DEPARTAMENTO DE LA PAZ

MUNICIPIO DE SANTA ELENA

Datos Históricos:

Perteneció al municipio de Yarula, en 1885 fueron comprados los terrenos donde está ahora.

En el censo de población 1887 aparece como uno de los municipios que formaba el círculo de Marcala.

SITUACION: Está situado al Norte del Río Negro, en la frontera con El Salvador y su cabecera en la margen izquierda del Río Santa Elena.

LIMITES: Al Norte, municipio de San Marcos de la Sierra; al Sur República de El Salvador; al Este, municipio Yarula y al Oeste, municipio San Marcos fde la Sierra y Colomoncagua.

FERIA PATRONAL: El 25 de julio, marzo, día de Santiago. Del 23 el 26 de marzo, día de la Viegen de Santa Elena.

ALDEAS: 5
CASERIOS: 8
POBLACION: 6.806

Vándalos destruyen misteriosas pinturas prehistóricas en cueva de "Los Gigantes"

Por: Mario Urrutia

* Entre desfiladeros, caverna atesora valiosas pictografías que no se sabe de cuándo datan, pero era parte de la Ruta Mesoamericana y se le Pide al Congreso, el IHAH y otros entes garantizar su preservación.

SANTA ELENA, La Paz.- Sólo los paredones de una cueva bordeada por desfiladeros, sobre la hondonada del río Torola, protegen aquí imágenes prehistóricas plasmadas en la roca de un valor incalculable que sufren una paulatina destrucción a manos de vándalos inconsecuentes.

Las obras pictográficas de la antigüedad están ubicadas en la cueva "La Pintada" o de "Los Gigantes", en un sitio agreste de verdes pinares que se alzan sobre las montañas, como si acariciasen el cielo, formando todo el entorno un perfecto destino ecoturístico para los amantes de la naturaleza.

Pero lamentablemente atraviesan el proceso de destrucción a falta de vigilancia y la poca cultura de los pobladores y algunos visitantes.

La carencia de vigilancia y la debida protección legal causa que las diversas figuras que representan animales, escenas y personajes, cada día que pasa estén a punto de desaparecer o termina de ser borradas.

Esta deplorable situación que atenta contra el patrimonio histórico-cultural de la nación, ocurre pese a la opinión de expertos en arte rupestre que consideran este sitio como el de mayor riqueza pictórica descubierto hasta el momento en Honduras.

CORREDOR MESOAMERICANO

Los especialistas han catalogado a esta caverna como uno de los lugares en el mundo que vale la pena conservar y promoverlo con fines ecoturísticos.

Para llegar al lugar se emprende el camino por una vereda agreste, siguiendo las huellas de los aborígenes que transitaron a lo largo de la Ruta Mesoamericana, hasta arribar a la cueva de "La Pintada" o de "Los Gigantes", que en la antigüedad sirvió de refugio a los recolectores, cazadores, comerciantes y guerreros.

Aunque hasta la fecha no hay ningún estudio que pueda orientar qué grupos étnicos o tribales son los que usaban este corredor mesoamericano, en su tránsito desde el norte hasta el sur o viceversa, las obras que plasmaron aquí son imágenes prehistóricas de sus acciones guerreras, cacerías y el ambiente que les rodeaba, en este impresionante refugio.

Los pictogramas revisten de mayor interés, ya que por lo general el arte rupestre es difícil de interpretar y queda a la imaginación de quien los trata de descifrar.

PEQUEÑO ENTRISTECIDO

Uno de los lugareños que más lamenta la destrucción paulatina de este patrimonio histórico-cultural, es precisamente uno de los guías.

El niño José Celín Vásquez (11), de la aldea El Potrero, cuenta que el arribo de turistas de cuando en vez les deja ciertos ingresos, porque aunque reciben una paga a voluntad de los visitantes, por lo general cada uno de los extranjeros que llega le da entre 30 y 50 lempiras por llevarlos al formidable sitio.

Pero en su rostro se nota la inmensa contrariedad que le causa el deterioro de las imágenes a manos de "gente mala", porque en sus adentros, cada vez que llega y se solaza bajo el abrigo de los paredones, siente una especie de religación con el mundo antiguo. O más precisamente trata de retrotraerse con el tiempo y recrea en su mente infantil, lo que pudo ser la presencia de indígenas en el área. Esto porque se sabe que desde la antigüedad, los primeros hombres al no encontrar explicación a fenómenos desconocidos por ellos o tratar de apropiarse de la realidad, lo que hacían era recrear en las paredes de sus refugios las escenas que a diario pasaban o vivían.

LA TINTURA

De acuerdo con las investigaciones realizadas por expertos, las pictografías prehistóricas fueron elaboradas en base a "pinturas" compuestas con pigmentos extraídos de los minerales de la tierra y vegetales, entre ellos el óxido de hierro, añíl, achiote y la cochinilla que era un insecto muy común en la época.

Para el fijado, la tintura se mezclaba con grasa de animales o la médula extraída de huesos. Los colores más frecuentes son el blanco, ocre, anaranjado rojizo, azul y morado-negro, al igual que los que dan forma a las pictografías encontradas en la cueva "La Pintada". Aquí, los pictogramas están plasmados en la parte inferior de la pared norte de la caverna, a una altura que va de los dos a los siete metros desde el nivel del suelo.

URGE PRESERVARLAS

Las representaciones más comunes en diferentes partes del planeta son las impresiones de espirales, las manos en negativo y positivo, grabados y pinturas que también se encuentran en la zona.

