LOS MAYAS

Copan Ruinas

Las tierras que ocupaban los antiguos mayas consisten aproximadamente de 324.000 km² en lo que hoy es la parte occidental de Honduras y El Salvador, todo el territorio de Guatemala y Belice, y el sur de México (vea mapa). En esas mismas zonas subsisten en la actualidad cerca de 2,5 millones de personas que descienden directamente de antepasados mayas y que hablan todavía unos 28 idiomas diferentes reconocidos por los lingüistas como parte del patrimonio cultural maya.

La civilización maya comprendió entre 50 y 75 ciudades-estados, de las cuales las más conocidas son Tikal, Chichén Itza, Uxmal y Copán. Al describir estas ciudades, Tikal ha sido comparada con Nueva York y Copán con París.

Tikal fue la ciudad maya de mayor extensión, con un área de 123 km2 y una población de cerca de 100.000 habitantes. Copán, en cambio, abarcó sólo unos 24 km2 y sostuvo a una población de 20.000 personas. No obstante, Copán ocupó el primer lugar entre los sitios mayas en cuanto al número de esculturas, estelas y altares. Es allí donde se encuentra escrito el texto jeroglífico más largo del mundo, en la famosa escalinata de los jeroglíficos.

El consenso general entre los eruditos es que el período preclásico de Mesoamérica se extendió desde el año 2000 a. de C. hasta el 250 d. de C.

Hay buenas razones para afirmar que a partir de la segunda mitad del segundo milenio a. de C., vivieron en el valle de Copán agricultores de vida sedentaria. Allí se han encontrado piezas de cerámica que se remontan hasta el año 1000 a. de C., así como un cementario con cientos de piezas de jade y ofrendas de cerámica que datan del año 900 a. de C. El período clásico maya se ha situado aproximadamente entre los años 250 a. de C. y 900 d. de C. Este fue el período del florecimiento de la cultura maya en Copán, época en que se construyeron los edificios que hoy son las ruinas de Copán. Ya para el año 1200 d. de C. la ciudad estaba casi completamente abandonada. Tal vez los investigadores del siglo XX puedan algún día resolver el gran misterio de lo que ocurrió en Copán.

En 1980, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a Copán «sitio de patrimonio cultural de la humanidad», consolidando así su lugar destacado entre los grandes monumentos culturales de todo el mundo.

Descubrimiento de los secretos de Copán

Desde la década de 1830 hasta el presente, las ruinas de Copán han sido el foco principal de interés de numerosas expediciones de exploración e investigación.

La época de la arqueología moderna en Copán, sin embargo, comenzó en 1975 con el proyecto del Museo Peabody de la Universidad de Harvard. En 1977, el Gobierno de Honduras patrocinó una serie de proyectos que todavía están en pie. Desde esa fecha, las investigaciones han involucrado a prominentes científicos de diversas nacionalidades, especializados en antropología física y social, etnohistoria, ecología, arte, escritura y otras disciplinas. El papel desempeñado por los arqueólogos ha sido de especial importancia en las excavaciones de la Acrópolis, la Gran Plaza,

Las Sepulturas y El Bosque, así como en el trazado de mapas y sondeo de millares de ruinas menores esparcidas por todo el valle circundante.

Estas investigaciones han permitido reconstruir por primera vez el desarrollo de la antigua ciudad a través del tiempo y vislumbrar las diferentes fuerzas históricas y los personajes que le dieron vida. La información obtenida del estudio de los jeroglíficos ha sido especialmente ilustrativa.

Como se ha demostrado, los textos jeroglíficos de Copán, aunque presentan datos calendáricos y astronómicos, se refieren sobre todo a los gobernantes mayas. En los últimos años se ha avanzado a un ritmo acelerado en el desciframiento de esta escritura. Esto ha permitido asignar con mayor seguridad un autor dinástico a los monumentos esculpidos. Las fechas de toma de posesión y de la muerte de diferentes gobernantes permiten calcular el período del reino de cada uno, lo que a su vez sirve de marco para aclarar el significado de los monumentos con textos semidestruidos o información parcial.

Gracias a las investigaciones arqueológicas intensivas auspiciadas por el Gobierno de Honduras, también se ha logrado demostrar que el crecimiento de Copán fue paulatino. La incorporación de diversas familias y linajes en una sociedad unificada bajo el mando de un sólo linaje real conocido, aparentemente, con la introducción de la escritura jeroglífica y el gobierno de Yax K'uk Mo' alrededor del año 400 d. de C.

Las Ruinas de Copán

El parque arqueológico actual consiste de tres elementos esenciales: 1 el Grupo Principal, que incluye la Gran Plaza y la Acrópolis; 2 La Zona Residencial, las Sepulturas, y 3 La zona residencial El Bosque. Estas dos zonas residenciales se conocen por los nombres que les dan actualmente los habitantes del lugar. Se han descubierto caminos pavimentados con argamasa que vinculan a estos dos barrios con el Grupo Principal.

Solamente en los 24 km2 que circundan al grupo principal, se han ubicado los restos de 3.450 edificios, de los cuales más de 1000 se concentraron en un núcleo urbano de 0,6 km2 inmediatamente alrededor de la Acrópolis. En la actulidad, los arqueológos han extendido el reconocimiento sistemático de sitios arqueológicos aún área de 135 km2 en torno al grupo principal, llegando a los límites geográficos naturales de lo que fue el área de influencia de Copán. En esta región se han detectado 1.420 sitios con 4.509 edificios. Según las cifras demográfícas más actualizadas se estima que, durante el siglo VIII, en el momento de mayor ocupación, Copán llegó a ser una ciudad de más de 20,000 habitantes, nivel demográfico que no volvió a alcanzar la región hasta la década de 1980.

Ubicado en la base de la escalinata del templo 16 en el patio occidental de la Acrópolis, el altar Q es uno de los monumentos históricos más destacados de Copán. El texto sobre el altar y los glifos de las superficies laterales tratan de los acontecimientos históricos locales y de sus principales protagonistas, los gobernantes de Copán. En cada uno de los cuatro lados del altar aparece un Gobernante sentado sobre su propio nombre escrito en jeroglíficos.

La escalinata de los jeroglíficos, con más de 1.250 bloques de inscripción, es una narrativa histórica que resalta los logros de los antepasados de Humo Caracol, decimo quinto Gobernante de Copán. Los propios Gobernantes aparecen retratados en las figuras al centro de la escalinata y en la cúspide sobre el templo, donde se muestran en la vestimenta de grandes guerreros. Algunos de los acontecimientos narrados en los textos escritos en la escalinata se refieren a sus batallas y conquistas.

Monumentos y Gobernantes

Si bien los jeroglíficos de los monumentos más recientes sugieren que pudo haber otros Gobernantes antes de Yax K'ku Mó, él fue el fundador de la dinastía que reinó durante la edad de oro de Copán. Su ascenso al trono se conmemora en el altar Q, donde está representado como primer gobernante de la disnastía.

La estela más antigua que permanece en pie expuesta plenamente a la admiración del público es la estela E, qué representa al septimo gobernante Nenúfar Jaguar, cuyo reino duró desde el año 504 hasta el 544 d. de C. El hecho de que este gobernante también se mencione en un monumento de Caracol, Belice, indica el prestigio de Nenúfar Jaguar y el poder político de

Copán durante esa época.

Una de las estelas más apreciadas por los visitantes a Copán es la estela P, que durante el siglo VIII fue trasladada al lugar que hoy ocupa cerca del altar Q. En la estela P aparece la imagen del undécimo gobernante de Copán, Humo Cielo (o Humo Serpiente).

Aun más populares son las hermosas estelas comisionadas por 18 Conejo, decimotercer gobernante, que reinó desde el año 695 hasta el 738 d. de C. A él se atribuye la transformación de la escultura de Copán, que solía ser de bajo relieve, al alto relieve tallado en curvas pronunciadas que le han dado fama a las ruinas.

Entre sus estelas se incluyen las señaladas con las letras A,B,C,D,F,H,y J y con el número 4. En el año 738 d. de C., 18 Conejo fue capturado y decapitado por un antiguo súbdito de Copán, el gobernante de la ciudad vecina Quiriguá, quien hizo construir algunas de las estelas más altas de la región maya.

Yax Pac (Madrugada), el decimosexto gobernante, mandó reconstruir la Acrópolis y promovió un género novedoso de monumentos: las bancas o tronos labrados hallados en las zonas residenciales. Éstos han sido decorados con figuras de los bacabs o pauahtunes, los dioses mayas que sostenían el cielo y la tierra.

Las zonas residenciales

Los mapas de las ruinas residenciales del núcleo urbano han permitido definir dos grandes barrios:
Las Sepulturas al noroeste y El Bosque al sudoeste. Desde diciembre de 1980 se ha realizado un extenso programa de excavación y restauración en Las Sepulturas.

La zona de Las Sepulturas, situada al noroeste del Grupo Principal, consta aproximadamente de 40 conjuntos residenciales.De éstos, se han investigado solamente 18, con cerca de 100 edificios y más de 200 cuartos, que constituyen una muestra completa de la arquitectura doméstica urbana de los mayas.

Las exploraciones en Las Sepulturas brindan una nueva perspectiva sobre la evolución de los conjuntos domésticos mayas, la composición de los grupos sociales que vivieron en ellos y sus actividades económicas, sociales, políticas y religiosas.

El colapso

Los resultados de las investigaciones arqueológicas indican que, en sus últimos años, la ciudad y el Valle de Copán sufrieron una acentuada disminución demográfica. La intensificación de los sistemas agrícolas parece haber acelerado el ritmo de degradación del medio ambiente. Hay indicios de una erosión masiva de los suelos. Posiblemente el medio ya no pudo sostener a la población.

Trágico símbolo del final es el altar L donde, en el año 822 d. de C., el pretendiente al trono U Cit Tok mandó a construir un monumento conmemorado su acceso al trono, de la misma manera que lo hizo Yax Pac en el altar Q. El monumento nunca fue terminado, quedando la mayor parte de las fachadas sin esculpir. Con esta patética figura que no tuvo oportunidad de anunciar su reinado, llegó a su fin la poderosa dinastía iniciada por Yax K'uk Mo.

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