La primera observación a tener en cuento por el lector de figurar constantemente en ellos el elemento premotorio, resulta en la noventa y nueveava parte de los casos. En primer lugar, el sueño sufre los efectos del el estado orgánico.
En ese caso , sus visiones nocturnas no tienen por qué presentar ningún carácter fisicamente desagradable. Inversamente , toda anomalía funcional tiende a engendrar pesadillas. Por ejemplo: La pela pesadez de estómago suscita la imagen de un aplastamiento;el mal de garganta evoca el estrangulamiento o la decapitacion; la hipertensión y la tensión vascular provocan la ilusión de un peligro inminente y crean una sensación de angustia análoga al miedo. En el mismo orden de ideas , la posición del durmiente influye sobre su estado psíquico. Es por ello por lo que las personas más bien robustas a quienes el sueño sorprende acostadas sobre el lado izquierdo sufren el efecto de la presión de su hígado sobre lós órganos contiguos , lo que se traduce en disnea y en pavorosas visiones ante las que el corazón se acelera... a causa de la compresión de la vena porta.