NOCTURNO
En el silencio de la noche
alza mi corazón un vago canto...
Suspiro por la amada que está lejos
y me pongo a pensar: ¿Hasta qué día
vendrá? ¿Por qué no viene?...
¿En qué estrella remota vuela su alma?
¿Cuando habrá de encenderse su sonrisa?
... Del jardín se alza un lánguido perfume;
el viento hace sonar las hojas secas;
reposa la ciudad; calla la vida...
¿Quién acompaña mi hondo pensamiento?
Estoy solo. En los rincones de la estancia
muere la luz. De pronto se acelera
mi corazón. ¡Y en el silencio
de la noche, sueña con la amada
que ya tarda en venir! Sueña y solloza.
¿La vida? ¿El porvenir? ¿La muerte? ¿El llanto?
¿Quién hallará el enigma pavoroso
del más allá, de lo que no miramos
con nuestros pobres ojos pensativos?
¡Se cansa el pensamiento!
Y del jardín sombrío se levanta
una tenue fragancia... ¡Escucho el grito
de mi corazón y me figuro
que mi alma se desprende y va al encuentro
del alma que ha esperado y que palpita
en el alma de luz de las estrellas!
|