LOS TIEMPOS DE LA CONQUISTA

La simultanea invasión a Honduras en 1524 por varios conquistadores españoles, empezó una era de conflictos entre ellos, también empezó la rebelión indígena al darse cuenta de las intenciones de estos. La inicial expedición y la mayor de ellas, fueron echas por González Dávila, quien quería establecer y reclamar un territorio con sus propias leyes y ejecutadas por él, así como Cristóbal de Olid quien fue despachado desde Cuba por Cortes, para establecer el orden y controlar este territorio en nombre de los reyes espa­ñoles, pero, sin embargo Olid una vez en Honduras sucumbió a la ambición personal y atento establecer su propio e independiente reinado. Todo esto llegó a oídos de Cortes en México y para restaurar su autoridad sobre estos, ordeno otra expedición al mando de Francisco de Las Casas, pero no teniendo ya confianza en ninguno de ellos, resolvió hacer el trabajo personalmente, la situación se complico todavía mas al entrar mas expediciones una desde Guatemala al mando de Pedro de Alvarado y por el lado de Nicaragua otra al mando de Hernán Soto.

La batalla por el poder y domino del territorio hondureño, fue ganada por Cristóbal de Olid capturando y haciendo prisioneros a Gonzalo Dávila y a Francisco de Las Casas, pero estos con promesas de regalos y esclavos supieron convencer a los soldados de Olid, haciendo que estos traicionaran a su comandante, apresándolo y asesinándolo por decapitación en su mismo cuartel, aunque Dávila y Olid fueron encontrados culpables por sus acciones, jamás sufrieron ninguna condena o castigo.

Al llegar Cortes a Honduras en 1525, puso temporalmente todo en orden y a las ordenes de la corona española, imponiendo su autoridad sobre los rebeldes, como también en sumisión a un numeroso grupos de caciques indígenas y empezó la creación de (encomiendas) pueblos españoles. Cortes estableció sus cuarteles generales en Trujillo en Abril de 1526, de allí regreso a México y los demás conquistadores resumieron las tareas de la ocupación.

En Octubre de 1526 llegó el primer Gobernador de La Corona Española en la persona de Diego López de Salcedo, este empezó a imponer ciertas reglas por las cuales los indígenas pacificados por Cortes empezaron a revelarse abiertamente, Salcedo quiso extender su jurisdicción hasta Nicaragua y el resultado fue, que acabo siendo encarcelado al llegar con sus pretensiones, pero al aceptar las fronteras que los nicaragüenses querían entre las dos provincias López de Salcedo fue absuelto y regreso a Honduras en 1529.

Para la década de los 30s (1530s), la situación en el territorio hondureño había empeorado en tal situación que era imposible soportarlo, las rivalidades entre los colonos, la codicia del poder y la fiebre del oro, hicieron estos años lo peor de la era de la conquista, para ese entonces empezó la desimanación de la población indígena, una parte por los tratos de crueldad a que eran sometidos y la indigencia en que estaban obligados a vivir, muchos por muertes en las guerras entre españoles e indignas, y la mayoría por las caserías que se habituaba para exportarlos al caribe donde eran empleados para trabajar en las fincas. Todo esto dejo esta zona sumida en una catástrofe sin igual y al borde de la ruina en general.

Los Reyes de España decidieron nombrar a esta zona de la colonia, como Honduras-Higueras, subdividiendo el territorio en dos distritos, Componiendo como Higueras los territorios que hoy son Olancho, Atlántida, y Colon, dejando el resto como Honduras. La declinación de la población indígena continuo y solo por la voluntad de Pedro de Alvarado desde Guatemala en 1536 evito que fuera abandonado, Alvarado estaba impresionado con la noticia de grandes yacimientos de oro en esa región y con la ayuda de nativos guatemaltecos que lo acompañaron para llevar a cabo la explotación de minas de oro centralizo sus esfuerzos donde hoy es el departamento de Gracias.

Con el descubrimiento de oro y plata, Honduras se convirtió en una atracción para los demás colonizadores y empezaron a llegar en grandes cantidades lo que incremento la demanda de la mano de obra indígena, estos al ser forzados a trabajar en condiciones precarias como esclavos, se rebelaban, lo cual termino en una revuelta general en 1537. En esta revuelta surgió un joven guerrero Lenca llamado Lempira, quien estableció sus cuarteles generales en El Cerro del Peñón de Corquin y allí defendió a su pueblo, frustrando una y otra vez a los españoles superiores en fuerzas y que querían subyugarlo, siguiendo el ejemplo de Lempira indígenas de todos lados y etnias, empezaron a sublevarse a la conquista de los españoles, hasta que Lempira fue traicionado y asesinado en 1539.

La muerte y derrota de Lempira aceleró la disminución de la población indígena, para finales de 1539 se estima que solo quedaban unos 15.000 nativos y dos años mas tarde la población se redujo a solo apenas unos 8.000. Estos habitantes fueron distribuidos en lo que ellos llamaban “encomiendas” haciendas de terratenientes colonizadores españoles, bajo este sistema, los colonos españoles se encargaron de la conversión de ellos a la religión católica y exigirles el pago de contribuciones para la Corona española, a cambio del esfuerzo los colonos tendrían la libertad de usar los indios como se acomodaran su interés. Mientras la población indígena disminuía, los colonos españoles exigían mas y más servicios de los pocos que quedaban, para así obtener los servicios necesarios para sus ambicionados señiorales.

Esta explotación condujo a choques entre los indígenas y los españoles, lo que trajo un convenio entre las autoridades del reinado y el Clérigo Católico representado por El Padre Cristóbal de Pedraza que en 1542 fue nombrado como Obispo de Honduras, Pedraza como muchos obispos después de el, consiguieron muy poco para los indios y los esfuerzos de estos fueron ineficaces.

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