TALGUA
 
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Los métodos geofísicos sirven para identificar, por observaciones indirectas, materias de propiedades distintas debajo de la superficie. Estos métodos incluyen mediciones del campo magnético, ondas electromagnéticas, corrientes y potencias eléctricas, ondas sísmicas, la fuerza de gravedad, micro-ondas (el radar), y otros. El método específico y la disposición del aparato dependen de las características (tamaño, profundidad, composición) de los objetivos de la investigación a realizar.

En la arqueología, las ventajas de los métodos geofísicos son que a través de la geofísica se pueden investigar áreas o perfiles en menos tiempo que usando los métodos tradicionales. Con la resistividad eléctrica, se pueden obtener 100 metros de perfiles por día (datos separados por 1 metro), y el magnetómetro cubre unos 500 metros cuadrados (densidad de datos de 1 cada m2).

Los arqueólogos pueden utilizar los resultados para decidir dónde concentrar sus escasos recursos en vez de depender en la suerte, y la geofísica así les ayuda a los arqueólogos ser más productivos. Además de estas ventajas, los métodos geofísicos no perturban el subsuelo.

Existen desventajas también. Siempre hay incertidumbre de lo que quieren decir los resultados. Es necesario integrar la interpretación de geofísica con las observaciones directas.

Un solo método no sirve para todos los objetivos, pues se debe escoger el método que distingue entre los suelos y las estructuras u objetos que buscan los arqueólogos. No existe un solo método que sirva "mejor" para todas las situaciones que se presenten que otros métodos.

Los instrumentos son caros.

El magnetómetro Geometrics G-856 cuesta $6000. Magnetómetros tipo "vapor de cesio" cuestan $17,000. Los aparatos de la resistividad cuestan entre $2000 hasta $20,000 y GPR (radar) entre $20,000 hasta $75,000. Para desarrollar los datos, se necesita de una computadora, además de programas adecuadas ($3500).

Se necesita especialista para manejar los aparatos e interpretar los resultados. A veces el principiante consigue resultados útiles, pero cada sitio tiene sus características únicas. Ninguna investigación puede hacerlo todo.

Generalmente, hay que decidir entre la penetración (profundidad), la resolución, y la rapidez. Es imposible llegar al nivel óptimo de todas estas características (medidas rápidas y baratas que revelan estructuras detalladas muy profundos) empleando un solo método y disposición.

Talgua: Talgua, una aldea de Catacamas, Departamento de Olancho se conoce por los huesos y artefactos encontrados en 1994 dentro de una cueva (Brady et al., 1995). La geofísica fué utilizada para investigar un sitio localizado a unos 2 kilómetros de la cueva (Fig. 2) durante julio de 1995 y junio de 1996. El sitio cubre unas 7 hectáreas (Fig. 3). Utilizamos la geofísica para poder escoger mejor a dónde concentrar nuestros escasos recursos para excavaciones.

Reconocimiento:
Antes de proponerse hacer un estudio detallado, es necesario medir las características geofísicas del sitio. Durante julio de 1995, hicimos mediciones del campo geomagnético y de la resistividad eléctrica en Talgua (Stierman, 1996) y en el sitio 0L-00020 (Gómez, 1995).