ACCIDENTES

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Los accidentes, son en algunos Estados de la República Mexicana la primera causa de muerte prematura, decir prematura se refiere a decir que de estos accidentados no llegaron a la edad de 74 años de vida considerada la esperanza de vida del mexicano.
Los accidentes, son la principal causa de muerte en personas jóvenes y niños, si bien podría considerarse hechos imprevistos, ocurren en la inmensa mayoría de las ocasiones por un descuido o un acto irreflexivo de quién tiene la responsabilidad de cuidado del menor, LOS ACCIDENTES NO NACEN, SE HACEN, aún considerando los que se causan por una imprudencia “criminal” durante el transito de vehículos, máxime cuando las condiciones del camino o del clima “obligan a extremar precauciones, o por circulación en áreas urbanas, si no se toma en consideración que puede encontrarse en el camino una persona.
Muchas personas consideran el hogar como un lugar seguro; aparentemente la casa es el sitio donde nada puede pasar, pero según las estadísticas, es ahí donde ocurren el mayor porcentaje de accidentes de los niños. Los que ocurren con mas frecuencia con asfixias, heridas, caídas, envenenamientos y quemaduras.
Los NIÑOS POR NATURALEZA, son irreflexivos e inconscientes en la mayor parte de sus actos, no tienen conciencia del peligro, la responsabilidad de cuidarlos es suya.
Dice una frase, que “la diferencia entre la vida y la muerte es de solo un minuto”, aplicable en algunos casos, pero no en un accidente, porque dicho tiempo se reduce a segundos, sobre todo, si tomamos en consideración el tiempo que tarda un niño en bajarse a la calle, en caer de un lugar alto, o bien en ahogarse con un dulce, alimentos o piezas pequeñas de juguetes.
En relación con accidentes de trafico vehicular, para los tripulantes del vehículo; el uso de cinturón de seguridad, incluye que a velocidades mayores de 60 km./hr, las probabilidades de sobrevida en general, aumentan en gran porcentaje. Para quienes están fuera del vehículo, los riesgos son mayores, por lo cual debe vigilarse en menores de edad que pueden cometer imprudencias; como correr detrás de un balón que se va a la calle, o al ir suelto de la madre y llegar a una esquina creer que esta “jugando” con la madre al correr para cruzarse la calle. O bien y algo muy común dejarlos andar en bicicleta o patinetas en la calle.
Las CAIDAS, son un fenómeno “común”, que ocurre cuando el niño empieza a caminar, lo malo es cuando caen de una azotea por estar volando papalotes, o rodando por las escaleras o bien por estar brincando en la cama sin la vigilancia de un adulto, se debe evitar que trepen por sí mismos a bancos, sillas y mesas.
Sin dejar de mencionar las fracturas de dedos producidos por las puertas “de resorte” que se cierran solas, mientras los responsables de los menores solo los observan (si es que lo hacen), y no solo ese tipo de puertas, ya que incluso puertas normales, los niños tienen tendencia a cerrarlas golpeándolas, cuando los dedos quedan prensados, pueden provocarse fracturas múltiples o simplemente machacamiento de los dedos con la deformidad consiguiente y limitación física cuando llegan a adultos.
AHOGAMIENTOS, que incluyen los que ocurren por inmersión en albercas, playas, lagunas etc., por permitírseles entrar solos, y no es necesario que sea una zona de riesgo, ya que basta un descuido por segundos del adulto para que ocurra una desgracia, nunca deje a los menores de seis años solos mientras se bañan, menos si es en una tina.
También el ahogamiento que ocurre por bolsas de plástico, donde es usual que los niños introduzcan la cabeza, o globos que están siendo masticados o inflados por los niños e imprevistamente son “tragados”, quedando atorados y provocando asfixia y muerte, sin dejar de mencionar lo más común cuando a niños pequeños se les ofrecen dulces redondos que no están por su edad capacitados para consumir, o bien piezas pequeñas de juguetes no recomendados para su edad y que los padres se sienten “orgullosos”, ya que teniendo 2 años, juega con los “recomendados” para mayores de 3. NUNCA DUERMA CON UN RECIEN NACIDO, PUES ES POSIBLE QUE LO ASFIXIE.

ENVENENAMIENTOS accidentales, que además de que pueden causar la muerte, otros por sus características producen secuelas más devastadoras que incluyen quemaduras en el esófago, en el estomago, o en las vías respiratorias, y cuyas consecuencias no son solo físicas sino psicológicas y económicas, y solo por el descuido de los padres por no guardarlos adecuadamente, pues no es muy complaciente, acudir tres veces por semana, para que a los niños además de realizárseles una gastrostomía, se le introduzcan dilatadores por la boca y forzar la apertura del esófago evitando su cierre por las quemaduras. O bien, problemas respiratorios asociados con la ingesta de solventes tipo thinner, petróleo o gasolina mal guardados y que pueden causar neumonitis e incluso neumonía con las consecuencias impredecibles. No guarde thinner, aguarrás, petróleo, gasolina u otros solventes en envases de refrescos, ni debajo del fregadero Manténgalos fuera del alcance de los niños. QUEMADURAS. Nunca deje a los pequeños que jueguen dentro de la cocina, es preferible un llanto a tiempo que to-da una vida de lamentaciones, enséñeles a no entrar a la cocina cuando se estén preparando alimentos, no deja hacia el paso las agarraderas y mangos de ollas y sartenes. No les permita jugar con cerillos o encendedores, tampoco los deje prender cohetes por muy inofensivos que parezcan mientras no tengan conciencia del daño que les puede causar una explosión de estos. Proteja con los aditamentos (tapones de plástico) que se venden en las tiendas los contactos eléctricos, además explíqueles de los peligros si introducen los dedos alambres u otros objetos que transmitan la corriente.
Por regla general, no espere que un niño menor de edad que aún carece del raciocinio entienda de los peligros que le rodean y que en cuestión no solo de minutos si no segundos pueden ocasionarse daños irreversibles o secuelas para toda la vida, su deber moral es cuidarlos, un niño con quemaduras es un niño que puede crecer con enormes traumas emocionales, por lo que en muchas ocasiones es preferible el llanto por correrlos y prohibirles a como de lugar que se metan en las cocinas, o jueguen con fuego a tener que lamentar el llanto por el resto de su vida. La complacencia no es buena y menos tratándose de la salud física y mental de nuestros hijos, ellos no saben, nosotros como adultos responsables si debemos de saber que es lo que puede dañarlos.
En cierta ocasión, me comentaba una madre que no vacunaba a sus hijos porque no le gustaba verlos llorar, le puse como ejemplo (aún cuando la vacuna es oral), de la enfermedad que está a punto de erradicarse de México; la poliomielitis, pregun-tándole que prefería, verlo llorar un rato, o verlo llorar el resto de su vida por una pierna más corta o por tener que depender de muletas para caminar. Y esto, son solo ejemplo de las muchas enfermedades que actualmente son prevenidas por vacunación, los programas son gratuitos y no requiere estar afiliada a ninguna institución, de hecho, la institución encargada de este programa con ayuda de las demás instituciones que componen el Sistema Nacional de Salud es la Secretaría de Salud, tenga la seguridad de que ahí siempre encontrará las vacunas o le informarán cuando puede acudir a vacunar a sus hijos. Repito ellos no conocen los beneficios, si usted no los conocía, esto es solo parte de los muchos que tienen los programas de salud implementados por las instituciones a usted como responsable del sano desarrollo físico y mental de sus hijos.