Se suman otras figuras zoomorfas y antropomorfas, incluyendo coyotes, "tacuacines", monos y conejos, entre otros mamíferos, y además se pueden apreciar varios insectos.

Estas pictografías son consideradas únicas, porque describen el ambiente que rodeaba el área y sin faltar la serpiente emplumada que era un símbolo sagrado de los aborígenes de Mesoamérica.

Entre el asombro, admiración, expectación y deseos por desentrañar quiénes fueron los que pintaron estas obras, los investigadores y turistas tratan de interpretar las diferentes escenas del rocoso mural.

Por desgracia varias imágenes han desaparecido y otras han sido remarcadas con carbón y pinturas de óleo recientes, como resultado del vandalismo de personas que desconocen el incalculable valor prehistórico.

Lo más lamentable es que los demás lugares de arte rupestre registrados en el país, igual que la cueva "La Pintada" o de "Los Gigantes", hasta el momento se encuentran en igual o peores condiciones.

Es urgente que el Congreso Nacional, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) u otras instituciones públicas o privadas, en coordinación con autoridades regionales, emprendan medidas de protección y preservación para evitar que estas obras de arte antiguo desaparezcan para siempre.

CULTURA DEL MAIZ

Igual que sus antepasados Indios de Santa Elena rinden culto al maíz.
Por: Nora Schauer

Desde hace 45 años el campesino Guadalupe Manuales de casi seis décadas de vida, se levanta con el alba para encaminarse machete en mano hasta su parcela de tierra donde cultiva maíz.

Es en los alrededores del municipio de Santa Elena en el departamento de La Paz, una zona bendecida con un buen clima todo el año, abundantes lluvias de época y tierra fértil.

Su abuelo y su padre le enseñaron los secretos ancestrales para producir buenas mazorcas y gracias a ello puede alimentar a su numerosa familia.

Con un sencillo lenguaje, el hombre de manos ásperas y bigote escaso de pelo dijo en contadas palabras que "es la única profesión que tenemos aquí".

Santa Elena, fronterizo con El Salvador, es uno de los pocos lugares en Honduras que no perdió su cosecha de maíz por la sequía, debido a su envidiable ubicación a unos 1900 metros sobre el nivel del mar.

Sus 15 mil habitantes siembran unas 2 mil manzanas de maíz por año en los alrededores del municipio, sin posibilidad de ampliar a otro tipo de producción por una tradición bien cimentada.

El alcalde Marco Martínez, con la ayuda de algunas organizaciones nacionales e internacionales ha procurado incentivar la ampliación de la labor agrícola con otros granos básicos, legumbres y árboles frutales, pero cualquier iniciativa ha sido nula hasta ahora.

"Ha sido imposible ya que nuestro patrimonio lo vinieron heredando desde 1700... desde entonces ya se cultivaba el maíz y es por eso que es difícil dejar la siembra del maíz".

Festival por el maíz

En esta época del año es cuando se recoge la siembra en los maizales para el consumo familiar. Hombres, mujeres y niños tienen como tarea arrancar las mazorcas de la planta y llevarlas en enormes sacos hasta el pueblo donde cada familia toma lo que le corresponde.

Los habitantes del municipio de Santa Elena en el departamento de La Paz, en agradecimiento al bondadoso arbusto aterciopelado, rinden culto cada año al maíz con un festival que les permite celebrar la abundancia de las cosechas.

El mismo es una tradición que se ha consolidado desde hace 19 años, de la mano del apóstol Santiago, un santo de yeso que permanece en el interior de la centenaria iglesia. Antes de la feria del maíz, el mismo es adornado con flores y collares. En la cabeza se le ubica un sombrero para que esté a tono con la costumbre de los campesinos.

A él se le agradece, mediante cultos, rezos y otros ritos la abundancia de las cosechas del año. Martín López, quien es delegado de la Palabra de Dios y fiel creyente en la imagen afirmó que "a él se le pide la confianza para que nuestro municipio tenga los granos que necesitamos".

DE LA MANO DE SANTIAGO

La fiesta, que ahora dura dos días se hace con el patrocinio de la iglesia, el apoyo de las autoridades y el respaldo de la comunidad en general. El pueblo entero se enfrasca en cultos, procesiones con las imágenes de la iglesia, alboradas, quema de pólvora y bendición de los derivados del maíz.

La chicha a base de maíz nunca falta y es que ese brebaje formó parte del vivir de sus ancestros, en sus grandes celebraciones.

El festival se hace en esta época del año porque es cuando la madre tierra los ha bendecido con el producto que los alimenta durante el año.

Hace tres siglos el culto a la planta del maíz se hacía, seguramente de otra forma, pero lo que sí es cierto es que los mismos campos fueron sembrados por los lencas de hace 300 años.

DEUDA PENDIENTE

Y es que Santa Elena es tan antigua como nuestra historia, ya que a partir de 1701 la comenzaron a escribir los indígenas lencas.

El vice alcalde de la comunidad Rogelio Pérez, recordó que en sus inicios eran parte del municipio de Yarula.

"Según los libros que existen de actas municipales antiguas sujetas de conflictos, Santa Elena compró a Yarula y al Estado por dos mil monedas de plata donde las actas rezan que se quedó pendiente todavía un pago de un cántaro de fresco según la cultura que manejaban los antiguos".

Como otras tantas comunidades lencas Santa Elena es una comunidad pobre, delatada por la infraestructura rural del pueblo y el vivir de su gente. De lo que sí son dueños es de una sólida cultura que tiene como costumbre rendirle culto a la espiga dorada que crece cual corona dorada sobre la aterciopelada planta del maíz.



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