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Es un bosque característico de las regiones con clima cálido, con una larga temporada de sequía. Se distingue por ser una selva relativamente baja y sus árboles con frecuencia tienen copas cuyo diámetro iguala o sobrepasa su propia altura.
Se distribuye geográficamente en la vertiente del Pacífico. Cubre grandes extensiones que abarcan desde el sur de Sonora y el suroeste de Chihuahua hasta Chiapas, así como parte de Baja California Sur. Del lado del golfo de México también existen tres grandes franjas aisladas: una en Tamaulipas, San Luís Potosí y el norte de Veracruz; otra en el centro de Veracruz y otra más en Yucatán y Campeche.
La selva baja se encuentra entre los 0 y 1 900 m de altitud. La superficie que cubre se estima en alrededor del 10% del territorio nacional, aunque los desmontes ganan terreno día con día. Esta selva se distingue por su vegetación verde y exuberante en la temporada de lluvias, y grisácea y sin follaje en tiempos de seca. Los árboles llegan a medir entre 5 y 15 m de altura, y muchos de ellos tienen corteza de colores llamativos y superficie lustrosa, como el palo mulato.
Las distintas especies de plantas que existen son, por ejemplo, árbol ramón, amates, cactáceas y leguminosas, pochotales, izotes y casahuates. Algunas especies interesantes por su importancia económica son habitantes de esta selva, como el henequén, el linaloe (con cuya madera aromática se elaboran artículos artesanales ) y el cuachalalate, entre otras. Este tipo de selva presenta grandes zonas alteradas por las siembras, la tala inmoderada de árboles y pastoreo.
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