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  LOS DIOSES

          

          Dioses Mayores                Diosas Mayores               Dioses Menores

 


     Bernal Díaz de Castillo se da perfecta cuenta de la importancia fundamental que para los aztecas tiene su religión, pero no hace  el más mínimo esfuerzo para comprenderla. lo objetivamente espantoso de los sacrificios humanos hace que la rechace totalmente. Acabar con esa religión, se convierte a la vez en fin y justificación de la Conquista.
      Para Bernal, el panteón azteca, formado por varios centenares de dioses, se reduce a "
sus ídolos, que se decían Huichilobos y Tezcatepuca; el uno decían que era el dios de la guerra y el Tezcatepuca el dios del infierno, y les sacrificaban cada día muchachos y esclavos y cautivos". Un ejemplo de esta simplificación  es su magnífica descripción de las imágenes de Huitzilopochtli  y Tezcatlipoca en el templo mayor de Tlatelolco, cosa imposible, pues el primero estaba en el Templo Mayor y el segundo, en Tlatelolco
       De los templos mexicas, dice Bernal:
"Los adoratorios, que son cues, que así los llaman entre ellos, eran tantos que los doy a la maldición, y me parece que eran casi al modo como tenemos en Castilla y en cada ciudad nuestras santas iglesias y parroquias y ermitas y humilladeros, así tenían en esta tierra de la Nueva España sus casas de ídolos y diabólicas figuras".
       
 Para hacer una breve incursión en el panteón azteca, me basaré en la muy particular descripción que de estos dioses hace fray Bernardino de Sahagún en su extraordinaria y maravillosa "Historia general de las cosas de Nueva España", y utilizaré, en lo que me sea posible, las ilustraciones del Códice Florentino. A propósito, ¿tan difícil es hacer una edición que una el texto en español y las ilustraciones del Códice Florentino, que tenga un mínimo de calidad en las reproducciones y que sea asequible?

 

 

              DIOSES MAYORES

                     Que habla de los principales dioses
                            que adoraban y a quien sacrificaban los mexicanos

 

HUITZILOPOCHTLI (colibrí zurdo), dios de la guerra y las tempestades

                  El principal dios que adoraban y a quien sacrificaban los mexicanos llamado Uitzilupuchtli.
               
  Este dios fue otro Hércules, robustísimo, de grandes fuerzas y muy belicoso, gran destruidor de pueblos  y matador de gentes. En las guerras era como fuego vivo muy temeroso a sus contrarios, y así la devisa que traía era una cabeza de dragón muy espantable , que echaba fuego por la boca; también era nigromántico, que se transformaba en figura de diversas aves y bestias. A este hombre , que por su fortaleza y destreza en la guerra le tuvieron en mucho los mexicanos cuando vivía, después que murió le honraron como a dios y le ofrecían esclavos, sacrificándolos en su presencia; buscaban que estos esclavos fuesen muy regalados y muy bien ataviados con aquellos aderezos que ellos usaban de orejeras y barbotes; esto hacían por más honrarle. 

 

                                                                                                                                              PÁYNAL, el ligero
                 El dios que, siendo hombre, era adorado por dios.
                 Este dios dios era como sotacapitán del arriba dicho, porque el arriba dicho    como mayor capitán dictaba cuándo se había de hacer guerra a algunas provincias. Este, como su vicario, servía de cuando repentinamente se ofrecía de salir al encuentro de los enemigos, porque entonces era menester que este Páinal, que quiere decir  "ligero", "apresurado", saliese en persona a mover la gente para que con toda priesa  saliesen a verse con los enemigos.
                 Después de muerto, la fiesta que le hacían era que uno de los sátrapas tomaba la imagen de este Páinal, compuesta con ricos ornamentos como dios, y hacían una procesión con él bien larga, y todos iban corriendo a más correr, ansí el que le llevaba como los que le seguían. En esto representaban la priesa que muchas veces es necesaria para resistir a los enemigos, que sin saberlo acometen haciendo celadas.

