HiSToRia
DeL CoLeGio
SILVIANO
CARRILLO CÁRDENAS FUNDADOR SJS
RESEÑA
HISTORICA DE NUESTRO EXCELENTISIMO PADRE FUNDADOR
La gentil y
risueña Pástzcuaro que se duerme al rumor de su pintoresco lago; esa ciudad
legendaria en los anales de las tradiciones patrias, tan creyente y mariana, fue
la cuna de Silviano Carrillo Cárdenas, pues vino al mundo en ella el 4 de Mayo
de 1861.
Fue bautizado el
día siguiente de su nacimiento, en el Santuario de Nuestra Sra. de la Salud.
Como a los cinco
años comenzó a estudiar sus primeras letras en una Escuela Católica.
A los escasos
diez años de edad entró al seminario de Zamora, iniciando así sus primeros
estudios superiores. En el primer curso obtuvo calificación suprema, su buena
conducta y notable adhesión al estudio, hacían predecir ya una brillante
carrera Sacerdotal.
En el año de
1872, Don Juan Carrillo con su esposa Libradita y sus hijos Silviano y
Juventino, se trasladaron a Guadalajara. Ahí el joven Silviano pudo continuar
sus estudios de preparación para el sacerdocio en el famoso Seminario de la
Perla de Occidente.
A pesar de ser
el menor del grupo siempre sobresalió en los estudios; obtuvo calificaciones
supremas, exámenes de honor y premios. Su anhelo era prepararse bien para
recibir la inmensa dignidad del Sacerdocio; y se preparó especialmente con la
oración.
Con frecuencia
se le veía de rodillas frente al Santísimo Sacramento en profunda adoración.
Tenía gran devoción a la Sma. Virgen de Guadalupe. con los compañeros era
amable y servicial. en algunos veranos no salía de vacaciones se quedaba en el
Seminario ayudando a todo lo que se ofrecía, hasta en la limpieza del plantel.
Como su familia
era pobre y él tenía dotes artísticos, pintaba cuadros de la escuela Fray Angélico,
de Velásquez o de Murillo; los vendía a bajo precio y con eso solventaba sus
gastos.
Como terminó
sus estudios dos años antes de tener la edad necesaria para la ordenación,
ocupó este tiempo en estudiar Derecho Civil y Canónico.
ORDENACION
Recibió todos
los órdenes sagrados del 21 al 26 de Diciembre de 1884. Este caso no era
frecuente, siempre había intervalos entre un orden y otro, lo que da a entender
que el candidato lo ameritaba.
Sus padres no
tuvieron la dicha de verlo ya sacerdote, pues murieron antes de su ordenación.
COCULA
Uno de los
primeros ministerios del Padre Silviano fue Cocula, JAL. Ahí trabajó del año
1885 a 1895. Desplegó con ardor su celo apostólico, bajo la obediencia de su Párroco.
Predicaba lleno de unción y su palabra sencilla y acertada movía los
corazones.
Trabajó
incansablemente en favor de los pobres, promoviendo para esto la Asociación de
San Vicente de Paúl. No medía su tiempo para atender a las personas en el
confesionario. El catecismo era su apostolado preferido, reservando para él la
preparación de los niños a la Primera Comunión.
Con gran
confianza en Dios emprendió la construcción del Templo de San Pedro Apóstol,
pues al iniciarlo sólo tenía unos cuantos centavos en el bolsillo.Lo terminó
dando muestra de su buen gusto y conocimiento de arquitectura.
ZAPOTLAN EL
GRANDE.
En 1895 fue
nombrado Párroco de Zapotlán el Grande, Ciudad muy importante del sur de
Jalisco, que descuella cerca del Nevado y Volcán de Colima.
Se hizo cargo de
esa Parroquia desde Julio de 1895 hasta Diciembre de 1916.
En esa ciudad
Josefina fue donde el gran Padre Silviano desplegó todo su celo apostólico
durante más de veinte años.
Sus feligreses
lo amaron cómo a un Padre, porque él los veía y los trataba como a sus hijos.
Nadie lo frecuentaba que no quedara complacido de él.
No es posible
explicar, ni decir todos los rasgos ejemplares de su vida sacerdotal, ni la
mucha obra de apostolado que realizó en Zapotlán; nos limitaremos únicamente
de enumerarlas.
Promovió con
gran celo el culto divino. En la celebración de la Sta. Misa se le veía
transformado.
En la
administración de los sacramentos, era reverente y contagiaba a sus feligreses
de fervor y respeto para la casa de Dios y los actos de culto.
Su amor a la
Eucaristía, lo llevo a fundar una Congregación religiosa que se consagrara a
la adoración del Santísimo Sacramento y a la educación cristiana de la niñez
y de la juventud.
Su amor a la
Santísima Virgen era filial y profundo. Amaba También al castísimo Patriarcal
Sr. Sn. José y promovía su culto.
Su paciencia en
el confesionario era heroica. Confesaba un mínimo de cuatro horas diarias.
LABOR PASTORAL
Apóstol de la
Educación consideró la escuela como un lugar óptimo para evangelizar. Los niños
y los jóvenes fueron sus preferidos junto con los obreros y los pobres, en su
labor apostólica.
Reorganizó las
escuelas parroquiales. Mejoró la escuela de Niños. Fundó el orfanatorio
Josefino, para niñas, construyó un edificio especial para la escuela elemental
y superior femenina. Tenía el proyecto de que ésta llegara a ser Escuela
Normal Católica.
La dotó de todo
lo necesario, para ello, pero la revolución de 1914 paralizó su obra.
Fundó la
Escuela de Artes y Oficios para Jóvenes de escasos recurso, con ello se proponía
asegurar el porvenir de muchas familias pobres y alejar de la vagancia a los jóvenes.
