JOSE TRINIDAD CABAÑAS FIALLOS

EL GENERAL CABAÑAS

Recopilado por: Lic. Miguel Cálix Suazo
mcalixs@yahoo.com
Presidente del Instituto Morazánico
(Coordinador Comisión Nacional Organizadora del Bicentenario del Nacimiento de Cabañas)

Por: Adolfo Zúniga

Vamos nosotros ahora a procurar bosquejar la figura noble y simpática del General Cabañas.

El General Cabañas es el hombre de los contrastes por excelencia.

Bajo un exterior modesto y apacible, encerraba una de las almas más enérgicas, que el Creador se haya dignado conceder a guerrero alguno.

Con modales agradables, más aparente para figurar en una Corte o en una Cancillería Diplomática, poseía un corazón tan entero, que ninguna calamidad podía abatir, ni oposición alguna sojuzgar, según la expresión del elocuente Squier.

Suave, moderado al extremo, se llenaba de brillo, se enchía de entusiasmo, de coraje al escuchar el clarín de alarma, al oir el primer disparo de cañón.

Manso, con toda la mansedumbre de la virtud, era intrépido, valiente, denodado, heroico hasta la desesperación. Y a este hombre fiero, diré así, en el combate: cuando la muerte se presenta en todas partes, bajo sus formas más repugnantes, cuando todos los corazones respiran odio, venganza; cuando morir o matar es el asunto que preocupa todos los ánimos; cuando todo el mundo se posee del vértigo de la muerte: a este hombre ¡cosa rara! jamás se le oyó una expresión, una frase, que no pudiese pronunciar la doncella más púdica en una sala de baile. Yo estuve a su lado en más de un recio peligro, puedo certificar esa minuciosidad. Permitidme, señores, este arranque de pueril vanidad.

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