HISTORIA DE HONDURAS

La Centro America de Mexico

Segundo Acto.

La acción popular en favor de la independencia, el 15 de Septiembre, había interrumpido lo que parecía ser el curso normal de los acontecimientos en la Capitanía General. Las cosas habían comenzado en México, cuando a partir de 1820 los criollos de la élite mejicana se sintieron entre dos fuegos: el gobierno liberal constitucionalista establecido en Madrid, en un extremo, y en el otro los núcleos guerrilleros que aún operaban en las montañas mejicanas.

Dirigidos por Agustín Iturbide, los criollos pactaron entre mejicanos, con los guerrilleros, y les garantizaron la independencia a cambio de que aquellos apoyaran la erección de una monarquía, el respeto a la Iglesia Católica y a las propiedades. Así se logró la independencia de México, bajo el "Plan de Iguala" o de las "Tres Garantías" de Febrero de 1821, seguido por los Tratados de Córdova, del mes de Agosto, mediante los cuales el Virrey español dejaba su cargo. Chiapas, que pertenecía a la Capitanía General guatemalteca, se adhirió a este Plan y se anexó a México en los primeros días de Septiembre.

Después de la sesión del día quince, Gaínza y los criollos de "la familia" prepararon, entre Septiembre y Enero, anular lo establecido en el Acta de Independencia para seguir el camino de la anexión. Gabino Gaínza se encontraba en la difícil posición de haber sido el último Capitán General del gobierno español y de haberse vuelto ahora, por obra de los acuerdos de Septiembre, el Poder Ejecutivo del gobierno independiente que surgía. Para gobernar a su lado se había conformado una Junta Provisional, uno de cuyos miembros era Valle. La "familia" representaba a la flor y nata de la élite guatemalteca: viejos criollos que remontaban su lustre a la conquista, como los Pavón, y sobre todo nuevos criollos enriquecidos con el comercio del siglo XVIII, como los Aycicena, de tanto éxito que incluso ostentaban títulos nobiliarios como el de Marqués.

Dos argumentos fuertes podían esgrimirse a favor de la anexión. El primero era presupuestario. Las guerras europeas habían sumido a la Capitanía General en crisis económica. Durante los postreros años de gobierno colonial la administración española había transferido fondos desde México hacia la Capitanía General para que esta se sostuviera. ¿Podía ser soberano e independiente un país que no podía sufragar su propia administración?

El otro argumento se ligaba a este y era de defensa: Los ingleses, debido a la crisis, se habían vuelto a fortalecer en el litoral, se le había concedido al Virreinato de Nueva Granada el archipiélago de San Andrés para que defendiera la porción Sur del Caribe centroamericano, y España mantenía su aparato militar en Santo Domingo y Cuba. ¿Podía ser independiente y soberano un país sin fuerza militar ni presupuesto para crearla?

Detrás de estos argumentos estaba, desde luego, la lógica de los poderosos, que preferían y veían mejor asegurados sus intereses dentro de un gobierno tradicional, que no significara una ruptura con la colonia y que evitara las peligrosas veleidades democráticas.

Para neutralizar a los que pensaban como Valle, Gaínza promocionó una consulta entre los ayuntamientos. Pero se las arreglaron para, al recibir numerosos votos a favor de la anexión, detener el conteo y decidir que la opinión pública era favorable a tal medida. Valle exigió esperar hasta que todas las villas y ciudades centroamericanas se hubieran manifestado. Las autoridades, sin embargo, procedieron a decretar la anexión el cinco de Enero de 1822. Por las dudas, un ejército mejicano al mando del General Vicente Filísola se estacionaba ya en la frontera.
El ejército mejicano tuvo que vencer la resistencia armada salvadoreña, donde se derramó sangre por la independencia centroamericana. A principios de 1823 Filísola había pacificado ya la región, pero por entonces se supo que Agustín Iturbide había sido derrocado en México.

La anexión de Centroamérica le había resultado sustanciosa a Iturbide, pues con ella había incorporado una nueva provincia. Con esto se podía configurar un Imperio y, de hecho, tras la anexión, en Junio de 1822 Iturbide se había coronado como Agustín I. No obstante, su reinado fue muy corto. Su propio ejército lo expulsó en Marzo de 1823. Filísola -ahora general de un ejército imperial sin Emperador- encuentra en el Acta del 15 de Septiembre una solución airosa y recomienda a los centroamericanos reunir el congreso de representantes que allí se había previsto.

En Junio de 1823 aquel Congreso diseñado por Valle para iniciar sesiones en Marzo de 1822 pudo, al fin, entrar en funciones. El uno de Julio produjo una segunda declaratoria de autonomía. Con el nombre aún provisional de "Provincias Unidas del Centro de América", la nueva nación se declaraba independiente de España basándose en la imposibilidad de ser bien gobernados desde semejante distancia y en la manifiesta incapacidad y tiranía de la administración española; se declaraba, también, independiente de México debido a la ilegalidad que había acompañado al proceso de anexión y a la falta de consentimiento a ella por parte del pueblo centroamericano.

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1999 Derechos Reservados



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