REACCIÓN DE RETRAIMIENTO:
Los niños inhibidos en exceso se caracterizan
por la tendencia a alejarse de los otros y por ser
tímidos y sensitivos; es muy común que estos rasgos
pasen inadvertidos. En este síndrome se nota con
frecuencia que el chico parece preocupado, es
apático y se somete fácilmente a otros. La mayoría
de los niños hiperinhibidos crecen en familias donde
la actividad a través de los castigos o la crítica
es el marco general de las transacciones. Muchos de
estos pequeños tienen alguna deficiencia o
incapacidad física. Su vida afectiva está dominada
por la vergüenza y la culpa por supuestas fallas.
Estos niños se entregan a la ensoñación. No tienen
amigos cercanos ni relaciones afectivas de otro
tipo. Si continúan retraídos, se alterará su
capacidad de evaluar en forma efectiva la realidad.
El tratamiento requiere que el terapeuta desarrolle
una relación emocional con el pequeño: a) para
permitirle que se exprese, y b) para atraerlo fuera
de su vida de fantasía. Con base en esta relación,
se puede animar al niño a que haga nuevos contactos
sociales.