 

 

                  

TEZCATLIPOCA, (espejo negro que humea) inventor del fuego, dios del cielo nocturno
         Era tenido por verdadero dios, e invisible, el cual andaba por todo lugar, en el cielo, en la tierra, y en el infierno; y tenían que cuando andaba en la tierra movía guerras, enemistades y discordias, de donde resultaban muchas fatigas y desasosiegos.
        Decían que él mismo incitaba a unos contra otros para que tuviesen guerra y por esto le llamaban "sembrador de discordia de ambas partes". Y decían él solo ser el que entendía en el regimiento del mundo, y que él solo daba las prosperidades y riquezas, y que él solo las quitaba cuando se le antojaba. Daba riquezas, prosperidades, y fama, y fortaleza, y señorío, y dignidades, y honras, y las quitaba cuando se le antojaba.
         Por todo esto le temían y le reverenciaban, porque tenían que en su mano está el levantar  y el abatir.
       

 

                 

TLÁLOC, dios de la lluvia
   Este dios llamado Tláloc Tlamacazqui era el dios de las lluvias. Tenían que él daba las lluvias para que regasen la tierra, mediante la cual lluvia se criaban todas las yerbas , árboles, y frutas, y mantenimientos.
    También tenían que él enviaba el granizo, y los relámpagos y rayos, y tempestades del agua, y los peligros de los ríos y de la mar.
    En llamarse Tláloc Tlamacazqui quiere decir que es dios que habita en el paraíso terrenal, y que da a los hombres los mantenimientos necesarios para la vida corporal

 

QUETZALCÓATL ( serpiente de plumas preciosas), dios del viento
        Este Quetzaltcóatl, aunque fue hombre teníanle por dios. y decían que barría los caminos a los dioses del agua, y esto adivinaban porque antes que comienzan las aguas hay grandes vientos y polvos, y esto decían que Quetzalcóatl, dios de los vientos, barría los caminos a los dioses de la lluvia para que viniesen a llover
    Los atavíos con que lo adoraban eran los siguientes: Una mitra en la cabeza con un penacho de plumas que se llaman Quetzalli, la mitra era manchada como cuero de tigre, la cara tenía teñida de negro y todo el cuerpo; tenía una camisa como sobrepelliz labrada; no le llegaba más de hasta la cinta; tenía unas orejeras de turquesas de labor mosaico, tenía un collar de oro de que colgaban unos caracolitos mariscos preciosos; llevaba a cuestas por devisa un plumaje a manera de lamas de fuego; tenía unas calzas de cuero de tigre , tenía en la mano izquierda una rodela con una pintura con cinco ángulos que llaman el joel de viento; en la mano derecha tenía un cetro  a manera de báculo de obispo, pero corto. Era este el gran sacerdote del templo.

 

 

 

    

              DIOSAS MAYORES


                       Trata de las diosas principales
                         
que se adoraban en esta Nueva España

 

CIOACÓATL, o COATLICUE, diosa de la tierra
   Es la primera de estas diosas. Esta diosa la llamaban "mujer de la culebra" o "la de las naguas de serpiente";  y también la llamaban Tonantzin, que quiere decir "nuestra madre". Fue la madre de Huitzilopochtli.
Decían que esta diosa daba cosas adversas como pobreza, abatimientos trabajosa.
    Los atavíos con que esta mujer aparecía eran blancos, y los cabellos los tocaba de manera  que tenía como unos cornezuelos cruzados sobre la frente. dicen también que traía una cuna a cuestas, como quien trae a su hijo en ella, y poníase en el tiánquez entre las otras mujeres, y desapareciendo dejaba allí la cuna. Cuando las otras mujeres advertían que aquella cuna estaba allí olvidada, miraban lo que estaba en ella y hallaban un pedernal como hierro de lanzón, conque ellos mataban a los que sacrificaban; en esto entendían  que fue la diosa Cioacóatl la que lo dejó allí.

 

cCHICOMENCÓATL (siete serpientes), Diosa de maíz
                  Esta diosa llamada Chicomencóatl era la diosa de los mantenimientos, así de lo que se come  y de lo que se bebe.
                  La pintaban con una corona en la cabeza, y en la mano derecha un vaso, y en la izquierda una rodela con una flor grande pintaban; tenía su cueitl (adorno para los pies) y uipilli (especie de falda) y sandalias , todo bermejo, y la  cara teñida de bermejo.
                  Debió de ser esta la primera mujer que comenzó a hacer pan y otros manjares y guisados.