Aseguraba en
primer lugar, la instrucción religiosa, Solía decir: "Mi escuela será
ante todo Católica".
Organizó las
Sociedades Mutualistas, para ayudar a los obreros. Trabajó incansablemente para
la solución del problema obrero siguiendo las directrices de su Santidad León
XIII.
Luchó
incansablemente por unir las clases sociales; era ante todo un sembrador de la
Paz. Logró que se viviera el amor fraterno entre patronos y obreros.
Por medio de las
conferencias de Sn. Vicente de Paúl socorrió a gran número de familias
necesitadas.
Terminó el
hospital de Sn. Vicente de Paúl.
Llevó a
Zapotlan la primera planta de Luz eléctrica.
Al ejemplo del
gran Párroco, los sacerdotes cooperadores y toda la feligresía colaboraban con
entusiasmo.
PERIODISTA.
Comprendiendo la
trascendental importancia que tiene la prensa católica, compró una excelente
imprenta y editaba diferentes periódicos que eran repartidos por todo Zapotlán.
Publicaba "La Unión Católica", "La Luz de Occidente",
"El Trabajo", "El Esclavo de Sr. Sn. José" y "El Niño".
El no sólo era
director, sino redactor y hasta impresor, pues aun que tenía colaboradores no
se daba abasto. Dejó el cuarto de su recámara para la imprenta y con
frecuencia restaba tiempo al sueño para completar su trabajo.
Su valiente
defensa de los derechos de Cristo y de su Iglesia, que con frecuencia escribía,
le acarrearon problemas y ataques.
FUNDADOR
No cabe duda que
la obra cumbre del Señor Carrillo fue la fundación de la Congregación
Religiosa de las Siervas de Jesús Sacramentado, nacida del fondo de su corazón
sacerdotal de la Eucaristía a raíz de una profanación sacrílega de Hostias
Consagradas.
Un día mientras
veía en una hora santa, a unas jovencitas acercándose al altar para encender lámparas
expiatorias, el Espíritu Santo lo iluminó y pensó "Si en lugar de lámparas
fueran almas adoradoras las que ardían siempre ante el AMOR HOSTIA...." y
se decidió a hacerlo.
El 25 de
noviembre de 1904 nació para la iglesia esta Congregación que ahora atiende 68
Colegios, Diseminados en los Estados Unidos del Norte, México, Guatemala y Perú.
PERSEGUIDO.
Los grandes
hombres los que más descuellan por su rectitud de vida, sufren persecución.
Cristo fue perseguido y calumniado; sus seguidores lo son también.
El Señor
Carrillo, fue amenazado de muerte durante la revolución de 1914. Por prudencia,
tuvo que ocultarse durante más de dos años, sin asomarse siquiera a recibir un
rayo de sol. Varias veces se vio en peligro inminente. Desde su escondite se
daba cuenta de cómo los enemigos iban destruyendo las obras que con tanto
esfuerzo él había levantado. Las Siervas También fueron perseguidas. El Buen
Padre, por medio de sus cartas levantaba el ánimo a sus hijas. Podemos decir,
sin embargo, que esta dura prueba acrisoló su virtud y cómo el roble, que
sacudido fuertemente por los vientos, hunde más sus raíces en la tierra, así
Don Silviano, el Gran Apóstol, abrazado a la Cruz de Cristo, se agigantó en el
amor a El.
OBISPO.
Su Santidad
Benedicto XV, lo preconizó Obispo de Sinaloa, el 30 de Junio de 1920. El
humilde y bondadoso Don Silviano, que ya para entonces era Canónigo de la
catedral de Guadalajara, se preparó a su consagración Episcopal con unos
ejercicios espirituales.
l 24 de Febrero
de 1921, fue consagrado como V Obispo de Sinaloa en la Catedral Metropolitana de
Guadalajara.
A petición de
sus antiguos feligreses hizo una visita a Zapotlán para luego embarcarse en
puerto de Manzanillo, rumbo a Mazatlán, Sin.
Tan luego como
llego a su Diócesis, inició una intensa labor apostólica. Para esto ya había
enviado una carta pastoral que fuera preparando el campo de su misión.
Desde luego se
dio a la tarea. Organizó ejercicios Espirituales para Señoras y con gran
confianza en Dios comenzó la reorganización del Seminario Diocesano suprimido
hacía varios años.
Visitaba las
escuelas. Organizó la Escuala Dominical para obreros y campesinos. Con el fin
de iniciar un resurgimiento en Cristo en todo Sinaloa, planeó una gran misión
e invito a los Padres Jesuitas a darla.
Desprendido y
pobre como era, encausaba todos los recursos posibles para el sostenimiento del
Seminario y para preparar y costear la Gran Misión.
Pero Dios tiene
todos nuestros caminos en sus manos y cuando el incansable sembrador de la Fe,
de la Paz y del Progreso se disponía a emprender la marcha, el Señor lo recogió
para seguir su ruta más allá de las estrellas.
Una misteriosa
inyección aplicada según perecía para lo que fuera sólo una gripe le causó
una terrible agonía y una muerte prematura.
El 10 de
Septiembre de 1921 entró en la casa del Padre, después de haber recibido lleno
de fervor los últimos sacramentos.
Todo Culiacán
se conmovió, ya lo amaban, y sabían lo que valía ese Hombre de mirada
penetrante y amable sonrisa. Los católicos sinaloenses tenían puestas en él
sus esperanzas.
Fue sepultado a
los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe en su Santuario de la Lomita.
Hasta la fecha ahí descansan sus restos.
Roguemos a Jesús
Sacramentado nos conceda ver pronto a este venerable Obispo elevado al honor de
los altares.
La gran familia
del Padre Silviano, quiere imitar sus ejemplos y quiere sobre todo que su
herencia sea un gran amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen