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PERRO

doméstico, mamífero carnívoro considerado como el primer animal domesticado. El perro doméstico (Canis familiaris) ha convivido con el ser humano como compañero de trabajo o animal de compañía en todas las áreas y culturas desde hace más de 14.000 años. Generalmente se acepta que el ancestro directo del perro doméstico es el lobo, originario de Europa, Asia y Norteamérica. Pertenece a la familia Cánidos, que incluye además de a los lobos, a coyotes, zorros y chacales. Los antepasados de los Cánidos eran unos mamíferos de aspecto parecido a las ginetas, llamados miácidos, que tenían patas cortas y cuerpo alargado y vivieron aproximadamente hace unos 40 millones de años.
REPRODUCCIÓN, NACIMIENTO Y CRÍAS 

Los perros llegan a la madurez sexual aproximadamente a los 6 meses, aunque las razas de menor tamaño lo hacen antes que las más grandes. Las hembras se hacen sexualmente receptivas para aparearse durante un periodo llamado estro (celo), que se presenta aproximadamente dos veces al año y dura entre 6 y 12 días. Después de un periodo de gestación que suele durar 63 días nacen una media de entre 3 y 6 cachorros.

Al nacer, los cachorros están ciegos y son incapaces de mantenerse en pie, por lo que pasan el 90% del tiempo durmiendo y el 10% restante mamando. El frío es el mayor peligro al que se enfrentan los recién nacidos debido a que su sistema circulatorio no es todavía capaz de mantener la temperatura corporal adecuada. Por este motivo, los cachorros tienden a permanecer cerca de sus madres o se acurrucan unos contra otros para darse calor. Las madres limpian, amamantan y cuidan a sus crías hasta que pueden defenderse por sí mismas. Por el contrario, los padres no se implican en absoluto en el cuidado de los recién nacidos. La lactancia, que empieza después del parto, dura entre 40 y 50 días y pasado este tiempo es posible el destete de los cachorros.

4 COMPORTAMIENTO 

La conducta instintiva del perro, es decir, su modo de actuar cuando no se ha sometido a ningún tipo de adiestramiento, es comparable con la del lobo, el coyote, el zorro o el chacal. Los cachorros con sólo cuatro semanas ya son capaces de ladrar, gruñir y aullar, tal y como lo hacen otras especies de Cánidos. Los animales emiten estos sonidos para comunicarse en momentos de excitación, miedo, dolor o para marcar el territorio.

También se comunican utilizando el lenguaje corporal. La expresión de la cara, la posición de las orejas, el movimiento de la cola, la forma en que se les eriza el pelo del lomo y las posturas que adoptan indican el estado de miedo, excitación, agresión o sumisión de un perro. Comprender el significado de estas señales puede ser importante. Mostrar los dientes, bajar las orejas, estirar la cola, erguir las patas o erizar el pelo del lomo son algunos de los signos de posible hostilidad que pueden mostrar estos animales. Los perros suelen marcar su territorio con la orina y pueden defender su posesión aullando, ladrando o realizando posturas agresivas.

Tras un adiestramiento, son capaces de aprender ciertos comportamientos o de obedecer órdenes. Un perro domesticado está siempre dispuesto a aprender y lo normal es que desee complacer a su amo. Por estos motivos, los perros se han convertido en los animales de compañía más fieles.