oye, ¿podría saberse que rayos haces aquí?", le increpó Kevin J. El extraño se dio la vuelta lentamente para mirar al transportista, contestando con cierta tristeza, "I gotta keep going" ("Tengo que seguir"). Al devolver la vista hacia el parabrisas, la extraña figura se desvaneció en el aire. Dos semanas más tarde, Kevin J. descubriría que su jefe había obtenido el camión habiéndolo comprado a la viuda del propietario original – la triste y enjuta figura que no tenía más remedio que seguir al volante del tractocamión, habiendo muerto de un infarto en el patio de la compañía de transportes. Seres de otros mundos Desde los años ‘70, cuando un transportista en el estado de Indiana (EUA) fue victima de un "hombre lobo", los chóferes de camión han figurado de forma prominente en los casos de encuentros con seres no humanos – y con esto no queremos decir supuestos ovninautas, sino criaturas extrañas de procedencia desconocida. Una de las vivencias más estremecedoras lo fue la del transportista australiano Rossco Macrae, de 37 años de edad. Viviendo en el "país de las maravillas" que es Australia, con sus insectos, reptiles y mamíferos que no tienen igual en otras partes del mundo, Macrae pensaba que no había ningún bicho raro que no conociera – hasta que le tocó enfrentarse al "Yowie" – el yeti o bigfoot australiano. En aquel momento, Macrae trabajaba para una empresa de transportes cuyos remolques eran subcontratados por el servicio postal australiano para la entrega de correo en pueblos distintos, tarea que exigía cruzar la cordillera conocida como Great Dividing Range entre las poblaciones de Townsville y Mount Isa en Nueva Gales del Sur cuatro noches a la semana. A pesar de considerarse como un individuo bastante curtido y de haber participado en muchas peleas en los bares de la región, el transportista ha decidido jamás detenerse de nuevo en la sección de carretera que separa a Torrens Creek de Hughenden – lugar donde se produjo la experiencia narrada a continuación. "La primera vez que vi al ‘Yowie’ fue hace dos años a eso de las 21:00", dijo Macrae a la desaparecida revista inglesa UFO Magazine. "Se trataba de un enorme hombre peludo de 3 metros de alto que se sostenía de un poste eléctrico, sacudiéndolo como un animal que intenta obtener comida de un árbol. Iba cubierto de pelambre pardo y tuve la oportunidad de verlo por buen tiempo, y salí a toda velocidad de aquel sitio. No hay manera de que nadie pueda hacerme quedar en ese lugar si estoy solo, ni siquiera por motivo de un neumático perforado o amortiguador roto". Y esta sería sólo el primero de diez encuentros con el "Yowie" que tendría Rossco Macrae: "La segunda vez ocurrió a eso de las 22:00. El ser estaba parado al lado de la carretera, y es algo que mete miedo en el cuerpo. Jamás le tuve miedo a nada y pensé que el cuento del ‘Yowie’ era basura, pero ahora sé que no lo es". El transportista ha conversado con más de una docena de sus compañeros que afirman haber visto al Yowie de noche en esa misma región. Los transportistas se reservan sus comentarios por temor a ser blanco de burlas, pero saben que los gigantescos seres efectivamente existen. El artículo de UFO Magazine informa que el investigador Alfred Wilson logró acompañar a Rossco Macrae en uno de sus viajes para ver si se presentaba la oportunidad de ver al extraño ser otra vez. Wilson se sorprendió al saber que el fornido y rudo transportista – hombre realista donde los haya – pensaba que los Yowie no eran cosa de este mundo. "Tienen que provenir de esos OVNIS que están en la zona todo el tiempo", explicó Macrae. "No hay manera de que el yowie pueda ser un animal ordinario... creo que bajan de los ovnis y que habitan las cuevas que hay en esta región, tal vez investigando cómo viven nuestros animales, puesto que los granjeros se han topado con muchas vacas y ovejas muertas en esta zona". Cuando ambos hombres detuvieron el remolque en la zona para que Wilson pudiese tomar fotos, el nerviosismo de Macrae era palpable, al punto que el transportista le gritó: "¡Quiero salir de aquí