HERENCIA HONDUREÑA

RESTAURACIÓN DEL ORDEN (1925-1931)

La administración de Paz Barahona a pesar de que hubo un pequeño intento revolucionario liderado por el General Ferrera en 1925, fue prácticamente para los estándares hondureños, pacifica, las empresas bananeras siguieron su expansión, la situación financiera del gobierno improbó, las fuerzas laborales crecieron y se organizaron movimientos entre los trabajadores (sindicatos) y con respecto a las relaciones internacionales, se firmo un tratado con los banqueros ingleses a quien Honduras les debía un préstamo por muchos años y que sumaba casi el total de toda la deuda publica del pais, se editaron bonos por el total de la deuda los cuales serian pagados en 30 años, los intereses atrasados por esta deuda fueron perdonados y se acordó un nuevo interes del 20%, el cual el gobierno debería pagar por valor adeudado en los últimos 15 años de los 30 de los nuevos bonos, con estas negociaciones Honduras al fin se ve en camino de la solvencia y la prosperidad

Temores de una nueva revolución emergen nuevamente cuando se aproximaban las elecciones del 1928 pero fueron aplacadas por las fuerzas del gobierno, el partido Nacional que estaba en el poder nombro como candidato al General Tiburcio Carias, mientras el partido liberal que al fin unido después de la muerte de Policarpo Bonilla en 1926, nomina a Vicente Mejia Colindres, para sorpresa de todos los observadores, las campañas políticas como las elecciones fueron conducidas en tranquilidad y sin ningún acto de intimidación y que gano el candidato del partido opositor (el liberal) el Dr. Vicente Mejia Colindres por una votación de 62.000 contra 47.000 de Carias, mas todavía sorprendente fue, la aceptación publica que el General Carias hizo por la derrota, urgiendo a sus correligionarios de que aceptaran y ayudar al nuevo gobierno

Mejia Colindres tomo posición en 1929 rodeado de jubilo y buenas intenciones, asi como el pueblo y países amigos que llenos de esperanzas esperaban por lo mejor para todos y para la nueva administración y asi Honduras se veía por primera vez en el camino de una politica estable, asi como la de una economía progresista, la exportación bananera sumaba el 80% del total de las exportaciones del pais y continuo expandiéndose hasta 1930, para este entonces Honduras figuraba como el líder productor con mas de la tercera parte de la exportación mundial de esta fruta y de todas las compañías en el pais la United Fruit Co se erguía como la dominante de las exportaciones y para consolidar esta dominación en 1929 compran La Cuyamel Fruit Co una de sus dos fuertes rivales, convirtiéndose asi en la compañía mas grande y poderosa del pais, todo esto lleno de regocijo tanto a los hondureños como extranjeros, ya que en años anteriores estas dos empresas como adversarios apoyaban siempre cada una diferentes facciones politicos en Honduras como en Guatemala, financiando revoluciones para poner al gobierno que les sirviera mejor y esta fusión se creyó daría final con todos los zafarranchos revolucionarios y que al fin la tranquilidad reinaría en Honduras por siempre, de esta perspectiva estaba esperanzado el pueblo hondureño asi como los gobiernos amigos y cuando en 1931 el General Ferrera cayo muerto en su ultimo movimiento revolucionario intentando tomar las riendas del poder por medio de un golpe de estado, estas esperanzas se multiplicaron

Sin embargo las esperanzas del pueblo de gozar de una economía frondosa fueron empañados con la llegada de la Gran Depresión Mundial de los 30s, la exportación del banano tuvo su mejor año en 1930 pero de allí en adelante fue declinando rápidamente, miles de trabajadores fueron cesanteados y los salarios de los pocos que quedaron fueron reducidos, asi como los precios que se pagaba por la compra de esta fruta a los finqueros independientes del pais, huelgas y otras formas de disturbios fueron organizados por los trabajadores en repuesta a estas condiciones, pero todas fueron aplacadas con la ayuda de las fuerzas armadas del gobierno, y mientras la depresión seguía en aumento asi mismo bajaba la popularidad y la situación económica del gobierno y en 1931 Colindres fue obligado hacer un préstamo por $ 20.000.00 dólares a las compañías bananeras para estar seguro que las tropas del ejercito que ayudaban a mantener el orden y protegían a las bananeras contra los huelguistas, les fueran garantizados sus salarios y los gastos de operaciones

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