Cuando Era Mía Mi Vieja




Vecina, no me haga caso,

ni mire con desconfianza,

si hace rato que la paso

parado frente a su casa.

Al verla a usted me parece

que está mi mama en la reja,

porque esta casa era mía,

cuando era mía mi vieja...


El barrio está transformado

y hoy veo, al llegar de lejos,

que sólo en él no ha cambiado

la casita de los viejos.

Si hasta la verja de hierro

desde allí parece hablarme,

y usted me mirá y su perro

me ladra como pa´echarme...


Vecina, si usted supiera,

ahora soy un extraño,

sin embargo, entonces era

del barrio... pero hace años.

Entonces, cuando mi vieja

era la dueña de casa,

toda esta casa era mía,

porque era mía mi vieja.


Julio Sosa