JOAQUIN SOTO

NOCTURNO

En el silencio de la noche alza mi corazón un vago canto... Suspiro por la amada que está lejos y me pongo a pensar: ¿Hasta qué día vendrá? ¿Por qué no viene?... ¿En qué estrella remota vuela su alma? ¿Cuando habrá de encenderse su sonrisa? ... Del jardín se alza un lánguido perfume; el viento hace sonar las hojas secas; reposa la ciudad; calla la vida... ¿Quién acompaña mi hondo pensamiento? Estoy solo. En los rincones de la estancia muere la luz. De pronto se acelera mi corazón. ¡Y en el silencio de la noche, sueña con la amada que ya tarda en venir! Sueña y solloza. ¿La vida? ¿El porvenir? ¿La muerte? ¿El llanto? ¿Quién hallará el enigma pavoroso del más allá, de lo que no miramos con nuestros pobres ojos pensativos? ¡Se cansa el pensamiento! Y del jardín sombrío se levanta una tenue fragancia... ¡Escucho el grito de mi corazón y me figuro que mi alma se desprende y va al encuentro del alma que ha esperado y que palpita en el alma de luz de las estrellas!