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HISTORIA

MEXICO, LA CIUDAD DE LA ESPERANZA

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HISTORIA DE LA CIUDAD

Entre el otoño de 1521 y el verano de 1522, Alonso García Bravo, ayudado por Bernardino Vázquez de Tapia y dos aztecas cuyos nombres se ignoran, realizó la traza o delimitación de la que habría de ser la ciudad española. Esta tarea fue ordenada por el Ayuntamiento cuando estaba establecido en Coyoacán. Por razones políticas la nueva ciudad fue edificada en el emplazamiento de la capital anahuaca. Esta decisión ha determinado la problemática de la ciudad de México. El recinto del centro ceremonial y administrativo de la Confederación de Anáhuac -centro llamado posteriormente recinto del Templo Mayor-, núcleo urbanístico de la ciudad tenochca y el que mayor cantidad de edificios de cal y canto
tuvo, no fue arrasado durante el sitio de Tenochtitlan: si los teocalli, el tecpan y el techpulcalli -obras de mampostería existentes en cada uno de los calpulli- no fueron demolidos, menos pudieron serlo edificios que resultaban gigantescos comparados con aquéllos. Esta circunstancia obligó a determinar la intersección de los ejes norte-sur y oriente-poniente del centro ceremonial, punto que queda, aproximadamente, en el paño norte de la actual calle República de Guatemala, hacia el centro de la cuadra que va de Argentina a la 1a. del Carmen. El deslinde partió de ese punto y siguió los lineamientos generales de la ciudad anahuaca, lo cual hizo de la traza una yuxtaposición parcial de Tenochtitlan.

La traza resultó un cuadrángulo ligeramente trapezoidal en su lado norte, que seguía el curso de las actuales calles de Perú y Peña y Peña. El límite oriental iba por Leona Vicario, la Santísima, Alhóndiga y Roldán; el sur, por San Pablo y San Jerónimo, y el oeste por San Juan de Letrán, Juan Ruiz de Alarcón, Aquiles Serdán y Gabriel Leyva. El eje norte-sur tendría 18 cabeceras

 (lados menores de cada manzana) de aproximadamente 90 varas cada una (75 m y fracción) y mediría 1 350 m; y el oriente-poniente, siete cuadras (lados mayores) de 200 varas cada una (167 m) y su longitud sería de 1 338 m. La superficie de la primitiva traza habría sido, por lo tanto, de 1 806 300 m2 (180 ha). De acuerdo con el plano reconstruido por Antonio García Cubas a mediados del siglo XVI, la ciudad tendría 100 manzanas. Las acequias o canales prehispánicos eran ocho, con los siguientes cursos conforme a la nomenclatura actual: 1. de norte a sur, por El Carmen (a la altura de Colombia) y Correo Mayor hasta José María Izazaga; 2. y 3. una con dos ramales, formando una V a partir de San Sebastián, ahora callejón y parque Gregorio Torres Quintero; 4. la anterior, hacia el este; 5. a partir de Tacuba, por Gante y Aldaco hasta Mesones; 6. la Acequia Real, a partir de La Santísima, por Corregidora y 16 de Septiembre, al sureste por Gante (parte posterior del convento de San Francisco) y Aldaco hasta Mesones; 7. a partir de Mesones, a la altura de La Merced, por el templo de San José de Gracia y Regina, y luego al sur; y 8. de Regina al noroeste, rodeando el convento de San Francisco. En esa época predominaba en la nomenclatura la palabra "puente", designando cruceros en los que coincidían una calle de tierra y otra de agua. Por ejemplo: Puente de San Dimas (Mesones, entre 5 de Febrero y Pino Suárez), Puente de las Ratas (Bolívar, entre República de El Salvador y Mesones), Puente del Blanquillo (Mesones, entre Jesús María y plaza Juan José Baz) y Puente de la Leña (Corregidora, entre Jesús María y Alhóndiga)

El Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824 y la Constitución Federal del 4 de octubre siguiente fijaron las bases para la organización política y administrativa de los Estados Unidos Mexicanos. La fracción XXVIII del artículo 50 de la Constitución otorgó al Congreso la facultad de elegir el lugar que sirviera de residencia a los supremos poderes de la Federación y la de ejercer dentro de su distrito las atribuciones del Poder Legislativo de un estado. El 18 de noviembre de 1824 el Congreso señaló a la ciudad de México como sede oficial de los poderes de la nación y le asignó al Distrito, que desde entonces se llama Federal, la superficie comprendida en un círculo de dos leguas (8 800 m) de radio con centro en la Plaza Mayor. Este territorio le fue segregado al estado de México, cuyo gobierno, tras algunos incidentes, tuvo que mudarse del antiguo palacio de la Inquisición, donde residía, a la villa de Texcoco. La ley del 18 de abril de 1826 dispuso que los pueblos cuya mayor parte de su población quedase fuera del círculo distrital (Coyoacán, Xochimilco, Mexicaltzingo y Tlalpan, seguirían perteneciendo al estado de México. La selección de la ciudad de México como capital de la República se debió en gran medida a los argumentos que adujo ante el Congreso el diputado Servando Teresa de Mier, pues la comisión respectiva había propuesto la ciudad de Querétaro. He aquí un trozo de su intervención: "La verdad sobre este punto es que México está en el centro de la población de Anáhuac; y ese centro político, y no el geográfico, es el que se debe buscar para la residencia del gobierno, que nada tiene que hacer en los desiertos. El entendimiento que rige al hombre, no lo puso Dios en el vientre ni en la cintura, sino en la cabeza. ¿Y por qué no he de hacer yo méritos también de la situación de México, que no tiene Querétaro?: no hay ciudad más conquistable que ésta, ni más defendible que aquélla. Por eso la hizo renacer de sus cenizas Hernán Cortés, y por eso se sostuvieron en ella los virreyes". Al triunfo del centralismo, el Distrito Federal desapareció y su territorio fue incorporado al Departamento de México, con base en lo dispuesto en el artículo 3° de la Sexta Ley de las Bases y Leyes Constitucionales expedidas el 29 de noviembre de 1836. La República quedó dividida en departamentos, éstos en distritos, y éstos, a su vez, en partidos, subsistiendo los ayuntamientos. La agregación de la ciudad de México al Departamento de su mismo nombre se formalizó en febrero de 1837. Las Bases Orgánicas del 12 de junio de 1843, obra de la Junta Nacional Legislativa, dejaron subsistentes el Departamento y el Distrito de México, éste dividido en los partidos de la ciudad de México, Coyoacán y Tlalnepantla. El 22 de agosto de 1846 se dispuso que rigiera de nuevo la Constitución de 1824 y se restituyeron los estados en lugar de los departamentos. Estos hechos fueron ratificados por el Acta Constitutiva y de Reformas del 21 de mayo de 1847, cuyo artículo 6° prevenía que mientras la ciudad de México fuera Distrito Federal, tendría voto en la elección de presidente y nombraría senadores. El 16 de febrero de 1854 el presidente Antonio López de Santa Anna, quien desde el 16 de diciembre anterior gobernaba con facultades omnímodas, decretó la comprensión del Distrito de México: al norte, hasta el pueblo de San Cristóbal Ecatepec; por el noroeste, hasta Tlalnepantla; por el oeste, hasta Los Remedios, San Bartolo y Santa Fe; por el suroeste, hasta Huixquilucan, Mixcoac, San Ángel y Coyoacán; por el sur, hasta Tlalpan, Xochimilco e Iztapapala; por el oeste, hasta el Peñón; y por el noreste, hasta la medianía de las aguas del Lago de Texcoco. El Distrito quedó dividido en ocho prefecturas centrales, que correspondían a los otros tantos cuarteles mayores que formaban la municipalidad de México, y tres exteriores (Tlalnepantla, Tacubaya y Tlalpan). La Constitución Federal de 1857, en la Sección II del Título II, relativa a las partes integrantes de la Federación y del territorio nacional, previó la erección del estado del Valle de México, con el mismo territorio del Distrito Federal, sólo en el caso de que los supremos poderes federales se trasladen a otro lugar. El 6 de mayo de 1861 el Distrito Federal se dividió en la municipalidad de México y los partidos de Guadalupe Hidalgo, Xochimilco, Tlalpan y Tacubaya. El 10 de abril de 1865 el archiduque Maximiliano expidió el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano, conforme al cual el Distrito Federal quedó comprendido dentro del Departamento del Valle de México. Esta disposición cesó al triunfo de la República.

El 4 y el 17 de agosto de 1898 se aprobaron los convenios de límites entre el Distrito Federal y los estados de Morelos y México, respectivamente. Esos documentos fueron ratificados por el Congreso de la Unión el 15 y 17 de diciembre; y publicados en el Diario Oficial el día 23 siguiente. Desde entonces, el Distrito Federal linda: al oriente, con el estado de México, partiendo del punto denominado La Tranca, siguiendo hacia el norte y pasando por los puntos llamados Cuahuecatl, Tlepeteitla, falda oriental del cerro del Guarda, cerro Cometitla, Cañada de la Cumbre, Chicomocelo, Xalcoyuca, Sayolincuautla, Las Nieves, Tepatitlán, Chila, Terremote de San Andrés en el Lago de Chalco, Diablotitla, El Tepozán en el Lago de Texcoco, Pantitlán y Tlaltel de los Barcos, hasta el Tecal; al norte, con el estado de México, partiendo del Tecal y pasando por los puntos denominados Tequesquitenco, la cumbre del cerro de la Rosca, el Pitahayo, Atlaquihualoya, Cantera Colorada y Chiquihuite; entre estos dos puntos la línea sufre una inflexión hacia el norte, para continuar por la cresta de la serranía ligada al Chiquihuite (cerro Cuate, Ocotal, Picacho, Mesa Alta, Los Metates, Puerto el Panal, La Joya, La Corona y cerro de Chalma) y bajar de allí al camino que conduce a Cuautepec y continuar por éste hacia el sur hasta el pueblo de San Lucas, y de allí hasta el río de Tlalnepantla, siguiendo por todo él y tomando los límites de la antigua hacienda de la Escalera, hasta el pueblo de Ixtacala, de donde retrocede hacia el sureste, hasta encontrar el camino nacional que conduce a Tlalnepantla, siguiendo por éste hasta el punto llamado la Patera, y seguir al poniente, pasando junto a las
casas de la antigua hacienda de Enmedio y de los ranchos de San Pablo y Oviedo, las cuales quedan del lado del estado de México, y continúa la línea por los límites de la hacienda de Careaga, hasta llegar al camino que conduce a Puente de Vigas; al oeste, con el estado de México, partiendo del punto antes mencionado, hasta llegar al principio del camino de Las Armas, por todo éste hasta el punto que forma crucero con el camino de La Naranja, por donde baja hacia el oriente hasta encontrar el camino de León a Azcapotzalco, por éste hacia el sur (pasando por los puntos llamados El Comedero o Cernidero, Cuatro Caminos, Colegio y El Arquillo) hasta llegar a la barranca de Acevedo, luego por los puntos conocidos con los nombres de Huizachal, cerro de Tecamachalco y toda la cañada del mismo nombre hasta la mojonera de Santa Ana, de donde la línea continúa recta hasta el cerro de Manzanastitla, en jurisdicción de Cuajimalpa, para seguir por Hueyatla, pueblo de
Santiaguito, cerro de Los Padres, cañada del Espiso y arroyo de Monamicueaitl, hasta el punto del mismo nombre cerca de Huixquilucan, pasando de allí a las cumbres de los cerros de Tetela y Tepacatitla, puerto de las Cruces y al oeste hasta La Pirámide, cerro de Tepehuizco y llano de Los Carboneros del Rey, bajando después hacia el sureste, por el cerro del Ángel y la Barranca del Pedregal, al punto llamado Ojo de Agua y seguir por las cumbres de los cerros Teponaxtle, Gavilán, El Muñeco, La Gachupina, El Cochinito, Hueytzoco, Minas de Centeno, Media Luna, Taravilla y el Texcal, el punto llamado Cruz del Morillo y los cerros que existen entre Picacho y Horno Viejo, para pasar a la loma de Agua de Lobos, Tecuiles, cerro de Tuxtepec y mojonera de la Media Luna; y al sur, con el estado de Morelos, partiendo del punto situado en lo más alto del cerro de Tuxtepec y siguiendo hacia el este por las cumbres de los cerros Tezoyo, Chichinautzin y Quimixtepec,
Otlayucan, Zohuanquilo y Ocotecatl, y los lugares nombrados Yepac y La Tranca.

