POESIA HONDUREÑA

Elogio a Marco Antonio Ponce

Por;   Alejandro Valladares

                    I

Tal como un poseido de energicos empeños
recorriste en tu carro los liricos gimnasios
y te hiciste Doctor en los Ensueños
en la Universidad de los Espacios

                   II

El mal y el bien, en pugna, sitiaron tu cabeza:
y tu, ante ellos, supiste representarte solo.
El Arte no es el Bien, es la Belleza
y el Poeta no es Job, sino Apolo.

                   III

Entre la indiferencia de todos los pequeños
suspendiste el penacho del humo de una Tea:
y sobre el Paraiso perdido de tus sueños
tu diestra corto el fruto prohibido de la Idea.

                  IV

Arrojarte pudieron el filo de un guijarro:
pero a pesar de todo, tu Musa perdonaba.
porque el Autodonte de tu carro no fue dios,
fue una diosa que acaso suspiraba.....

                    V

Con indolencia artistica requeriste la Lira.
que vibro como un pajaro que rompe su cancion.
Nunca empuñaste el Latigo:
Tu ira se deshacia en una suprema compasion.

                    VI

Solo, pero tranquilo, seguias tu sendero;
que para ser creyente verdadero
primero hay que creer en uno mismo.

                     VII

De subito dejaste de hundir el acicate
en tu tronco de potros y arrojastes tus galas:
para vencer enanos, mejor no ir al combate:
para subir un codo, mejor no habrir las alas.

                     VIII

Que paso? Tu explinatica angustia te vencia:
no saciaban tus ansias tus mismos universos?
y escondistes el puñal de la ironia
en el ramo de flores de tus postreros versos.

                       IX

A que entonar un cantico? A que romper un Trino?
Tal dijiste. Tu verbo callo meditabundo:
y doblaste la frente ante el destino.
pero no las rodillas ante el mundo.

                        X

Y bien, la muerte un dia dispuso hacer la siega.
Y debe ser echado al fin al Circo Romano de la vida
alcibiadescamente diste tu carne griega
a la gula inconciente de un hambre contenida...

                        XI

Sobre tu fosa el cielo sereno es un Zafiro:
Y en las tranquilas noches yo se que murmura:
¡Desde que diste el ultimo suspiro,
hay una estrella mas aqui en mi altura!

                      (((**)))
Una Colaboracion del primo hermano de Marco Antonio Ponce,
Don Jesus Ponce desde Dallas Texas.

Gracias Don Jesus.


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