PRESIDENTES DE HONDURAS

TIIBURCIO CARIAS ANDINO

1936 al 1949

Nació en Tegucigalpa el 15 de marzo de 1876. Abogado, General y para muchos el verdadero fundador del actual Partido Nacional. Vencedor en los comicios realizados en las postrimerías del régimen de Mejía Colindres, sus primeros 4 años de gobierno fueron legales pero, a partir de enero de 1936, por medio de reformas a la Constitución comenzó su gobierno “continuista” que se prolongó por 12 años más. Con su llegada al poder terminaron las constantes revueltas armadas en el país. Fue aliado de los dictadores Ubico, de Guatemala, Somoza de Nicaragua y Hernández Martínez, de El Salvador. Durante su gestión administrativa Honduras ingresó en la Organización de las Naciones Unidas (1945). Falleció en su ciudad natal el 23 de diciembre de 1969.

El General Tiburcio Carias Andino, Jefe delPartido Nacional, salió electo como Presidente de la República en los comicios libres que diera el Presidente Dr., Mejía Colindres. Como Vice- Presidente el Ingeniero Abraham Williams Calderón. Antes de tomar el poder, por dos veces anteriores, había sido víctima de fraudes electorales, y al resultar electo se levantaron en armas para no entregarle el Poder, los Generales José María Reina, José María Fonseca y otros militares del Partido Liberal, pero fueron sometidos. Sus primeros cuatro años presidenciales fueron legales y de libre escogencia de los hondureños, pero al finalizar su primer periodo constitucional, convoco una Constituyente para que elaborara una nueva Constitución que cambiara los periodos presidenciales de cuatro a seis años, y asimismo para que prorrogara el ejercicio del Poder a los Titulares Carias y Williams por un subsiguiente período de seis años. En la reunión del Congreso Ordinario, al vencerse este segundo período de seis años, se ratificó el Artículo de la Constitución que prorrogó el período presidencial a dichos seis años y la Presidencia en los titulares Generales Carías y Williams hasta el 31 de Diciembre de 1948, cuando se convocó al pueblo a elecciones generales…..Toca a la historia calificar su actuación y hacer de ella un sereno balance. Del sector del Partido Nacional opuesto a la continuidad del Poder en manos del General Carías se formó un nuevo partido, el Movimiento Nacional Reformista, que encabezó el General Abraham Williams Calderón.

El 01 de febrero de 1933, tras un período de agitación asume el poder el General Tiburcio Carías, un corpulento hombre de 2 metros de estatura y más de 100 kgs de peso, fundador del Partido Nacional. Carias era un positivista y laico que mantuvo a la Iglesia Católica separada del gobierno con el simple expediente de no aprobar a ningún candidato a al arzobispado. Durante su mandato confiaba más en su fuerza paramilitar que en el ejército regular debido a su desconfianza en los militares de carrera. Sus relaciones con Washington eran muy estrechas y seguía al pie de la letra los dictámenes que recibía, en especial si se trataba de expropiar las propiedades de los alemanes. Por supuesto que los bienes expropiados iban a parar a manos de sus partidarios y los privilegiados por el régimen. Los favorecidos mantenían una incondicional fidelidad al régimen alimentado por el paternalismo y el clientelismo político. Su política de represión en contra de los opositores al régimen era sangrienta e implacable.

En 1935 decreta la Ley de Colonización Agrícola, pero en 1936 por medio de reformas constitucionales es reelegido por la Asamblea Constituyente en una sesión de Congreso Ordinario. Aprobada la nueva Constitución queda fijado el término presidencial en seis años con reelección. Cuando las empresas bananeras cerraron operaciones en Trujillo, levantaron sus vías férreas, impidiéndose cumplir el sueño de la vía interoceánica, la cual ni siquiera llegó a Juticalpa. Hasta entonces, las vías férreas comunicaban las fincas y los muelles, que eran también propiedad de las bananeras y embarcaban el producto en sus propios barcos. En 1938, la deuda del empréstito ferroviario se rebaja de 30 millones a un millón 200 mil libras pagaderas en treinta años.