Por decreto del 16 de diciembre de 1899 el Distrito Federal se dividió, para su régimen interior, en la municipalidad de México y en las prefecturas siguientes, cada una con las municipalidades que se indican entre paréntesis: Guadalupe Hidalgo (Guadalupe Hidalgo e Ixtacalco), Azcapotzalco (Azcapotzalco y Tacubaya), Tacubaya (Tacubaya, Mixcoac, Santa Fe y Cuajimalpa), Coyoacán (Coyoacán y San Ángel), Tlalpan (Tlalpan e Iztapalapa) y Xochimilco (Xochimilco, Huastahuacan, Atenco, Tulyehualco, Mixquic, Tláhuac, Milpa Alta, Actopan y Ostotepec). El 26 de marzo de 1903 se expidió la Ley de Organización Política y Municipal del Distrito Federal, en virtud de la cual el Distrito Federal quedó dividido en 13 municipalidades: México, Guadalupe Hidalgo, Azcapotzalco, Tacuba, Tacubaya, Mixcoac, Cuajimalpa, San Ángel, Coyoacán, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta e Iztapalapa. De conformidad con el artículo 18 de esta ley, la entidad debía regirse, en cuanto a su régimen interior, por las disposiciones que dictara el Congreso de la Unión, quedando sujeto en lo administrativo, político y municipal al Ejecutivo de la Unión, por conducto de la Secretaría de Gobernación. En diciembre de 1916, en su Proyecto de Reformas a la Constitución de 1857, el Primer Jefe Venustiano Carranza propuso anexar al Distrito Federal los distritos de Chalco, Amecameca, Texcoco, Otumba, Zumpango, Cuautitlán y parte del de Tlalnepantla, para lo cual el límite con el estado de México se fijaría siguiendo la línea de cumbres de las serranías de Monte Alto y Monte Bajo; sugirió, además, suprimir la previsión del estado del Valle de México, pero sus iniciativas no fueron aceptadas. En cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 1° transitorio de la Constitución de 1917, el Ejecutivo expidió, el 13 de abril del mismo año, la Ley de Organización del Distrito y Territorios Federales, la cual mantuvo las disposiciones del decreto del 16 de diciembre de 1899 en lo relativo a la división de la entidad. La reforma de la fracción IV del artículo 73 constitucional, del 28 de agosto de 1928, suprimió el régimen municipal en el Distrito Federal y encomendó el gobierno de su territorio al Presidente de la República, quien lo ejercería por conducto del Departamento Central, creado en esa misma fecha, con jurisdicción en las antiguas municipalidades de México, Tacubaya y Mixcoac, y en 13 delegaciones: Guadalupe Hidalgo, Azcapotzalco, Iztacalco, General Anaya, Coyoacán, San Ángel (que por reformas de 1931 cambió su nombre por el de Álvaro Obregón), La Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac. En la Ley Orgánica del Gobierno del Distrito Federal, del 31 de diciembre de 1941, ya sólo aparecen, como partes de la entidad, la ciudad de México y 11 delegaciones: Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Iztacalco, Coyoacán, Villa Álvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac (artículo 8). Y en la Ley Orgánica vigente, publicada en el Diario Oficial el 29 de diciembre de 1978, se reitera que los límites del Distrito Federal son los fijados por los decretos del 15 y 17 de diciembre de 1898 (Cap. I, artículo 3) y se indica que "el Distrito Federal o Ciudad de México" (denominaciones por primera vez sinónimas en un texto legal) se divide, de acuerdo con sus características geográficas, sociales y económicas, en las siguientes 16 delegaciones: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa de Morelos, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, La Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco (véase los artículos correspondientes a cada una de ellas y MÉXICO, CIUDAD DE; MÉXICO, CIUDAD DE. ORDENANZAS; MÉXICO, ESTADO DE; MÉXICO, CUENCA DE y MÉXICO-TENOCHTITLAN).

Departamento del Distrito Federal (DDF). Dependencia del Poder Ejecutivo Federal, cuya denominación le fue asignada en 1928. Su antecedente más remoto es el Gobierno del Distrito Federal, creado el 18 de noviembre de 1824, al ser establecidos los poderes federales en la ciudad de México. Sus atribuciones, funciones, estructura y programas para el periodo de 1982 a 1988, tienen como antecedentes inmediatos: 1. la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, del 29 de diciembre de 1976, y sus reformas y adiciones del 22 de diciembre de 1982; 2. el Programa de Modernización de la Administración Pública Federal 1982-1988; 3. el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988; y 4. el Programa de Reforma Administrativa 1970-1976 y sus cinco etapas de ejecución (1977-1982). Las atribuciones directas del DDF son las siguientes: determinar la actividad que deba considerarse de servicio público y decidir si debe ser ejecutada por sí o en colaboración con organismos descentralizados o empresas de participación estatal, o si debe concesionarse; reglamentar y vigilar la prestación de todo servicio público; ocupar los bienes que sean empleados en la prestación de servicios públicos cuando éstos sean interrumpidos, y retenerlos hasta que la empresa respectiva normalice sus actividades; vigilar que en los centros de espectáculos y diversiones se respeten la moral y las buenas costumbres, y que los precios que se cobren sean los autorizados; fomentar el deporte, los actos culturales y artísticos y las actividades que propendan a exaltar el espíritu cívico y los sentimientos patrióticos; mantener el orden público; sancionar las infracciones a las leyes locales y a los reglamentos; auxiliar al Ministerio Público; formular los proyectos de sus propias leyes de ingresos y de egresos; mantener actualizado el catálogo de los bienes de dominio público y privado del Distrito Federal; reglamentar el tránsito por las calles; otorgar concesiones para la explotación y aprovechamiento de la vía pública o para el ejercicio de cualquier actividad económica que no sea competencia de la autoridad federal; reglamentar el establecimiento de fábricas, comercios y cualquier otra actividad, en términos que no causen molestias a los moradores de la zona; prestar servicios sociales y asistenciales a la población; cumplir y hacer cumplir las disposiciones que las leyes le encomienden en materia de elecciones, cultos, desamortizaciones, jurados, registro civil, dispensas y licencias referentes al estado civil de las personas, notariado, consejo de tutelas, registro público de la propiedad y del comercio, legalizaciones, exhortos, estadística especializada, bienes mostrencos y todas las demás que las leyes especiales establezcan; y colaborar con las otras instituciones y dependencias oficiales en beneficio de los habitantes del Distrito Federal.

La cuenca de México, en la cual está inscrito el Distrito Federal, se localiza en el extremo sur del Altiplano, sobre el paralelo de 19° de latitud norte, que coincide con la situación del Eje Neovolcánico. Su forma es la de un rectángulo irregular inclinado en sentido noreste-suroeste, con longitud mayor de 120 km y menor de 80, y una superficie de 9 600 km2. Del área total, el 40% es llano y el 60% accidentado, a causa de los lomeríos y vertientes de las sierras que la delimitan. Bordeada por cadenas de montañas que no se interrumpen en ningún punto, no es propiamente un valle porque no tiene una línea de drenaje general que la modele. Su denominación, sin embargo, es la de valle de México. La elevación de la parte plana es en promedio de 2 250 m sobre el nivel del mar. Sus límites naturales más sobresalientes son: al norte, la sierra de Pachuca, con altura máxima de 3 mil metros; al noreste, las sierras de Chichucuatlán y del Tepozán, que se derivan de la Sierra Madre Oriental; al este y al sureste, la sierra Nevada, donde destacan en su porción septentrional los cerros Tláloc, Telapón y El Papayo, que sobrepasan los 3 500 m, y en la meridional el Iztaccíhuatl, de 5 286 m de altitud, y el Popocatépetl, de 5 452; al sur, la sierra de Chichinautzin, cuya más alta cumbre es el Pico del Águila (3 952), en el Ajusco; al suroeste, la sierra de las Cruces; al oeste, las sierras de Monte Alto y Monte Bajo; y al noroeste, la sierra de Tezontlalpan o Tolcayuca, que al conectarse con la de Pachuca completa el circuito. Tienen jurisdicción política en esta área el Distrito Federal, entre los paralelos 19° 11' 53" y 20° 11' 09" de latitud norte y los meridianos 98° 11' 53" y 99° 30' 24" de longitud oeste (14% del territorio) y los estados de México (50), Hidalgo (20), Tlaxcala (nueve) y Puebla (uno). Del Distrito Federal, sólo algunas porciones de Milpa Alta, Tlalpan, La Magdalena Contreras y Villa Álvaro Obregón se localizan fuera de los límites del valle. En el interior de éste se encuentran otras formaciones orográficas: al norte, la sierra de Guadalupe, cuya mayor altura, el Cerro del Sombrero (3 mil metros), marca el extremo septentrional de la ciudad de México; al este, la sierra de Santa Catarina y La Caldera, el volcán de Xico y el cerro del Pino, en jurisdicción de Chalco; y dentro del perímetro urbano, el Peñón de los Baños, el Peñón del Marqués y el Cerro de la Estrella.

