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Ayuno y Oracion

(Mateo 17:14-21)

Una fe fortalecida con oración y ayuno

Muchos cristianos están desmotivados acerca de la oración. Ellos conocen las promesas del Señor: "Pídeme y te daré..." (Salmos 2:8); "Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré" (Juan 14:14); "...pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido" (Juan 16:24)... pero están frustrados y dicen: "yo pedí al Señor, y no me dio". Por eso han dejado de orar.

--Están en la misma situación que vivieron los discípulos en (Mateo 17) cuando no pudieron liberar al endemoniado por falta de fe combinada con oración y ayuno.

*En el relato de (Mateo 17) vemos que los discípulos de Jesús no podían echar fuera un espíritu maligno que se había adueñado de un jovencito. El padre le dijo a Jesús: "Señor, ten misericordia de mi hijo que es lunático...y muchas veces cae en el fuego... y yo le he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar" (Mateo 17:15-16).

Usted puede imaginar la frustración de los discípulos al congregarse alrededor de este muchacho que se retorcía incontrolablemente en el suelo. Habían orado y reprendido al demonio, pero no se efectuó la liberación. Entonces vino Jesús y reprendió al demonio del muchacho, y quedó sano desde aquella hora (Mateo 17:18).

Más tarde los discípulos hablaron con Jesús aparte y le preguntaron: "Por qué nosotros no le pudimos echar fuera?  Y Jesús les respondió: Por vuestra poca fe"  (Mateo 17:19-20).

Y luego añadió: "Pero este género no sale sino con oración y ayuno" (Mateo 17:21).

Hermanos, hay situaciones y casos difíciles en que es sabio combinar el ayuno con la oración. El ayuno es un instrumento de victoria. Por eso Jesús dijo que ayunaríamos (Mateo 9:14-15).

El ayuno es una enseñanza bíblica tanto del Antiguo como Nuevo Testamento.

Durante los días de la reina Ester, en el año 479 a.C., Amán el malvado consejero del rey Asuero, tramó la muerte de todos los judíos. La reina Ester que era judía se enteró del plan de Amán, y convocó a todo su pueblo que ayunara y orara por tres días. Era un momento de gran crisis y Ester quería estar segura de que sus oraciones tuvieran poder (Ester 4:16).

Moisés ayunó cuarenta días y cuarenta noches cuando tenía que recibir del Señor los Diez Mandamientos (Exodo 34:28).

Jesús ayunó y oró cuarenta días en el desierto antes de comenzar su ministerio, pero note lo que dice (Mateo 4:1-2) "...Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto".

Amado, antes de lanzarse a un ayuno prolongado, asegúrese que es el Espíritu Santo quien los está dirigiendo. El ayuno no es para bajar de peso, corregir la columna o para mostrar a la iglesia que somos espirituales. Estos objetivos pueden obtenerse, pero no ayudan a obtener victorias espirituales (Mateo 6:16-18).

¿Qué es ayunar y cuáles los beneficios?

Ayunar es abstenerse de alimentos por un tiempo determinado para poder centrarse en Dios. Puede incluir abstenerse de placeres legítimos, como el sexo (1 Colosenses 7:5).

El ayuno nos prepara para la comunión espiritual más profunda y rica posible. Aclara y libera nuestras mentes para entender lo que Dios está diciendo a nuestros espíritus.

El ayuno le da más poder a la oración. Aumenta la fe y ayuda a estar más alerta espiritualmente porque su corazón, cuerpo y alma tendrán toda su atención centrada en Dios.

Verdaderamente hay poder en el ayuno. Mediante su práctica se rompen las ligaduras satánicas

(Isaias 58:6).

El ayuno es una manera de recordarle continuamente al cuerpo que el Espíritu es el que va a dominar, y que el hombre espiritual va a prevalecer sobre los deseos carnales.

El ayuno nos recuerda también que hay que orar.

Cuando usted está ayunando y sienta hambre, utilice esta aguda molestia como un despertador que le recuerda que tiene que orar más fervientemente.

Cuando se encuentre en una situación difícil, un ayuno de 2 ó 3 días le añadirá una nueva dimensión a sus oraciones.

¿Qué implica el ayuno?

En (Joel 2:12-21) encontramos que el verdadero ayuno trae:

-Arrepentimiento

-Conversión sincera

-Deseo de santidad en todo el pueblo de Dios

-Perdón

-Restauración y restitución, lo que significa un nuevo tiempo de gozo, abundancia del Espíritu, bendición de todo lo que emprendamos y fortaleza espiritual

-Derramamiento del Espíritu Santo

-Un tiempo donde Dios hará grandes cosas.

Si usted es un cristiano escéptico, o un cristiano tibio, y la idea del ayuno le parece tonta y anticuada, ore pidiendo que Dios le de el deseo de ayunar porque dice la Palabra: "Dios es el que en vosotros produce el querer como  el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13). Jesús dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados"(Mateo 5:6). Es decir, usted solo será saciado espiritualmente si tiene hambre y sed de Dios.

El AT  nos habla de una mujer llamada Ana que no tenía hijos. Era tan firme su decisión de orar por un hijo que dejó de comer y lloraba constantemente (1 Samuel 1:10). ¿Dio resultado el profundo deseo de Ana? La Biblia dice: "Jehová se acordó de ella... y aconteció que dio a luz un hijo"

(1 Samuel 19:20). Su hijo fue uno de los más grandes profetas del Señor, Samuel.

Cuando usted ora y ayuna, el Señor le dice: "Pídeme y te daré". Dios está llamando a nuestro pueblo a ayunar y orar por un gran avivamiento, primero en nuestras vidas,  en nuestra casa, luego en la iglesia,  nuestra ciudad,  Bolivia y el mundo. Si bien el diablo en estos días postreros no quiere que usted ayune (Lucas 21:34), el Señor le dice: Es tiempo de ayuno y oración...pide y te daré.

En el momento en que usted comienza a orar por una gran necesidad, entra en conflicto con los poderes de las tinieblas en el mundo espiritual (Efesios 6:12).

Ps. Wilder L. Ramirez.