FR. FRANCISCO B. Y GARCÍA.
LA DICHA.
¡Felicidad! ¡Ensueño fugitivo!
¡Luz que al brillar de lejos ilusoria,
halagas la esperanza y la memoria,
sin que te goce el corazón cautivo!
Con ansia de seguir tu vuelo esquivo
he interrogado al libro de la Historia,
y al poder, y a la Ciencia, y a la Gloria,
y al ocio suave, y al orgullo altivo.
En torno de mi vida se congrega
la pléyade en que fiel ha derramado
todos sus dones la fortuna ciega;
y cuando pienso, ¡oh, dicha! haberte hallado,
unas veces suspiran: "¡Aún no llega!"
y más débiles otras: "¡Ya ha pasado!".
La Palestra de Euterpe.