La validación es la fase más crítica en la construcción de pruebas o baterías para la selección y colocación de personal. La administración debe tener absoluta certeza de que sus procedimientos de selección conducen, efectivamente, al rechazo de aquellos solicitantes para quienes la probabilidad de una ejecución exitosa del trabajo es muy baja. El procedimiento usual para la validación de un test es ponerlo a prueba con un grupo de empleados presentes y de comparar la ejecución de la prueba con algún criterio de eficiencia del empleado. Un procedimiento más perfecto requiere la aplicación de la prueba a los solicitantes, todos los cuales son contratados, y la correlación de las puntuaciones de las pruebas con una medida de criterio obtenida a continuación. En ambos casos, el procedimiento de validación descansa sobre la disponibilidad de algún criterio de eficiencia laboral.