Introducción

    Dicen que viajar es muy importante, fundamentalmente por que ves otras formas de vida, otras costumbres, otras creencias. Y esto es especialmente importante ya que, a veces, admitimos valores como verdades, y costumbres como realidades inamovibles, las cuales ni siquiera nos planteamos que puedan ser de otra forma.

    En la manera de manera de manifestar la sexualidad no hay normas prefijas universalmente. Cada cultura, cada religión, cada época, cada pueblo ha regulado esta vivencia a través de normas, costumbres, ritos diferentes, admitiendo ciertas manifestaciones y prohibiendo otras.

Si viajamos en la geografía, probablemente nos sorprendería ver los ritos de iniciación, que marcan el paso de la infancia y la incorporación en el mundo adulto, de determinadas culturas. Ritos en los cuales los chicos son circundados, o debe pasar determinadas pruebas que demuestran su valía, o aquellos en los cuales la virginidad de las chicas se pone a prueba mediante determinados métodos. Es muy probable también que, desde nuestra cultura, nos cueste entender por que determinadas sociedades obligan a sus mujeres ir con un velo. O saber que el beso, como muestra de cariño, en algunas tribus es sustituido por arañazos y mordiscos. Por otro lado, si viajamos en el tiempo también nos costaría entender momentos de la historia en los que se formaban las relaciones con adolescentes, o nos sorprendería ver como se han ido sucediendo periodos de permisividad con periodos de dura represión.

A través de esta pagina queremos abrir la ventana a otras culturas, otro tiempo, otra forma de pensar, para que de esta forma podamos ser más flexibles en  nuestro juicio, para ser un poco más tolerantes con aquello que no se ajusta a nuestra forma de pensar, para ser un poco más críticos, y darnos cuenta de que hay otras maneras de entender la expresión de la sexualidad. Pero es muy fácil respetar a una tribu  de África. No hace falta que nos vallamos a otra cultura, empecemos siendo tolerantes y respetuosos con las personas que nos rodean.

Roberto Oraá Baroja

Psicología – Sexología