 

CIUAPIPILTI
          Eran todas las mujeres que morían del primer parto, a la cuales canonizaban por diosas.
          Decían que estas diosas andaban juntas por el aire, y aparecen cuando quieren a los que viven sobre esta tierra, y a los niños y las niñas los empecen con enfermedades, como es dado enfermedad de perlesía, y entrando en los cuerpos humanos. Y decían que andaban en las encrucijadas de los caminos haciendo daño, y por esto los padres y madre vedaban a sus hijos y hijas que en ciertos días del año en que tenían que descendían estas diosas, que no saliesen fuera de casa, y no les hiciesen daño alguno. Y cuando a alguno le daba perlesía o otra enfermedad repentina decían que estas diosas lo habían hecho. Y por esto les hacían fiestas, y en esta fiesta ofrecían en su templo, o en las encrucijadas de los caminos, pan hecho de diversas figuras.

 

CHALCHIUHTLICUE, diosa del agua.
          Decían que era hermana de los dioses de la lluvia que llaman tlaloques. Honrábanla porque decían que ella tenía poder sobre el agua de la  mar y de los ríos para ahogar los que andan en estas aguas, y hacer tempestades y torbellinos en el agua, y anegar los navíos y barcas y otros vasos que andan por el agua.
           los que eran devotos a esta diosa y la festejaban eran todos aquellos que tienen sus granjerías en el agua, como son los que venden agua en canoas, y los que venden agua en tinajas en la plaza.

 

 

 

             DIOSES MENORES

                    Trata de los dioses que son menores
                                        en dignidad que los arriba dichos           
       

          HIUHTECUCTLI (El señor del año), Dios del fuego.
Este dios tiene también otros nombres, el uno es Ixcozauhqui, que quiere decir "cariamarillo", otro es Cuezaltzin, que quiere decir "llama de fuego", otro es Ueuetéutl, que quiere decir "el dios antiguo" o "el mayor de los dioses", y otro es Tata, que quiere decir "nuestro padre".
         Todos lo tenían por padre, considerando los efectos que hacía, porque quema, y la llama enciende y abrasa. Estos son efectos que causan temor. Otros efectos tiene que causan amor y reverencia, como es que calienta a los que tienen frío y guisa las viandas para comer, asando y cociendo y tostando y friendo. Él hace la sal y la miel espesa, y el carbón y la cal, y calienta los baños para bañarse, y hace el aceite que se llama úxitl; con él se calienta la lejía y el agua para lavar las ropas sucias, y se vuelven así nuevas

 

 XIPÉ-TOTEC  (El desollado), dios de la fertilidad y la primavera.
         Atribuían a este dios estas enfermedades que se siguen: primeramente las viruelas; También las postemas que se hacen en el cuerpo y la sarna; también todas las enfermedades que se causan en los ojos. Todos los que eran enfermos de algunas de las enfermedades dichas, hacían voto a este  dios de vestir su pellejo durante veinte días cuando se hiciese su fiesta, la cual se llama tlacaxipeoaliztli, que quiere decir "desollamiento de hombres". En esta fiesta hacían como un juego de cañas, de manera que el un bando era de la parte de este dios, y estos todos iban vestidos de pellejos de hombres que habían sacrificado y desollado en aquella fiesta, todos recientes y sangrientos y corriendo sangre; los del otro bando eran los osados soldados que de su voluntad salían a combatirse con los otros. Acabado este juego, aquellos que llevaban los pellejos de los hombres vestidos, íbanse por todo el pueblo y entraban en las casas demandando que les diesen alguna limosna por amor de aquel dios, y los de las casas les echaban al cuello sartales de mazorcas de maíz y otros sartales de flores, y dábanlos a beber pulque, que es su vino.
         

 

XOCHIPILLI (principal que da flores), dios del juego, la danza y el amor.
        Este dios, también llamado Macuuilxóchitl (cinco flor), era más particular dios de los que moraban en las casas de los señores o en los palacios de los principales. A honra de este dios hacían fiestas, y cuatro días antes ayunaban todos los que la celebraban, así hombres como mujeres, y si algún hombre en el tiempo de este ayuno tenía acceso a mujer, o alguna mujer a hombre durante el dicho ayuno, decían que ensuciaba su ayuno. Y este dios se ofendía mucho, y por eso hería con enfermedades de las partes secretas a los que tal hacían, como son almorranas, pudredumbre del miembro secreto, desvíos y incordios. etc.; y porque tenían entendido que estas enfermedades eran castigos de este dios por la causa arriba dicha, hacíanle votos y prometimientos para que se aplacase y cesase de afligir con aquellas enfermedades.