cuanto antes!" Otros transportistas han tenido encuentros con este monstruo australiano en las zonas de descanso a lo largo de la carretera. Deteniendo su vehículo para dormir unas cuantas horas, un chofer anónimo despertó sobresaltado cuando uno de los seres comenzó a golpear los cristales del camión tractor. El hombre salió del lugar a toda prisa, negándose a detenerse de nuevo en la carretera por ningún motivo. Otros transportistas han tenido el dudoso gusto de conocer al primo estadounidense del Yowie – el controvertido Pie Grande – en muchas instancias. La más reciente data de 1997, cuando el 3 de septiembre de dicho año Richard Druery y Margie Krick, una pareja de transportistas, detectaron un enorme ser de pelambre pardo caminando debajo de un puente en la autopista 406 de la canadiense provincia de Ontario, cerca de la ciudad de St. Catherine. La pareja de transportistas estaba en camino a hacer una entrega cuando cruzaron un puente en la autopista 406. El puente, con rieles de hormigón a cada lado, no permitía que los vehículos de pasajeros pudiesen ver el cauce que existía abajo, cosa que no representaba un problema para un camión articulado. A cincuenta metros bajo el nivel del puente, Richard detectó una criatura que caminaba en la ribera oeste del riachuelo y llamó la atención de Margie, que lo acompañaba en el asiento de pasajeros. Ambos testigos coincidieron en que el extraño ser "estaba completamente forrado de pelo" aunque les fue posible ver sus brazos y codos. Los pies y tobillos del ser eran "enormes" y los brazos eran más largos que lo esperado, siendo el detalle que atrajo la atención de Richard en primer lugar. En su informe a la Bigfoot Research Organization (BFRO) los transportistas recalcan que el avistamiento no se hubiera producido de no haberse extraviado y haberse dirigido hacia la neoyorquina ciudad de Buffalo en vez de hacia Detroit, la ruta que la empresa de transportes les había mandado a tomar. ¿Qué hacía semejante criatura en un entorno semiurbano? El criptozoolgo Loren Coleman hace tiempo dio a conocer su parecer al respecto – que dichos seres peludos se desplazan a través de América del Norte siguiendo el cauce de los miles de riachuelos y arroyos del continente, evitando así el contacto con el ser humano. Tal vez la insólita experiencia de los transportistas sirva de corroboración a esta teoría. Un transportista que se comunicó con el popular programa radial Coast to Coast el 3 de marzo de 2004 supo ponerle los pelos de punta a miles de radioescuchas con su experiencia ocurrida en las cercanías de Crater Lake, estado de Oregon (EUA), durante una tormenta de nieves esta temporada. Según el transportista, su tractocamión y remolque se abrían paso lentamente durante una pesada nevada en esta inhóspita parte del país cuando las luces largas de sus faros cayeron sobre un vehículo abandonado en la cuneta – una camioneta accidentada. El chofer, temiendo que los pasajeros de la camioneta estuviesen malheridos y sin posibilidad de recibir ayuda, detuvo su camión en plena carretera y equipado de una diminuta linterna salió a socorrer a los presuntos pasajeros de la camioneta. Podemos imaginar su sorpresa al descubrir que no había nadie adentro. "Fue entonces", narra el transportista anónimo, "que pude escuchar un sonido siseante que provenía de las copas de los árboles más allá de la cuneta". La camioneta abandonada estaba rodeada de escombros y sin pasajeros; el sonido emitido por el ser desconocido – que parecía provenir de una altura considerable en los árboles, comenzó a convertirse en un rugido insistente y amenazador. Llamando a las autoridades con su teléfono móvil, el chofer descubrió que la camioneta llevaba largo tiempo abandonada en esa lejana carretera... mientras tanto, el sonido amenazador en la oscuridad iba en aumento. Con la mayor rapidez posible, abriéndose paso entre la nieve y el lodo, el chofer regresó a la seguridad de su cabina y prosiguió la marcha. ¿Gato montés, Bigfoot, extraño ser alado? De haber descubierto la respuesta a la intrigante, es casi