Rocha
posee el privilegio de ofrecer a sus visitantes una
modalidad de turismo muy especial e igualmente fascinante.
Se trata del Ecoturismo, una propuesta de conocimiento y
aventura que en este rincón del planeta tiene mucho para
dar.
El
ecoturista es aquel visitante que recorre espacios naturales
que se encuentran prácticamente sin alteración y que deben
ser preservados. La observación de la fauna, la flora, y
los hábitos de los seres humanos que allí viven en armonía
con la naturaleza, es tan importante en el ecoturismo como
es disfrute del paisaje.
Un
dato fundamental: los Humedales del Este, en Rocha, fueron
declarados en 1976 por la Unesco "Reserva de Biósfera"
se trata de la impresionante cifra de 200.000 hectáreas de
las lagunas, bañados y ríos.
Laguna
de Rocha
Por
la ruta 10, desde La Paloma, es fácil llegar a la hermosa
Laguna de Rocha, declarada en 1977 Parque Nacional. Ocupa
unos 70 km. cuadrados y una franja de arena la separa del océano.
Ello permite que se halla desarrollado allí una
impresionante fauna: más de 220 especies de aves viven allí,
además de numerosos mamíferos tales como nutrias,
carpinchos, zorros, gato montés, y "mano pelada"
entre otros.
La
población de cisnes de cuello negro, con más de 10.000
ejemplares llama la atención. Otra especie de gran encanto
es el flamenco, de largas patas y color rosado que vive
siempre en grupos y realiza un extraño baile para remover
el fondo de la laguna y obtener su alimento.
Los
Palmares de Butiá
Todo
visitante que se adentra en Rocha, no tarda en sorprenderse
ante la presencia continua de altas palmeras. Son las
palmeras de Butiá (butea capitata), autóctonas de esta
tierra, y que en Rocha alcanzan los grados de concentración
más elevados del mundo.
Muchas
leyendas se han tejido en torno a la verdadera antigüedad
del palmar. Se han encontrado únicamente coquitos en los
cerritos (tumbas) de indios , que datan de hace 3.000 años.
El
palmar de Castillos -entre Ruta nueve y Camino de los
Indios- llega a poseer 500 palmeras por hectárea, siendo el
más denso y fascinante.
En
abril, los frutos de la palmera llamados
"coquitos" están maduros. De la buriá los lugareños
hacen una buena cantidad de cosas: "caña con butiá"
que se obtiene a partir de la maceración de los frutos en
alcohol, un dulce -miel de coquito-, café -a partir de las
semillas tostadas y molidas-, aceite, y, asimismo, el carozo
del coquito se utiliza como alimento para cerdos. De las
hojas de la palmera se realizan diversas artesanías.
Lamentablemente
los palmares de Rocha están envejecidos y no se renuevan.
Una de las causas de ello es que el ganado come los retoños
y no permite el crecimiento de nuevos ejemplares: las
palmeras que vemos tienen 200 o 300 años. Entre los
habitantes de Rocha hay una gran preocupación al respecto y
se están instrumentando planes para salvar el palmar. En
los palmares habita una fauna variada de aves y mamíferos
que intervienen en el mantenimiento y difusión de las
semillas. Laguna de Castillos
La
bellísima Laguna de Castillos atrae a los ecoturistas no sólo
por su azul espejo de agua sino por todo aquello que lo
rodea: bañados, palmar es, monte natural con gran cantidad
de especies de árboles y arbustos, y los impresionantes
bosques de ombúes y ceibales.
Aquí
se han instrumentado medidas para proteger la maravilla
natural que significa la zona. Se regula la pesca , se prohíbe
terminantemente la caza furtiva, se realizan cursos
educativos de fauna y flora, etc.
La
instrumentación del ecoturismo está dando muy buenos
resultados. Una de las cosas más interesante que ofrece
esta opción turística es la observación de aves: chajás
-profundamente fieles a su pareja-, los ñandúes, las águilas,
gansos blancos, cigüeñas, gaviotines, cuervillos, varias
especies de patos y muchos otros. Laguna Negra
La
Laguna Negra -también llamada de Difuntos, por su
proximidad a "cerritos" o enterramientos indígenas-
es aún mayor que la laguna de Castillos y también está
rodeada de monte nativo, palmares, bañados, con su nutrida
cantidad de especies de aves y mamíferos. Muy cerca de la
laguna Negra pueden observarse antiguos corrales de piedra
sostenidos por centenarios palmares de Butiá.
Sobre
la laguna es posible acceder por barca a la Estación biológica
Potrerillo de Santa Teresa, un área protegida donde es
posible observar a la naturaleza en estado absolutamente
natural.
Monte
de Ombúes
Vecinos
a la laguna de Castillos existen los bosques de ombúes más
grande del mundo. Algunos de sus nudosos ejemplares tienen más
de 500 años. El ombú es una planta gigantesca, y
habitualmente crece solitario. Su presencia en el campo
uruguayo es muy apreciada porque si bien no puede
aprovecharse como leña ni comerse sus frutos, sí brinda
protección y sombra al hombre y a los animales.
Estas
insólitas aglomeraciones de ombúes de Rocha muestran
ejemplares añejos, de inmensas raíces retorcidas. Una
leyenda asegura que quien se introduce en estos bosques
recuerda súbitamente incidentes de su infancia. den
seguirse varias opciones: Una, es llegar en barca guiada por
el Para conocer los bosque de Ombúes pueden seguirse varias
opciones: Una, es llegar en barca guiada por el arroyo
Valizas a través de un hermoso recorrido. Otros dos buenos
emprendimientos son La Barra Grande y La Guardia del Monte,
que ofrecen además de una visita guiada al monte de ombúes,
un día de campo con caminatas a través del bañado,
cabalgatas, observación de flora y fauna, y un buen
almuerzo criollo y merienda con productos caseros. En la
barra Grande se parte de una posta en palafitos vecina a un
gigantesco ceibal. La Guardia del monte, es un puesto de
guardia de la época colonial, con gran valor histórico.
|