 

OPUCHTLI  (el de la mano izquierda), dios de los pescadores y cazadores de pájaros.
         Este dios, el cual era tenido y adorado en toda Nueva España, le contaban con los dioses que llaman Tlaloques, que quiere decir "habitadores del paraíso terrenal", aunque sabían que era puro hombre. Atribuían a este dios la invención de las redes para pescar peces, y también un instrumento para matar peces que le llaman minacachalli, que es como fisga, aunque no tiene sino tres puntas en triángulo, como tridente, con que hiere a los peces; y también con él matan aves; también éste inventó los lazos para matar las aves y los remos para remar.
          Cuando hacían fiesta a este dios los pescadores ofrecíanle cosas de comer y vino de lo que ellos usaban, que se llama uctli, y por otro nombre pulcre.  También le ofrecían cañas de maíz verde, y incienso blanco que llaman copalli

 

NAPATECUTLI
        
 Era el dios de los que hacen esteras de juncos, y es uno de los que llaman tlaloques. Dicen que este es el que inventó el arte de hacer esteras, que llaman petates,  y por eso le adoran por dios los de este oficio, que también hacen sentaderos que llaman icpales, y también hacen cañizos de juncias que llaman tolcuextli. Decían que por la virtud de este  dios nacían y se criaban las juncias y juncos y cañas, con que ellos hacen su oficio. Y porque tenían que este dios producía también las lluvias, hacíanle fiesta donde le reverenciaban y adoraban y le demandaban que diese las cosas que suele dar, que es agua , juncias, etc.
            En su fiesta compraban un esclavo para sacrificarle delante de él, ataviándole con los ornamentos de este dios, como que fuese su imagen. Este, el día que había de morir, después de compuesto como está dicho, poníanle en la mano un baso verde lleno de agua, y con un ramo de salce rociaba a todos con aquella agua.. El que hacía la fiesta daba de comer y de beber al dios y a todos los que había convidado, teniendo entendido que este dios le había dado la prosperidad y riqueza que tenía.

 

YIACATECUTLI, dios de los mercaderes o pochtecas
          Hay conjectura que este dios comenzó los tratos y mercaderías entre esta gente, y ansí los mercaderes le tomaron por dios y le honraban de diversas maneras. Una de las cosas con que le honraban era que le ofrecían papel y le cobijaban con el mismo papel donde quiera que estaban sus estatuas. También tenían en mucha consideración el báculo con que caminaban, que era una caña maciza que ellos llaman Utlatl. Todos los mercaderes usan de estos báculos por el camino y cuando llegaban donde habían de dormir, juntaban todos sus báculos en una gavilla atados, y hincábanlos a al cabecera donde habían de dormir y derramaban sangre delante de ellos, de las orejas o de la lengua, o de las piernas o de los brazos, y ofrecían copal, hacían fuego, y quemábanle delante de los báculos , los cuales tenían por imagen del mismo dios; con esto le suplicaban que los amparase de todo peligro.
         Estos mercaderes, después que venían prósperos de las tierras de donde habían andado, como tenían caudal compraban esclavos y esclavas para ofrecerlos a su dios en su fiesta, el cual principalmente era Yiacatecutli.

 

TEZCTZÓNCATL, uno de los dioses del vino
       El vino o pulcre de esta tierra siempre en los tiempos pasados lo tuvieron por malo por razón de los malos efectos que de él se causan, porque los borrachos unos de ellos se despeñan, otros se ahorcan, otros se arrojan en el agua donde se ahogan, otros matan a otros estando borrachos; y todos estos efectos los atribuían al dios del vino y al vino, y no al borracho. y más tenían, que el que decía mal de este vino, o murmuraba de él, le había de acontecer algún desastre; lo mismo de cualquiera borracho, que si alguno murmuraba de él, o le afrentaba, aunque dijese o hiciese mil bellaquerías, decían que había de ser por ello castigado, porque decían que aquello no lo hacía él sino el dios.
        De lo arriba dicho se colige claramente  que no tenían por pecado aquello que hacían estando borrachos, aunque fuesen gravísimos pecados, y aun se conjetura con harto fundamento que se emborrachaban por hacer lo que tenían en su voluntad, y que no les fuese imputado a culpa y se saliesen con ello sin castigo.