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Urogallo (Tetrao urogallus)
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El urogallo es una de las especies faunísticas de mayor interés de
la fauna iberica. Esta corpulenta ave depende por completo
de los hayedos y robledales extensos y maduros para sobrevivir, pues sólo en
ellos encuentra refugio, alimento y lugares propicios para nidificar. Debe su nombre a la semejanza de los gritos que da en época de celo con los mugidos de uro (una especie de toro salvaje extinguida en el 1627).
Amenenazada por la deforestación y la caza abusiva que sufrió hasta los años
setenta, su situación actual parece buena y estable.
La vistosidad de plumaje y conducta que ha hecho del macho de urogallo
uno de los símbolos de los bosques cantábricos ha provocado, al mismo
tiempo, que sus hembras, discretas y en absoluto llamativas, se hayan
convertido en auténticas desconocidas. Pero mientras que los machos
necesitan llamar la atención, para defender sus posesiones de
competidores y atraer la atención de su pareja, las urogallinas deben
pasar desapercibidas: de ello depende el éxito de la reproducción. De
ahí que su plumaje se mimetice perfectamente con la hojarasca del suelo
forestal, en el que ubican su somera depresión nidal, y sus hábitos
recatados y esquivos.
En algunas zonas de España es más conocido por "tetrao".
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