LA SENDA PURA
La mañana está llena de sol. Es tibio el día.
Yo gozo la armonía de un ensueño lejano,
y percibo en las cosas una dulce alegría
y de todo el que pasa me voy sintiendo hermano.
Se que hay almas que lloran. Llora también la mía.
Se que hay hombres que ríen. Rio y me siento sano.
Y esta es la impenetrable senda de la armonía
donde las rosas puras arrancan nuestra mano...
Alma meditabunda, alma fugaz e inquieta,
la mañana está llena de sol. Una secreta
angustia indefinible que es mi propia amargura
da un matiz de tristeza a la emoción lejana...
¡Alma que eres a modo de una humilde campana,
pues eres triste a veces y a veces clara y pura!
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