seguro que el chofer no hubiera vivido lo suficiente como para llamar al programa meses más tarde. "Les juro que si aquello hubiera bajado de los árboles, me habría dado un infarto". Alta Extrañeza: Las experiencias de Reese Sanders Los investigadores "serios" han sabido huir de la alta extrañeza desde los primeros días de la investigación ovni por considerarla totalmente imposible de clasificar o cuantificar. Son los imprudentes los que se atreven a abordar situaciones en donde no existe ningún punto de contacto con la realidad cotidiana, o en donde los escépticos prefieren tachar de esquizofrénico o parafrénico al protagonista. Un camionero estadounidense, Reese Sanders, vivió una serie de experiencias aterradoras que le hicieron pensar que estaba loco, y que de hecho le valieron el curso de tratamiento reservado para los esquizofrénicos, lo que no resulta sorprendente en sí, puesto que la industria de transportes en Estados Unidos padece de altos índices de drogadicción y alcoholismo por motivo de las largas horas y fechas topes irrazonables que enfrentan los chóferes. Con cierta frecuencia las autoridades de carreteras se ven obligadas a llamar a las empresas de transporte para avisarles que deben enviar un reemplazo para un transportista que se ha vuelto loco de atar en una zona de descanso o al volante. Tras de unas semanas de descanso, el transportista desquiciado vuelve a integrarse a sus labores y el ciclo se repite. Reece Sanders publicó sus experiencias en un trabajo llamado Terror on I-10 (Terror en la interestatal 10) que compite con cualquier obra escrita por Stephen King o Peter Straub. En el mes de julio de 1989, el transportista Sanders se encontraba en una zona de descanso en California cerca de la medianoche, esperando hacer contacto con otro chofer antes de salir a toda prisa para hacer una entrega en Bakersfield a las 06:00 a.m. De repente, una voz femenina le abordó por la radio del tractocamión: "Ven acá, chico, que te voy a tratar bien". Sin titubear, Sanders tomó el micrófono y le dijo a la mujer que no sabía quién era ella ni qué quería, pero que estaba a punto de salir de la zona de descanso. La dulzura desapareció por completo de la extraña voz, que comenzó a increparle y vociferar injurias: "¡Hijo de puta! ¡No hay quien se atreva a rechazarme!" Justo en ese momento, varias voces masculinas – las de otros camioneros – comenzaron a hacerse sentir por la radio, diciéndole que no abandonara el recinto si no quería evitarse problemas. Sanders se alejó del lugar a velocidad moderada, pensando que se trataba de las bromas que los transportistas suelen jugar entre sí para aliviar el tedio de sus labores. Pero la voz de la mujer volvió a surgir, mandándole a cambiar de frecuencia para poder hablar en privado. Otra voz – esta vez masculina – le instó a regresar a la zona de descanso inmediatamente. Fue en ese momento que Reece Sanders se dio cuenta de algo extraño. "Cuando hablaban", escribe el transportista, "los metros en mi radio aumentaban al máximo, indicando que estaban muy cerca o que tenían una cantidad de potencia inusitada". Al negarse a regresar a la zona de descanso, la voz masculina declaró tajantemente: "¡Atrápenlo!" De repente, el tractor y remolque de Sanders se vieron rodeados por automóviles y furgonetas que trataban de hacer una encerrona en plena autopista. El vehículo que se le puso enfrente era un camión de mudanzas; por la radio podía escuchar voces que delataban su posición exacta a la voz masculina que había dado la orden. En ese momento Sanders temió que se trataba de un atraco – algo común en la industria de transportes comerciales. La voz masculina insistía que Reece Sanders debía dar media vuelta y regresar a la zona de descanso, a pesar de que a estas alturas, rodeado de vehículos dispares, el transportista estaba a unos veinticinco kilómetros de distancia. Comenzó a preguntarse cómo era posible que usando radios CB sus interlocutores pudiesen sostener comunicaciones a semejante distancia, cuando el radio efectivo de dichos aparatos es de varios kilómetros