Raíz miliar de la nacionalidad
Por: Ricardo Agurcia Fasquelle (Uno de los más importantes investigadores en arqueologia a nivel mundial, en torno a la cultura maya en Copán.
Ayer y hoy, Copán
Los vestigios más antiguos que se conocen de Copán datan de
aproximadamente el año 1400 antes de Cristo y son los restos de una
vivienda con esquinas redondeadas. En esta humilde construcción han
sido encontrados algunos artefactos y utensilios que revelan
relaciones diversas con otras áreas al Sur y el Oeste, aunque no con
las tierras mayas del Norte. Estos indicios arqueológicos, junto con
otros, han dado lugar a una discusión acerca de la afiliación étnica y
cultural de los moradores originales del Valle de Copán, pues es
posible que sus primeros habitantes no hayan sido mayas, si bien
convivieron con estos. Sí se conoce en cambio que mantenían
intercambio de bienes con las sociedades del centro de Honduras y de
la parte baja de Centroamérica, y ese contacto entre diferentes grupos
humanos debe haber servido para estimular el desarrollo cultural de
Copán.
Del llamado período Preclásico Medio (años 900-300 a. C.) los
vestigios hallados son más cuantiosos y sofisticados. El arqueólogo
William Fash encontró, en 1991, depósitos extensos consistentes en
plataformas de construcción para múltiples viviendas con muros de
piedras. Dentro de ellas había numerosos y sofisticados entierros que
implicaban un desarrollo cultural más complejo que el de la etapa
anterior. Las vasijas de cerámica que acompañaban a estos entierros
indican que Copán tenía vínculos con la cultura Olmeca, que para
entonces florecía en el Sur de México.
Al final del Preclásico (300 a. C.-100 d. C), cuando el área maya
tiene su primer gran auge cultural, Copán parece quedarse atrás en la
historia, pues los restos arqueológicos de esa época son escasos. Las
causas de este fenómeno son tema de amplia discusión pero muchos
piensan que se trata principalmente de un problema de muestreo: puede
ocurrir que los sitios de esta época estén en un lugar diferente o que
hayan sido destruidos por fenómenos naturales, por ejemplo la erosión
del río.
En todo caso, el Preclásico de Copán es un misterio cautivador para
los arqueólogos. En él están plasmados los orígenes de esta
maravillosa ciudad de la periferia sureste del mundo maya e incluso,
con lo poco que sabemos, hay claras huellas de la existencia de un
puesto fronterizo, con objetos de intercambio, que revela rutas
comerciales hacia sitios muy distantes así como los pininos de una
sociedad destinada para la grandeza.
Más adelante (en el Protoclásico), los objetos portátiles (vasijas,
ollas, otros), particularmente de cerámica, muestran que Copán
continuó sus contactos hacia el Sur y el Este, así como un fuerte
tráfico con los mayas de las tierras altas de Guatemala, al Oeste. En
cuanto a la arquitectura, aparecen numerosas construcciones que luego
serán reconocidas como el núcleo urbano de la ciudad: las zonas de las
Sepulturas, el Grupo Principal, el Bosque y el pueblo moderno. En ese
tiempo las edificaciones se hacen más numerosas y aparecen las
primeras con piedra de cantera, revestimientos de estuco y tamaños
monumentales. Copán va creciendo y se empieza a sentir el fervor del
esplendor clásico.
Lo que llamamos Período Clásico arranca cerca del año 400 después de
Cristo, y los vestigios hallados marcan una entrega a la imponente
tradición maya que surge con vigor al oriente de Copán. Es posible que
estos lleguen con el primer gobernador dinástico del sitio, K'inich
Yax K'uk' Mo'.
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