En 1940 Honduras cuenta con una población de un millón de habitantes. En marzo de 1940, en Tegucigalpa fue inaugurado el "Chico Club, lugar de reunión de lo más granado de la sociedad capitalina y de los más connotados políticos del régimen que participaron en una Cena amenizada por la Orquesta Tropical de Antonio Medina. En ese club la vajilla era importada de Alemania, cosa que no podía ser del completo agrado de los magnates bananeros. Al estallar la guerra, pronto los submarinos alemanes amenazan a los mercantes que transportan materias primas desde centro y Sudamérica, por lo que las exportaciones bananeras sufren una merma que se deja sentir en la economía hondureña. Luego, en 1941, por la presión de Estados Unidos Honduras rompe relaciones con Alemania poco después del ataque japonés a Pearl Harbor.

Fue aliado de los dictadores Ubico, de Guatemala, Somoza de Nicaragua y Hernández Martínez de El Salvador. Pero, en 1944 fueron derrocados Ubico en Guatemala y Martínez en El Salvador. Antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, el gobierno frustra una invasión de grupos revolucionarios procedentes de Guatemala, Nicaragua y El Salvador. A estos intentos se sumaron posteriores manifestaciones de oposición en Tegucigalpa y en San Pedro Sula. Tiburcio Carías gobernó 16 años, los primeros cuatro elegido por el pueblo y los posteriores sin consultarle a nadie.

Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos dejó de prestarle apoyo irrestricto, aumentando la oposición interna y en 1948 ya no se pudo postular para una nueva reelección.

Carías Andino (1876 – 1969)
Basado en un reportaje por Nahum Valladares V.

Ayer (17 de marzo 2006), hace 130 años nació en una casa del barrio Los Dolores de Tegucigalpa Tiburcio Carías Andino tercero de los hijos del hogar formado por el General Calixto Carías y doña Sara Andino.

Su primaria la realizó en una escuela privada y la segunda enseñanza en el Colegio que fundó y dirigió Monseñor Ernesto Fiallos, destacándose como alumno especialmente en aquellas materias de ciencias exactas pero con vocación a las ciencias jurídicas carrera que abrazó en la Universidad Nacional de Honduras obteniendo la licenciatura en derecho en 1898, mismo año en que la Corte Suprema de Justicia le otorga el título de abogado de los Tribunales de la República y el correspondiente Exequátur de notario público.

Muy joven, junto a su padre y sus hermanos Calixto y Marcos, abraza el liberalismo y mientras estudiaba entre 1893 y 1894 participaba en la defensa del régimen de Policarpo Bonilla demostrando valentía en muchos acontecimientos militares donde logró obtener el grado de coronel de las armas hondureñas, alterando sus funciones de catedrático en Matemáticas en el Instituto Nacional y en la materia de Código Penal en la Universidad con actividades políticas del Partido Liberal.

Hábil, mueve sus hilos con mucha ponderación en el Partido Liberal y se enfrenta a don Policarpo a quien acompañó al exilio en 1904 cuando solidario con su hermano Marcos, uno de los diputados apresados por Lee Crihstmas, se opusieron al gobierno del General Manuel Bonilla.

Simpatizantes de la línea liberal moderada y conservadores que habían apoyado al General Manuel Bonilla, vieron en Tiburcio Carías a un nuevo líder, que aún siendo profesional y haberse ganado en las luchas intestinas el grado de General de Brigada, había optado por retirarse a las actividades agrícolas en las tierras de su heredad paterna en Zambrano.

El país estaba convulsionando y la figura de Carías Andino ya tenía relieves desde 1907, sus regidores le convencieron para aceptar la candidatura presidencial frente al General Bonilla y al liberal Juan Angel Arias no llegando a alcanzar la más alta magistratura de la nación porque ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta.

Nuevamente se hace a un lado y espera mejores tiempos mientras afianza su liderazgo político. Llega al poder el liberal Rafael López Gutiérrez y el General Carías mantiene un moderado perfil pero sin ceder terreno alguno y en 1924 cuando el presidente López Gutiérrez prolonga su período convirtiéndose en dictador, se pone al frente de la llamada Revolución Reivindicadora junto a los generales Vicente Tosta, Gregorio Ferrera y Francisco Martínez Fúnez.