a lo máximo. Tratando de mantener la calma, el transportista tomó el micrófono y le dijo al desconocido que volvería a esta región en algunas semanas, y que lo atendería en ese momento. El hombre se identifico como "Porch Monkey, el gobernante de Los Angeles" y ordenó a los vehículos a desistir. Pero la pesadilla aún no había terminado: a los pocos minutos el transportista oyó los gritos de una mujer a través del altavoz de su radio, y las voces de los que le perseguían aparecieron de nuevo, avisándole que habían apresado a la mujer que había estado esperando en la parada de transportes pero que no había aparecido. Esta vez le avisaron que si no regresaba, descuartizarían a la mujer con una motosierra. Aunque la experiencia comenzaba a resultarle alucinante, Sanders decidió dar media vuelta y emprender el regreso a la zona de descanso, sólo para salvar la vida de la mujer, cosa que podría costarle la suya. La voz de otro transportista le llamó por su apodo – Cherokee – y le dijo: "Que pena, Cherokee, de haber seguido te hubieras escapado", con tristeza genuina. Sanders entró de nuevo a la zona de descanso, estacionando el vehículo y saliendo de la cabina del tractor con un salto, blandiendo una enorme llave inglesa como arma. Su temor se había trocado en ira y estaba dispuesto a hacerle pagar caro a "Porch Monkey" o quienquiera fuese el autor de la fechoría contra la mujer. "Me quedé parado por algunos minutos en la oscuridad, pero nadie se me acercó, y la radio permaneció totalmente silenciosa. Volví a la cabina para reprocharles su cobardía y estupidez, diciéndoles que si les daba miedo la llave la dejaría en el camión. Pero nadie contestó, y no sé cuanto tiempo estuve ahí". De repente, Sanders se dio cuenta de que había un hombre sentado en un automóvil en el estacionamiento. El hombre había permanecido ahí toda la noche sin hablar con nadie, pero el desconocido repentinamente abandonó su vehículo para encaminar sus pasos hacia el camionero. "Hola, veo que te lo han hecho a ti también", luego, reflexionando, agregó: "Me lo hicieron a mí". Deseándole buena suerte al atónito transportista, el hombre le dio la espalda y se alejó caminando – no hacia su coche, sino perdiéndose en la oscuridad en dirección de las vías de tren. Si nos empeñamos en ser sensatos, la experiencia de Sanders pudo haberse tratado de una broma pesada aunque compleja por parte de camioneros aburridos y tal vez expertos en el uso de los radios CB, o una alucinación producida en la mente cansada de un transportista con cientos de kilómetros de carreteras oscuras a sus espaldas. Pero, ¿y las furgonetas y vehículos que rodearon su vehículo? ¿Y la manera en que saltaron los metros del radio CB, sugiriendo que algo de gran poder le abordaba? Reflexionando sobre su experiencia, Sanders considera que fue víctima de un fenómeno parecido al EVP (electronic voice phenomena – fenómeno electrónico de la voz) mediante el cual los muertos pueden comunicarse con los vivos. ¿Serían tanto "Porch Monkey" como la mujer que intentaba seducir a Sanders voces de los muertos, haciendo pasar un mal rato a los que transitaban por esa parte del país? La interrogante sigue en pie. Conclusión En una nación compuesta de subculturas, los transportistas han formado la suya, con su propia música (variaciones del country and western tan aceptado en todo el país), forma de vestir (vaqueros, chaquetas de cuero y cinturones con enormes hebillas de bronce) e intereses particulares (muchos se dedican al rodeo o al automovilismo). No es de sorprender que en la soledad de una noche interminable, bajo la tenue luz de las estrellas de las praderas o los desiertos de América del Norte, los transportistas figuren entre los primeros testigos del misterio. Fuente original: EL FUEGO DEL DRAGON BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA Nº 69 – Mayo de 2004 Editado por Carlos Alberto Iurchuk La Plata – Argentina iurchuk@netverk.com.ar "El Dragón Invisible" http://dragoninvisible.com.ar ************************
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