EDITORIAL

Minambiente vs Chocó

Si alguna agencia oficial ha manifestado explícitamente una posición contraria a los intereses de los
chocoanos es el Ministerio del Medio Ambiente. La región nunca ha obtenido un aporte positivo de su parte desde la mala hora de su creación, algo que contribuya a su desarrollo y a la erradicación de las raíces de su atraso.

Se suponía que este ministerio se erigía como defensa de la ecología y de nuestros recursos naturales ante la depredación de que eran objeto por el abuso de usufructuarios a los cuales solo les interesaba una explotación exhaustiva y no renovable de nuestras riquezas originales.

Nada de lo previsto en el acto de su creación, se ha dado. En su lugar, un estamento burocrático, llamado a preservar y crear riqueza para un país, se ha erigido en un monumento a la inutilidad y en el mejor exponente de la burocracia retardataría, ineficaz e improductiva.

En el Chocó, la gestión de ese ministerio, ha sido oportunista y negativa, por decir lo menos. Todos los organismos que de él dependen muestran una gestión insatisfactoria, que en todo caso no identifica un plan generador de expectativas para nuestro desarrollo. La mediocridad de las gerencias actuales no permite abrigar esperanzas de que el panorama cambie, y entre tanto el ministerio seguirá con su tendencia negativa, sin que sus agentes en el Chocó, apegados al puesto dependiente, procuren la más mínima defensa de nuestros intereses regionales.

La última asechanza contra la vía al mar después de la pela que nos dimos con el paro cívico y en la reciente reunión del consejo comunal, es sintomática. Pese a las públicas instrucciones del presidente Uribe Vélez, persiste una conducta obstruccionista de mandos medios, frente a la cual el pueblo del Chocó tiene que reaccionar.

Después de librar una última batalla en relación con la asignación de 10 mil millones de pesos para esa vía lejos de lo prometido y lo previsto para la vigencia del presupuesto del 2005, todo está apunto de perderse. La burocracia del Minambiente ahora exige realizar una monumental investigación ecológica de todas las especies de fauna silvestre y estudiar cinco de cada una de las 347 especies de aves y de las 106 especies de mamíferos existentes en la región.

En otras palabras, los bárbaros del ministerio del medio ambiente lo que persiguen es una masacre de la fauna regional, con el pretexto de tener elementos de juicio para dispensar desde sus cómodos despachos lo que le conviene al Chocó y al país. Según los estimativos de la comisión de seguimiento, se incrementarían los estudios en el 300% y su duración en años indeterminados. Algo todavía más grave: pese a los estudios y recomendaciones de la UTCH, el ministerio insiste en más estudios y alternativas viales, diferentes a la de Cugucho y Membrillo, la primera sin estudios, que cuestan 1.600 millones más no previstos.

A todas éstas, nuestros voceros en el congreso, callan como ostras. Ante la pérdida de lo conseguido – así sea precariamente para el presupuesto del 2005 que aseguraría por lo menos la reanudación de las obras en la vía – no se conoce un pronunciamiento serio de nuestros personeros en el congreso que suspendan la acción sistemática del Minambiente contra el Chocó.

Nos resistimos a creer que todo esto sea una pantomima del presidente contra el Chocó, pero está comprometida su responsabilidad y frente a todo esto, el incumplimiento de la partida presupuestal inicialmente acordada en 25 mil millones para la vía al mar que en agonías se fijó en 10 mil millones por acción de nuestros congresistas, hoy se pierde merced al ministerio del medio ambiente, definitivamente una agencia del estado enemiga del progreso del Chocó.