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Japoneses

 
 

 

Habilidades Especiales

·         Barcos de Pesca 2X de resistencia, +2P Armadura, velocidad de trabajo +5% en la E. Oscura, +10% en la E. Feudal, +15% en la E. de los Castillos y +20% en la E. Imperial.

·         Los Graneros y Almacenes cuestan un 50% menos.

·         Ataque de la Infanteria más rápido. 10% en la E. Feudal, 15% en la E. Castillos y 25% en la E. Imperial.

Bonus de Equipo: Galeras +50% de Visión.

 

Unidad Especial
La unidad especial de los Japoneses es el Samurai que aparece en la Edad de los Castillos y se entrena en el Castillo.
Se trata de una unidad de infanteria con armadura ligera pero con el ataque más rapido de todas las unidades.

En la edad Imperial, la siguiente a la Edad de los Castillos, puede mejorarse y hacerla más poderosa tanto en armadura como en la velocidad de ataque.
Posee un bonus de ataque contra las unidades especiales de las demás civilizaciones.

 

Habilidades Generales
Economicamente los japoneses poseen dos bazas que le permiten recolectar alimento rapidamente y almacenarlo gracias a la rapidez de sus pesqueros y al bajo coste de los Almacenes.

Militarmente, los japoneses pueden crear todas las unidades de infanteria, arqueria y a todos los barcos menos el barco de demolicion mejorado (especie de bomba flotante que destruye varios barcos alrededor). Gracias al bajo coste de los Samurais y de los Arqueros pueden crear grandes ejercitos para contrarestar unidades enemigas más poderosas y más caras.
Los Sacerdotes pueden llegar a obtener todas las mejoras de los Templos.

 

Debilidades Generales
Los japoneses alcazan su máximo poder en la Edad de los Castillos con sus poderosos arqueros, infanteria y Samurais, pero empiezan a perder apogeo en la Edad Imperial, la ultima del juego. No pueden construir los niveles más poderosos de Caballeria, Armas de Asedio o Torres. Tampoco pueden utilizar los cañones, indispensables para atacar Castillos Fortificados.

 

Historia

Situada en un islote a 100 millas del Asia continental en su punto más cercano, Japón era una tierra de misterio en los confines de la civilización. Aislados primero geográficamente y más tarde por elección propia, los japoneses desarrollaron una cultura única que absorbió pocas influencias del mundo exterior. En los inicios de la Edad Media europea, la cultura japonesa más desarrollada se hallaba en el extremo norte del Mar del Japón, en la gran isla de Honshu. Hacia el este, al otro lado de las montañas Hakone, estaba Kanto, llanura aluvial y única gran área de las islas para la plantación de arroz. Al norte y este de Kanto se situaba la frontera, más allá de la cual vivían los aborígenes, que habían ocupado las islas desde el Neolítico.

Algunos creen que, hacia el siglo V d.C., la corte Yamato se había convertido en gran parte en ceremonial. Una serie de clanes independientes, conocidos como <i>uji<i>, eran los que detentaban el poder real por debajo del monarca. Los líderes de estos clanes formaban una especie de aristocracia que rivalizaba por el control del país y del trono.

En el 536, el clan de los Soga estableció su predominio, surgiendo de éste el primer gran hombre de estado de la historia, el Príncipe Shotoku, quien realizó reformas que sentaron las bases de la cultura japonesa durante las siguientes generaciones. En el 645, el poder pasó del clan de los Soga al de los Fujiwara, que presidió la mayor parte del periodo Heia (794 al 1185). Este nuevo liderazgo impuso la Reforma Taika del año 645, que emprendió medidas encaminadas a la redistribución de los arrozales, estableció un impuesto sobre la producción agrícola y dividió el país en provincias. Sin embargo, gran parte del territorio permanecía fuera de la influencia y del control imperial. El poder real pasó a familias importantes que habían alcanzado un lugar prominente en las tierras de cultivo del arroz. Los conflictos entre estas familias condujeron a la guerra civil y a la ascendencia de la clase guerrera.

Al igual que en la Europa Occidental medieval, el desmoronamiento de la autoridad central, la aparición de poderosos nobles locales y el conflicto con los bárbaros en la frontera, se combinaron para crear una cultura dominada por una élite guerrera. Estos guerreros llegaron a ser conocidos como samurai, "los que sirven", equivalentes más o menos al caballero europeo. A finales del siglo XII, un gobierno militar remplazó a los nobles que detentaban el poder real por debajo del trono. La cabeza del gobierno militar era el Shogun.

La vida de los samurai se regía por el código del guerrero, parecido al código de honor de los caballeros europeos. La lealtad a su señor constituía la base de ese código. A cambio de la protección dada al guerrero, éste obedecía las órdenes de su señor sin cuestionarlas y estaba dispuesto a morir en su nombre. El samurai daba gran importancia a sus ancestros y cultivaba religiosamente la tradición familiar para ganar méritos. Su conducta debía ser firme y no dar muestras de cobardía. Los guerreros iban al campo de batalla esperando y deseando la muerte, ya que se pensaba que un guerrero animado por la esperanza de sobrevivir no lucharía bien.

El periodo comprendido entre los años 1185 y 1333 se denominó Kamakura, tomando el nombre de una región del Japón dominada por un nuevo clan que subió al poder tras la guerra civil. Los mongoles intentaron invadir Japón en dos ocasiones, una en 1274 y otra en 1281, pero fueron expulsados ambas veces. Una tormenta fortuita produjo grandes pérdidas en la flota de los mongoles en la segunda invasión.