Formación geológica. Después de haberse plegado los sedimentos marinos del cretácico y emergido gran parte del actual territorio mexicano, hará unos 50 millones de años, se inició el periodo llamado Terciario, de intenso vulcanismo, pues al levantarse la corteza, que acusa un espesor de 40 o más kilómetros, ocurrieron fracturas por donde salió la roca líquida a la superficie. Ni las fuerzas erosivas superficiales alcanzaron a nivelar el paisaje, ni los ríos a desalojar las lavas, frente al mayor crecimiento y actividad de los volcanes. Este fenómeno fue especialmente notable en la cuenca de México y en los valles próximos de Puebla y de Toluca. El Nevado, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y la Malinche, con sus rasgos juveniles y sus grandes alturas, son testimonio de esta actividad ígnea. A la aparición de los volcanes siguió, ya en el Cuaternario, la extraordinaria efusión de lavas que formó la sierra de Chichinautzin, represó los ríos que antes iban al sur y produjo la cuenca cerrada de México. Este fenómeno ocurrió en el último millón de años y fue contemporáneo de las glaciaciones. Los volcanes de las sierras de Las Cruces y de Río Frío proceden de fracturamientos tensionales, vinculados al lento asentamiento de la cuenca, cuyo desnivel creciente entre la fosa y sus pilares, produjo a su vez abanicos aluviales. Tal es el caso de la formación Tarango, caracterizada por sus minas de arena. Los materiales acarreados por las lluvias, la deyección de cenizas y los restos de la vegetación calcinada rellenaron la cuenca. En Xochimilco y Chalco esos sedimentos tienen un espesor de 800 m; y los depósitos superficiales de origen lacustre, consistentes en arcillas altamente hidratadas (jaboncillo), una profundidad de 50 a 60 m en la zona central. Otros indicios de la gran potencia pulsante que anida bajo la superficie de la cuenca de México, son los siguientes: la erupción del Xitle, apenas 200 años antes de Cristo, cuyas lavas destruyeron la población de Copilco y dieron origen al Pedregal de San Ángel; la veneración de los antiguos mexicanos a Xiutecuhtli, dios viejo del fuego; las aguas termales del Peñón de los Baños y del Peñón del Marqués, muy frecuentadas hasta bien entrado este siglo y luego en decadencia por haberse abatido los niveles freáticos; y el alumbramiento de mantos hasta de 40°C de temperatura al sureste del Cerro de la Estrella y en muchos otros sitios.

En la década de 1990 despertó el interés político y ciudadano por democratizar al gobierno del Distrito Federal que hasta ese momento recaía en un funcionario nombrado por el presidente de la República.Entre grandes movilizaciones pacíficas se logró reformar el estatuto de gobierno e incluso la propia Constitución Federal. De acuerdo con tales modificaciones el jefe de gobierno sería electo por el voto popular de los habitantes de la ciudad de México. Los principales partidos políticos dieron a conocer sus candidatos. El partido Revolucionario Institucional postuló a Alfredo del Mazo, el partido de la Revolución Democrática designó a Cuauhtémoc Cárdenas y el partido Acción Nacional nominó a Carlos Castillo Peraza. Aunque hubo otros candidatos los tres citados mantuvieron la competencia más cerrada. Durante la jornada del 6 de julio de 1997 el voto popular dio el triunfo a Cárdenas quien tomó posesión el 5 de diciembre siguiente y renunció al puesto el 28 de septiembre de 1999, para emprender la campaña por la presidencia de la República. Lo sustituiría en el cargo su hasta entoces secretaria de gobierno, Rosario Robles. 

 

 
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