JOSE TRINIDAD CABAÑAS FIALLOS

CABAÑAS Y LA LIBERTAD DE PRENSA

Por: Lic. Miguel Cálix Suazo
mcalixs@yahoo.com
Presidente del Instituto Morazánico
(Coordinador Comisión Nacional Organizadora del Bicentenario del Nacimiento de Cabañas)

En el marco de la conmemoración del Bicentenario del Nacimiento de Cabañas, como punto de partida de mi participación personal, considero de la más alta importancia dar a conocer un aspecto del pensamiento político y social del insigne Caballero sin Tacha y sin Miedo, que debe ser conocido por todos los centroamericanos, pero muy especialmente por los dueños de los medios de comunicación y de los periodistas, así como también de los gobernantes de Centroamérica. Me refiero al planteamiento que formuló cuandó asumió la Presidencia de Honduras, el 1 de marzo de 1852 y que lo identifica plenamente con las ideas de Morazán, que trajo la imprenta a Honduras.

Textualmente dijo Cabañas: “Hay un derecho constitucional en el pueblo inherente a su soberanía, y el fundamento supremo de todas las libertadades públicas; este es el derecho de la prensa libre. Yo debo manifestaros en este punto mi programa y mi principio. En la disensión de la política y de la administración pública, no hay limitación posible, no hay formas prohibidas. El público es el juez, y toda coartiva (sic) es un ataque a la soberanía y a la ilustración del pueblo. Los escritos sin razón, sin pudor o sin verdad caen por si mismos desechados por la razón pública, o tienen alguna justicia y fundamento, y sirven de ilustración al Gobierno. ESTOY PERSUADIDO QUE NO HAY CASO EN QUE CONVENGA LA REPRESION: si no es en los que toquen el sagrado de la conducta privada…Yo deseo, pues, que la libertad de la prensa sea de hecho ilimitada, y que mi Administración sea censurada de cualquier manera, siempre que ella desagrade a mis conciudadanos. Para que yo pueda conocer la opinión, para que pueda saber mis extravíos, os encargo que me ilumineis con la razón de vuestros escritos, que me corijais con vuestra censura. LEJOS DE REPRIMIR, NI AUN INDIRECTAMEN-TE, VUESTRO SOBERANO DERECHO, me aprovecharé de vuestras luces y opiniones, VERÉ CON LA TOLERANCIA MÁS COMPLETA AUN LOS DESAHOGOS DE LA PASIÓN Y LA CAUSTICIDAD DE LOS PARTIDOS. ¿Y por qué?. Es por que siempre deben servirme de norte aun las opiniones de los que pudieran ser mis enemigos; es por eso que estoy seguro del buen sentido y de la justicia del pueblo hondureño; es por que quiero que mi conciencia pública nada tenga que temer del juicio de mis conciudadanos; pero sobre todo, es por que quiero siempre concertar mi Gobierno y medirlo en la balanza de la razón pública”.

“Y yo os protesto, conciudadanos, que si por accidente llego a comprender y a convencerme por el examen diario que me propongo hacer del estado de la opinión, y para el cual quiero que ésta se manifieste francamente, aunque sea desbordándose, que el juicio de la generalidad o de la mayoría desaprueba mi administración; o bien por que crea que me he separado de mis deberes y de mi programa, o por que éste no satisfaga sus deseos, y sus esperanzas, os protesto digo, que en cualquier época de mi período volveré sereno a mi vida privada sin turbación y sin escándalo. No seré yo, a fe, el que permita en mandaros contra vuestra voluntad o pérdida ya de vuestra confianza. Yo tornaré tranquilo a mi elemento natural que es el hogar doméstico, y vosotros me llamaréis para emplear mi espada a favor de vuestra libertad, siempre que la creais amenazada”.

“NO PERDERE JAMAS VUESTRO FAVOR AUN CUANDO DIFIRIÉRAMOS EN OPINIÓN. Vosotros me comprendeis, y yo os comprendo. Bien sea en el Gobierno; bien en lo privado, o en el campo de batalla, vosotros reconocereis tres cosas en mi corazón y en mis hechos: EL PUEBLO HONDUREÑO, LA LIBERTAD Y LA NACIONALIDAD”.

REGRESAR AL INDICE