Esas fuerzas combinadas sitian en marzo la ciudad de Tegucigalpa para derrotar a "Pacán", muere el mandatario durante el sitio del 24 y la revolución entra triunfante a la capital quitándole el poder al Consejo de Ministros que subrogaba la titularidad del Ejecutivo al fallecer López Gutiérrez.

Carías era el primer comandante de la Revolución y acuerpó al General Tosta Carrasco para que se hiciera cargo de la presidencia provisional desestimando la oferta que le hicieran para lanzarse como candidato a la Presidencia de la República para el período 1925-1929 dándole paso a su amigo el doctor Miguel Paz Baraona quien ganó las elecciones.

Para las elecciones de 1928 acepta la nominación del Partido Nacional y en las urnas pierde el proceso frente al liberal doctor Vicente Mejía Colindres y pasa a ser diputado por el departamento de Tegucigalpa ocupando la Presidencia del Congreso Nacional.

Su perseverancia, su prestancia y su recia personalidad política contribuyeron a mantener un sólido liderazgo en el Partido Nacional quien nuevamente lo escoge como su candidato en los comicios de 1932 que logra ganar por una amplia mayoría frente al liberal doctor José Angel Zúñiga Huete.

Así llega al poder el 1 de febrero de 1933, electo para un período de cuatro años pero en 1936 se convoca a una Asamblea Constituyente para reformar la constitución con el propósito de reelegirlo en el mando de la nación y ampliar el período presidencial de cuatro a seis años. Los diputados liberales se retiran y sus vacantes son ocupadas por suplentes nacionalistas; algunos sectores nacionalistas se oponen especialmente los dirigidos por el doctor Venancio Callejas, pero la maniobra política se ejecuta y el General Carías prolonga su mandato desde 1937 a 1943.

Controlado el Congreso por sus parciales, éste se transforma en 1942 en otra Constituyente que le da un nuevo período desde 1943 a 1949, sumándose con ello los famosos "16 años".

Ejerció el poder con mano dura y terminó con las revueltas, dominó a la oposición y todo asomo de inconformidad por su régimen lo controlaba poniendo en la cárcel o extrañando del país a quienes adversaban su forma de gobernar. En 1947 se gestó la intención de reelegirlo para otro período, pero tanto el gobierno de los Estados Unidos como las nuevas generaciones de nacionalistas no miraron con buenos ojos tal propósito surgiendo así la candidatura del doctor Juan Manuel Gálvez que le ganó al Partido Liberal para asumir la presidencia el 1 de enero de 1949.

Durante el mandato de Gálvez, Carías fue perdiendo fuerza política. El general, con sus viejos políticos aliados, buscó en las elecciones de 1954 la candidatura presidencial con lo que le había quedado del Partido Nacional ya que en aquel entonces no existía la prohibición constitucional de volver al poder de la nación.

De los tres participantes, el liberal Villeda Morales, el reformista Williams Calderón y el nacionalista Carías Andino no lograron la mayoría que se requería lo que dio paso al ascenso al poder en condición de jefe de Estado de Julio Lozano Díaz.

Resentido con el nacionalismo renunció al cargo de jefe Supremo del Partido que conservó por muchos años y acuerpó a su hijo Gonzalo para fundar el Partido Popular Progresista y que se convirtiera en candidato presidencial para 1957.

El General Carías, personaje de la historia hondureña, se ganó durante su carrera política el odio de sus opositores, los recelos de muchos de sus correligionarios, pero no hay que negar que su caudillismo en el nacionalismo generó enormes simpatías.

El 24 de diciembre, el viejo caudillo nacionalista fue sepultado en el Cementerio General de su ciudad natal acompañado por cientos de sus simpatizantes que abarrotaron las calles al paso del cortejo fúnebre.

El General Carías había cumplido 93 años y su muerte se produjo después de una afección gripal, era un hombre saludable, fuerte como los robles de Zambrano, todavía con pensamientos claros y falleció con un profundo sentimiento de amor a su Patria, porque al margen de los errores que cometió en su paso por la política de nuestro país, injusto sería negarle que contribuyó a que se estabilizara Honduras.

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