¡Queridos Míos!
Estoy en casa, tan feliz y luminosa; hay gozo y belleza perfecta en la luz permanente. Todo el dolor y sufrimiento han terminado; cada temerosa inquietud ha pasado. Ahora estoy en paz para siempre, tranquilo en casa, en el Cielo...por fin. ¿Les asombra la calma con que crucé el Valle de Sombras? El amor de Dios iluminó cada obscuro y temeroso paso y vino Jesús, Él mismo a recibirme en ese camino tan difícil de andar; en el brazo de Jesús me apoyé. Por eso no deben de sufrir penosamente, traten de ver más allá de las sombras terrenales, oren para aceptar la voluntad de Dios. Sé cuanta falta les hago, puedo ver el dolor en sus corazones, por eso le pido a el Señor que les consuele. Le cuento de cuanto me aman y de cuanto les amo. A ustedes les pido que levanten sus miradas al cielo, oren el uno por el otro y se amen el uno al otro. Todavía hay deberes que les esperan y no deben permanecer inmóviles. Háganlos mientras tienen vida, el descanso llegará en la tierra prometida. Cuando esa labor llegue a su fin, Dios mismo, suavemente, les llamará a casa, a la maravilla de la reunión. Oh...el júbilo de verles llegar.
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.”
* 2 Corintios 1:3-4 *
"Entrevista con Dios"
"It's in The Valleys I Grow"
¡Gracias por Su Visita!
¡Que Dios les Bendiga!
