POESIA HONDUREŅA

Romance del Dolor Ilimite

David Moya Posas

(Ante el recuerdo de Marco Antonio Ponce)

La penunbra humedecida
se tendio como un abrazo
y alumbraron los espejos
de la antesala del llanto.

Hasta las piedras el pulso
fue llevando su delgado
paisaje de enredaderas
y bosquecillo aromatico.

La vida le hacia gargaras
por las grietas del costado
y a la tiniebla oprimida
por las carceles del barro
le mandaron los planetas
su luvia de candelabros.

Para llegar a los muros
se hizo circulos el campo.

Las flores guardaban una
timida estrechez de clavos.
Farol y viento vinieron
a la herida de sus parpados
donde moria una danza
de esqueletos inalambricos.

_ Marco Antonio se murio
gritaban por los gimnasios.
_Se ha fugado el domingo
la sierpe de su zapato
que se enroscaba a los cuellos
con gritos de medio campo.
_Solo ha quedado el aullido
estelar de los fanaticos.

Se va una voz de la oscura
muchedumbre de los pajaros.

Quedo su grito social
por las fraguas y el arado
Quedo pensando en el suelo
como el Merendon su canto.

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